Sabogal, José (1888-1956).
Pintor y grabador peruano, nacido en Cajabamba en 1888, de padre español y madre peruana, y muerto en Lima en 1956. Recibió una formación académica y occidental, tras la cual realizó viajes a Italia, España y Argentina. En Roma, se preocupó por la obra de los artistas del Quattrocento y fundamentalmente por los objetos realizados por Benvenuto Cellini, que le estimularon y llevaron al diseño de joyas.
En España recogió influencias de pintores como Ignacio Zuloaga, los hermanos Zubiaurre y Anglada Camarasa, sobre todo de su fascinación por los paisajes propios y por la búsqueda de los caracteres de lo hispano.
En 1910 se trasladó a Buenos Aires donde asistió a clases de pintura, junto a Modesto Luccioni y Lino Eneas Spilimbergo. Tres años más tarde, en 1913, se trasladó a Jujuy (Argentina), como profesor de dibujo. Allí conoció a Jorge Bermúdez, pintor regionalista cercano, también, a la obra de Zubiaurre. A partir de este momento su pintura se dirigió a la observación y estudio de las artes populares y a la búsqueda y plasmación de las características del indigenismo, lo que le convirtió en uno de sus más decididos impulsores en Perú. Durante estos años su obra se orientó a captar el paisaje y los hombres de la región de Jujuy, con un colorido y una penetración sorprendentes. De este momento es su magnífica obra Carnaval de Tilcara.
En 1918 regresó a Perú, donde su gusto por lo popular y por impregnarse de lo indígena se acentuó en contacto con las calles de Cuzco, donde residió algún tiempo, y con el paisaje y los indios andinos. El indio se convirtió para siempre en el principal tema de su pintura.
En 1919 realizó su primera exposición en Lima, donde se consagró como representante de la pintura contemporánea peruana. En 1922 viajó a México, donde conoció a los muralistas Diego Rivera, Orozco, Siqueiros, etc.; su estilo indigenista se reafirmó.
Fue nombrado director de la Escuela de Bellas Artes, institución que dirigió desde 1933 hasta 1942. Con él, el indigenismo adquiere un reconocimiento oficial que se extendió durante los diez años que permaneció en el cargo. Como colofón a su vocación indigenista y a su interés por el arte popular peruano, fundó en 1945 el Instituto de Arte Peruano, en el Museo Nacional, del que fue su primer director; en compañía de sus discípulos, se dedicó desde entonces al estudio sistemático de las artes populares del Perú, que tuvieron en él a su gran impulsor y revalorizador. En este campo publicó algunos libros, Mates burilados (1945), El toro en las artes populares del Perú (1949), dedicado a la imaginería, El Desván de la Imaginería Peruana, que publicó el mismo año de su muerte, 1956. Desde 1945 compartió su actividad entre la pintura y las artes populares, a las que trató de potenciar desde la dirección del Instituto de Arte Peruano.
Bibliografía
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LUCIE-SMITH, Edward. Arte Latinoamericano del siglo XX, Barcelona, Ediciones Destino, 1994.