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Ocio y entretenimientoBiografía

Rodríguez Pérez, José Antonio, "José Antonio Campuzano" (1954-VVVV).

Matador de toros español, nacido en Écija (Sevilla) el 30 de enero de 1954. En el planeta de los toros es conocido por el sobrenombre de "José Antonio Campuzano". Es el hermano mayor de otros dos toreros sevillanos que vienen anunciándose en los carteles con el mismo apellido, Tomás Rodríguez Pérez ("Tomás Campuzano") y Manuel Rodríguez Pérez ("Manuel Campuzano").

Hizo su debut en festejos picados en la temporada de 1971, año en el que pudo acceder a un par de novilladas serias en medio de los festivales y demás festejos menores en que se venía fogueando. Decidido, en fin, a orientar su vida profesional en la dura senda del Arte de Cúchares, se presentó en la plaza Monumental de Las Ventas el 24 de septiembre de 1972.

Tras los altibajos normales en estos comienzos de su carrera, el 29 de abril de 1973 compareció en las arenas de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, dispuesto a tomar la alternativa que iba a otorgarle el célebre coletudo madrileño Luis Miguel González Lucas ("Luis Miguel Dominguín"), que había reaparecido durante la temporada anterior. Fue testigo del evento el no menos famoso espada gaditano Francisco Rivera Pérez ("Paquirri"), quien contempló cómo se doctoraba José Antonio Campuzano frente a una res marcada con el hierro de don Carlos Núñez, que atendía al peregrino nombre de Simpatía.

Precedido de estas magníficas referencias, el día 7 de junio de aquella misma temporada se anunció en Madrid, en la Corrida de la Beneficencia, donde había de confirmar su título de doctor en tauromaquia. El redondo cartel de aquella tarde lo completaban el susodicho Luis Miguel Dominguín, que repetía su papel de padrino, y el magistral espada salmantino Santiago Martín Sánchez ("El Viti"), que comparecía en calidad de testigo. El toro de la confirmación, llamado Rabanero, había pastado en las dehesas de don Manuel Arranz.

Una vez investido como matador de toros, inauguró su carrera en el escalafón superior con un total de treinta y cuatro festejos toreados en la campaña de 1973, en la que dejó buena constancia de su enorme poderío en el manejo de la muleta. Sin embargo, y a pesar de esta facilidad para someter la embestida de las reses más variadas, comenzó a experimentar un veloz descenso en el número de ofertas que recibía, lo que se tradujo en veintidós intervenciones en la temporada de 1974. A partir de entonces, el desinterés de los empresarios se acentuó considerablemente, lo que dio lugar a un hondo bache en la carrera taurina de José Antonio Campuzano.

Pero a raíz de una extraordinaria actuación en la Maestranza hispalense, el día 2 de octubre de 1977 logró remontar el vuelo y enderezar de nuevo su carrera. Compartió un humilde cartel, aquella tarde, con Gabriel Puerta y Antonio Francisco Vargas, ante quienes desorejó a un astado del hierro de don Antonio Campos Peña. Se tuvo en cuenta esta recuperación en la campaña de 1978, y aún más en la siguiente, a la que dio cumplido remate habiendo alcanzado un total de diecisiete festejos toreados. Firmó, después, veintitrés ajustes en 1980, para volver al desánimo en el transcurso del año siguiente, en el que tan sólo recibió doce ofertas (dos de las cuales procedían de empresarios lusos).

Sin embargo, de nuevo resurgió de sus cenizas en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Fue un 3 de mayo de 1982, fecha en la que se alzó con el título de máximo triunfador de la Feria de Abril de aquel año, merced a las faenas que enjaretó a un lote perteneciente a la ganadería de doña María Luisa Domínguez. Éste clamoroso triunfo le permitió hacer cincuenta y tres paseíllos en aquella temporada de 1982, y empezar la de 1983 como uno de los matadores de toros cuyo concurso se hacía insoslayable en las principales plazas del país. Y, en efecto, para no defraudar estas expectativas cortó un oreja en la madrileña Feria de San Isidro de aquel año, tras haber realizado una espléndida faena a un morlaco marcado con la señal de don Féliz Hernández. Cosechó este triunfo el día 21 de mayo, en presencia de dos compañeros de cartel tan destacados -por aquellas fechas- como el abulense Avelino Julio Robles Hernández ("Julio Robles") y el soriano José Luis Palomar Romero.

En la campaña siguiente, encaramado en los puestos cimeros del escalafón, triunfó ruidosamente el las arenas colombianas de Cali, el día 3 de enero de 1984, en presencia del albaceteño Dámaso González Carrasco y el bogotano Julio César Rincón Ramírez ("César Rincón"), tras haber cortado sendas orejas a dos toros de la vacada de Fuentelapeña. En esta línea de triunfador, dio fin a la temporada de 1985 habiendo intervenido en más de ochenta y cinco festejos, y ello a pesar de que perdió varios contratos por culpa de una cornada que, en Madrid, le propinó en la axila izquierda un toro de Victorino Martín. Con todo, culminó aquel su mejor año en segundo lugar del escalafón de matadores de toros.

En tierras hispanoamericanas, confirmó su alternativa en México el día 12 de enero de 1992, donde, apadrinado por Curro Rivera y en presencia del testigo César Pastor, dio muerte al toro Zacatecano, perteneciente al hierro de don Javier Garfias. Posteriormente, su estela fue decayendo hasta volver casi al anonimato, pues a mediados de la década de los noventa puede decirse que apenas toreó alguna tarde en plazas de su región. Vencido por el desánimo, decidió retirarse del ejercicio activo del toreo en la temporada de 1996, tras haberse enfrentado con la empresa de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla; pero, después de pasar una temporada en el dique seco, ha anunciado su vuelta a los ruedos en la campaña de 1998.

Autor

  • JR.