A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z
PeriodismoLiteraturaBiografía

Roig i Fransitorra, Montserrat (1946-1991).

Narradora, periodista y luchadora catalanista y feminista española, nacida en Barcelona el 13 de abril de 1946 y fallecida en su ciudad natal el 10 de noviembre de 1991. A pesar de su breve existencia -murió, víctima de un fulminante proceso canceroso, a los cuarenta y cinco años de edad-, dejó una extensa, audaz y polémica producción literaria y periodística que la situó a la vanguardia de la literatura social española del último tercio del siglo XX, con un firme compromiso a favor de algunas causas tan debatidas por aquel tiempo como las planteadas por el catalanismo socio-político y el movimiento feminista.

Nacida en el seno de una familia acomodada perteneciente a las altas esferas políticas y culturales de la sociedad barcelonesa, por deseo expreso de su progenitor -el abogado y escritor catalanista Tomàs Roig i Llop- recibió desde niña una esmerada formación académica, primero en un colegio atendido por religiosas, luego en el Instituto Montserrat y, ya en su juventud, en la Universidad Central de Barcelona, en cuya Facultad de Filosofía y Letras se matriculó en 1963 para cursar unos estudios superiores que le permitieron obtener, en 1968, el título de licenciada en Filología Románica. Esta afición a los conocimientos humanísticos y la creación literaria, heredada directamente de su padre, la había empujado ya en su adolescencia hacia el ámbito del teatro, en el que se introdujo a los dieciséis años de edad (1961) por medio de su matriculación en la Escola d'Art Dramàtic Adrià Gual, y al que siguió ligada mientras cursaba su carrera universitaria, que compaginó con su intervención directa en varias representaciones teatrales dirigidas por el mítico Ricard Salvat, co-fundador -junto a la gran escritora y periodista barcelonesa Maria Aurèlia Capmany- de la citada escuela de estudios dramáticos.

Durante su estancia en la facultad de Filosofía y Letras, Montserrat Roig dio muestras de poseer un talante enérgico y combativo que, sumado a su ideología abiertamente progresista, la llevó a tomar parte activa en todas las acciones de protesta que se convocaban en contra del régimen franquista, al tiempo que empezaba a reivindicar sus pretensiones catalanistas -recibidas también en la herencia familiar- y, desde luego, la igualdad de derechos y oportunidades para la población femenina. Coherente con esta afirmación de su ideario político, por aquellos años de juvenil furor combativo, se desprendió de las enseñanzas religiosas que había recibido en su infancia y comenzó a militar en diferentes grupúsculos clandestinos de la izquierda marxista, lo que le permitió estar presente en algunas de las escasas acciones políticas antifranquistas que tuvieron lugar durante la dictadura. Así, v. gr., en 1966 fue una de las estudiantes que, junto a otros compañeros de estudios y algunos profesores universitarios, se encerraron en el convento de los Capuchinos de Sarriá para protagonizar la denominada caputxinada, en la que se reivindicaron una serie de libertades políticas que, como fruto más destacado, dieron pie a la creación del Sindicato Democrático de Estudiantes de Barcelona (SDUB). Ya licenciada, fue uno de los activistas políticos que, en 1970, con motivo del famoso proceso de Burgos incoado contra doce etarras, se encerraron en el monasterio de Montserrat para mostrar su tajante rechazo a la política del dictador.

Por aquellos comienzos de la década de los setenta, cuando militaba en las filas progresistas de la Assemblea Permanent d'Intel·lectuals Demòcrates Catalans, Montserrat Roig empezó también a darse a conocer como escritora y periodista, primero por medio de una columna fija en la sección literaria de la revista Tele/Express, y, poco después, merced a las brillantes entrevistas que realizó para la publicación Serra d'Or, en las que pasó revista a algunas de las figuras señeras de la sociedad catalana contemporánea. Ultimaba, entre tanto, la redacción de una serie de relatos breves de gran originalidad y fuerza expresiva, reunidos al año siguiente en el primer título de su incipiente carrera literaria, Molta roba i poc sabó... tan neta que la volien! (1971), que fue recibido con grandes elogios por parte de la crítica y los lectores catalano-parlantes, y galardonado con el prestigioso premio "Víctor Català". No era éste, empero, el primer galardón que recaía sobre un escrito de la autora barcelonesa, pues ya en 1966, cuando contaba veinte años de edad, se había alzado con el "Premio a la iniciación literaria" en los Juegos Florales de Caracas, merced a una composición poética primeriza, La falç, de escasa o nula relevancia en el conjunto de su producción literaria.

La magnífica acogida dispensada a ese volumen de cuentos animó a Montserrat Roig a dar a la imprenta, sólo un año después, la espléndida novela titulada Ramona, adéu! (1972), que confirmó sus excepcionales cualidades para el género narrativo y abrió el primer ciclo novelesco de su quehacer literario, caracterizado por su minucioso reflejo testimonial -casi podría decirse que periodístico, en virtud de sus pretensiones de fidelidad respecto a la realidad retratada- de la pequeña burguesía catalana y, dentro de ella, de la problemática referida a la condición femenina. Las otras dos narraciones extensas que vinieron a completar este primer ciclo de su producción literaria son El temps de les cireres (1977) y L'hora violeta (1980), a las que luego se sumaron, en una segunda fase de su trayectoria profesional, dos nuevas incursiones en el género novelesco: L'òpera quotidiana (1982) y La veu melodiosa (1987).

Al tiempo que desplegaba este rico universo de ficción, Montserrat Roig seguía inmersa en una constante actividad intelectual y combativa que la llevó a adentrarse en otros géneros literarios (como el ensayo, que cultivó con señalada maestría); a realizar viajes de observación y estudio que luego quedaron reflejados en brillantes reportajes; a orientar sus inquietudes catalanistas por el sendero de la investigación historiográfica; e, incluso, a probar fortuna como escritora dramática, en un retorno a esa vocación teatral que había experimentado durante sus años juveniles. Pero, por encima de todo, continuó cultivando el periodismo con asombrosa fecundidad y plena dedicación. Así, se mantuvo en Tele/Express hasta 1973, y en Serra d'Or hasta 1978, compaginando las entrevistas realizada para esta última publicación con una exitosa colaboración semanal en el rotativo Mundo Diario entre 1974 y 1977. En 1974 se inició en el periodismo televisivo de la mano de Joan Anton Benach, en cuyo programa "Tot art" mantuvo una colaboración semanal. A mediados de esa década de los setenta, se integró en la redacción del principal órgano portavoz de los comunistas catalanes de la época, el semanario Arreu (1976-1977). Entre 1977 y 1978 realizó el espacio televisivo "Personatges", y siguió luego ligada a la pequeña pantalla a través de otros programas como "Clar i Català" (donde se ocupó de la sección "Líders") y "Los padres de nuestros padres", un espacio de entrevistas que alcanzó un notable éxito de audiencia en Televisión Española. Consagrada, en fin, como una de las grandes especialistas en el complejo género de la entrevista, en la década de los ochenta regresó al periodismo escrito con una columna diaria en El Periódico, y en sus dos postreros años de existencia (1990 y 1991) mantuvo otra sección periódica con los lectores del rotativo Avui. Numerosos reconocimientos y distinciones jalonaron esta constante y fecunda entrega de Montserrat Roig a los medios de comunicación, como el Premio Mundo de Entrevistas (que le fue otorgado en 1978) y el Premio Òmnium Cultural de Televisión (que, en 1981, vino a galardonar su trabajo en el ya mencionada programa "Clar i Català").

Al margen de las obras narrativas mencionadas en parágrafos anteriores, Montserrat Roig dio a la imprenta dos interesantes ensayos relacionados con ese universo feminista al que estuvo ligada desde su época universitaria: ¿Tiempo de mujer? (1980) y Mujeres en busca de un nuevo humanismo (1981). Además, la escritora barcelonesa publicó dos excelentes trabajos históricos, uno basado en una serie de densas y clarificadoras entrevistas mantenidas con el personaje que dio pie a la obra (Rafael Vidiella, l'aventura de la revolució, de 1974), y el otro centrado en una profunda investigación historiográfica sobre la suerte de los catalanes afectados por el exterminio nazi (Els catalans als camps nazis, de 1977). Asimismo, recogió en tres volúmenes buena parte de sus muy leídas entrevistas periodísticas realizadas en diferentes medios de comunicación a mediados de los años setenta. Volúmenes que, bajo el título común de Retrats paral·lels, fueron apareciendo sucesivamente en 1975, 1976 y 1978, hasta llegar a configurar una especie de fresco sociológico de la Cataluña de su tiempo (la propia autora declaró que la preparación y relectura global de estas tres recopilaciones de sus entrevistas a destacados personajes del ámbito catalán llegó a modificar, en parte, la idea que ella misma tenía acerca de sus paisanos).

Viajera infatigable, su curiosidad intelectual la condujo a diferentes lugares del mundo desde que, recién concluida su licenciatura, se desplazara hasta la universidad inglesa de Bristol para ejercer durante unos meses como lectora de español. La honda impresión que le causaron algunos de estos desplazamientos dio lugar a un par de textos híbridos de enorme interés, que participan en igual medida de la naturaleza genérica del reportaje periodístico como de las pautas formales y temáticas del libro de viajes. Se trata de Mi viaje al bloqueo (1982) y L'agulla daurada (1985), dos obras que testimonian el interés ideológico de Montserrat Roig por las formas de vida de los últimos ciudadanos soviéticos, así como la grata impresión que dejaron en la escritora catalana la ciudad y los pobladores de San Petersburgo.

Cabe, por último, recordar los títulos de las dos piezas teatrales que escribió Montserrat Roig, Retrat de la senyora Clito Mestres y El mateix paisatge (ambas publicadas póstumamente en 1992, en un mismo volumen), así como algunos de los numerosos galardones que, además de los ya reseñados más arriba, recayeron en su producción literaria (como el prestigioso "Premi Sant Jordi", que en 1976 vino a reconocer los méritos de la que tal vez sea su mejor novela, El temp de les cireres; el "Premi Serra d'Or", que subrayó el interés histórico de Els catalans als camps nazis en 1978; y el "Premi d'Assaig de la Generalitat de Catalunya", otorgado en 1985 a L'agulla daurada). Muchas de sus obras fueron publicadas en castellano, con traducción realizada por la propia autora. Entre ellas, vale citar las presentadas bajo los títulos de Aprendizaje sentimental; Ramona, adiós; El tiempo de las cerezas; La ópera cotidiana; La hora violeta; La voz melodiosa; Noche y niebla; y La aguja dorada.

Bibliografía

  • AYMERICH, Pilar y PESSARRODONA, Marta. Montserrat Roig. Un retrat (Barcelona: ICàD, 1993).

  • DAVIES, Catherine. Contemporary feminist fiction in Spain: the work of Montserrat Roig and Rosa Montero (Oxford: Berg, 1994).

  • DUPLÁA, Cristina. La voz testimonial en Montserrat Roig (Barcelona: Icària, 1996).

  • NICHOLS, Geraldine C. Escribir, espacio propio: Laforet, Matute, Moix Tusquest, Riera y Roig por sí mismas (Minneapolis [U.S.A.]: ISIL, 1989).

  • TAVERA GARCÍA, Susanna. "Roig i Fransitorra, Montserrat", en MARTÍNEZ, Cándida; PASTOR, Reyna; PASCUA, Mª José de la; y TAVERA, Susanna [directoras]: Mujeres en la Historia de España (Madrid: Planeta, 2000), págs. 663-666.

  • VV. AA. Memorial Montserrat Roig. Cicle de conferències del 9 al 23 de novembre de 1993 (Barcelona: ICàD, 1993).

  • VV. AA. Montserrat Roig: el compromís d'una escriptora (Barcelona: Ajuntament de Montcada i Reixach, 1996).

Autor

  • J. R. Fernández de Cano.