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DanzaBiografía

Rojo, Tamara (1974-VVVV).

Bailarina española nacida en Montreal en 1974. Es una de las bailarinas más aclamadas de la escena mundial, y una de las más destacadas de la historia de la danza en España. Estrella del Royal Ballet de Londres, en junio de 2005 le fue concedido el Premio Príncipe de Asturias de las Artes.

Hija de un empresario español de ingeniería avícola, su nacimiento en Canadá fue fruto de la casualidad, pues era ese el destino de su padre en aquel momento. Apenas cuatro meses después de nacer sus padres volvieron a su residencia en Madrid.

Con una formación clásica muy sólida, pero también ecléctica, desde muy joven comenzó su relación con la danza. A los diez años ingresó en la escuela de baile de Víctor Ullate, con Victor y Karemia Moreno, en la que con sólo diecisiete años fue nombrada primera bailarina. Con Ullate asimiló las enseñanzas de las escuelas más representativas, desde los fundamentos de la escuela Vaganova hasta completar su formación con maestros reconocidos como David Howard y Renatto Paroni.

En 1994 consiguió por unanimidad la prestigiosa Medalla de Oro y el Premio del Jurado (apenas contaba con veinte años) en categoría senior en el VI Concurso Internacional de Danza de París, en cuyo jurado había nombres de la talla de Makarova, Vassiliev o Mitchell. En el verano de ese mismo año recibió un galardón como Bailarina Revelación en el Festival de Spoletto (Italia) gracias a la representación como solista de la obra Arraigo del propio Ullate. Poco después, ya en 1995, interpretó con gran éxito en Madrid Giselle, obra que volvería a representar en agosto de 2000 en el Teatro de Madrid.

Rojo formó parte del ballet de Víctor Ullate hasta diciembre de 1996, fecha en la que se incorporó en el Scottish Ballet, invitada por Galina Sansova, con quien interpretaría, entre otras obras, El lago de los cisnes, El cascanueces, Romeo y Julieta y La Sylphide.

Desde sus primeros pasos profesionales Rojo ha realizado papeles caracterizados por sus múltiples matices y en los que ha demostrado una gran madurez interpretativa, ya sea en las coreografías neoclásicas de la escuela holandesa; las de profunda raíz española, como las creadas por Ullate; como las profundamente teatrales.

En 1997 ingresó en English National Ballet, en Londres, como primera bailarina, puesto en el que permaneció hasta julio de 2000. Su primer papel de Clara en El cascanueces renovado por Derek Deane hizo que el coliseo londinense registrara un récord de asistencia de espectadores, lo que hizo que la revista The times le nombrara bailarina revelación del año. Entre otras, con el English National interpretó La bella durmiente, La cenicienta, El lago de los cisnes, Romeo y Julieta, Rite of spring y Perpetuum Mobil. El éxito obtenido sobre todo por su interpretación de Julieta en el Royal Albert Hall, o su interpretación de Odete en 1999 en Hong Kong y Australia, así como sus actuaciones en Glasgow y Sheffield, hicieron de Rojo la bailarina más codiciada por el público londinense.

En la primavera del año 2000 sir Anthony Dowel le hizo una oferta desafiante: convertirse en la primera bailarina del Royal Ballet, todo un sueño para cualquier aspirante a estrella de la danza, más aún para una bailarina sin ascendencia británica. Rojo aceptó el desafío, y ha recorrido con la compañía los escenarios más importantes de Europa en los principales papeles de las obras El lago de los cisnes; Shadowplay (de Tudor), Romeo y Julieta; Son of the Earth, Réquiem, Mayerling y Mannon (de MacMillan); Onegin (de Cranko); Don Quijote (de Nureyev); La Bayadere y La bella durmiente (de Makarova); Ondine, A Wedding Bouquet y Cinderella (de Ashton), Carmen (de Mats Ek); Giselle; etc.

El 13 de febrero de 2004 abrió el Festival de Danza de Oviedo con el espectáculo "Una noche con Tamara Rojo", bajo la dirección artística del asturiano Ricardo Cúe. Su actuación del 27 de diciembre de ese mismo año en la producción de El lago de los cisnes en el propio Covent Garden londinense suscitó el entusiasmo de la crítica, y encumbró su nombre entre las mejores bailarinas del momento. Hasta tal punto llegó el delirio que el prestigioso critico de danza Clement Crisp, entusiasmado con la interpretación, recomendó, en las paginas del The Financial Times, acudir a todas las representaciones del Royal Ballet donde bailara Tamara Rojo.

A lo largo de su carrera ha recibido numerosos premios, entre ellos, el Primer Premio de la critica Italiana “Best dancer of the Year” en 1995, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en 2002, el Premio del Círculo de Críticos como Primera Bailarina del año 2001 y el premio Positano 'Leonid Massine' en 2004. También ha recibido una nominación en 1998 al Barclays Theatre Award y otra en el año 2000 al Benois de la Danse Awards. Ha actuado, asimismo, como artista invitada con el Ballet de la Opera de Niza, el Ente Público Arena de Verona, el Ballet Nacional de Cuba y el Ballet de la Opera de Berlín, y ha participado también en numerosas galas tanto a nivel nacional como internacional. Es, además, artista invitada estable del Ballet del Teatro La Scala de Milán.

Además de continuar con su carrera profesional como bailarina, Rojo también comenzó, a pesar de su juventud, a dar clases de ballet en Madrid, ciudad que alterna con Londres como lugar de residencia.

En junio de 2005 la Fundación Príncipe de Asturias decidió concederle el premio Príncipe de Asturias de las Artes ex eaquo con otro gran nombre de la danza internacional, Maya Plisetskaya, "por su excepcional trayectoria en el mundo de la danza, en el que son reconocidas como la más alta expresión de sus generaciones respectivas". En el caso de la bailarina española, la Fundación destacó su "combinación incomparable a día de hoy entre la mejor tradición clásica y la exigencia de superar nuevos retos, prueba de una madurez interpretativa que le otorga una posición de privilegio en los más relevantes escenarios internacionales".

Poco después de la concesión de tan importante premio, Rojo presentó en Bilbao (después de cinco años de ausencia de las tablas españolas) la coreografía Blancanieves, basada en el famoso cuento de los hermanos Grimm y cuya música fue compuesta por Emilio Aragón. El día del estreno, sin embargo, se anunció a los asistentes que una inoportuna lesión de última hora no impediría actuar a la Rojo, pero si le haría presentarse ante los espectadores con las facultades físicas mermadas, y había sido por ello necesario hacer unos ajustes al ballet (la sustitución era imposible, puesto que la obra había sido expresamente ideada para la bailarina). Sin embargo, el público no sólo agradeció el esfuerzo, sino que premió con más de diez minutos de ovación ininterrumpida a la representación, y en especial a la Rojo y a Aragón, que saludaron al público visiblemente emocionados.

En enero de 2006 inició una gira junto al argentino Julio Bocca con el espectáculo "Tango rojo", en el que ambos bailaban música de Falla a ritmo de tango. La de Montreal cumplía así uno de sus mayores deseos: compartir escenario con el gran bailarín argentino.

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  • 0510 FDS