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LiteraturaBiografía

Rodríguez, Luis Felipe (1884-1947).

Narrador cubano, nacido en Manzanillo en 1884 y fallecido en La Habana en 1947. Autor de una interesante producción prosística que se desenvolvió con soltura tanto por el terreno de la narración breve como por el de la novela extensa, partió de unos presupuestos estéticos influidos todavía por el posmodernismo para, tras superar una etapa de claro influjo vanguardista, acabar situándose en el ámbito de los escritores de su generación que denunciaban la descomposición social de la isla antillana. Considerado, sobre todo por sus relatos, como uno de los precursores del criollismo en las Letras hispanoamericanas, pasa también por ser el primer cuentista de la literatura cubana contemporánea.

Nacido en el seno de una familia humilde, el joven Luis Felipe Rodríguez alimentó su innata vocación literaria con numerosas lecturas que, a falta de otras fuentes académicas, le proporcionaron una sólida formación autodidacta. Fruto de esta voracidad lectora fueron las fuertes influencias del Modernismo tardío que se hicieron patentes en sus primeros escritos, bien es verdad que entreveradas de profundas reminiscencias románticas y una singular tendencia a la ironía que, poco a poco, le permitió ir despojándose de esa sujeción a los modelos del pasado reciente para incorporar algunos de los novedosos logros de la Vanguardia. Este proceso estético e ideológico se puso de manifiesto principalmente a mediados de los años treinta, cuando Luis Felipe Rodríguez dio a la imprenta una de sus obras más conocidas, la novela titulada Ciénaga (La Habana: Trópico, 1937), que no era sino una nueva versión de otra narración suya, La conjura de la ciénaga (Madrid: V. H. Sanz Calleja, 1923), publicada catorce años antes. A través del cotejo de ambas novelas se observa nítidamente el abandono de los recursos melodramáticos propios del romanticismo tardío (que marcaban la pauta de la versión publicada en primer lugar) para alcanzar un nuevo registro narrativo en el que la alegoría se ponía al servicio de la denuncia social (como ocurría en la segunda versión de la novela).

Además de estas dos interesantes narraciones, en la producción literaria de Luis Felipe Rodríguez brillan con luz propia dos sugerentes recopilaciones de relatos que, publicadas bajo los títulos de La pascua de la tierra natal (Madrid: Sucesores de Rivadeneyra, 1928) y Marcos Antilla, relatos de cañaveral (La Habana: Hermes, 1932), toman su aliento estético de la más pura tradición realista para reflejar con asombrosa fidelidad el mundo campesino cubano de la primera mitad del siglo XIX. Desde una firme voluntad de precisión y verosimilitud, el narrador de Manzanillo echó mano de todos los elementos que conformaban el universo rural de su entorno (incluidos los léxicos, con un amplio registro de americanismos y cubanismos) para describir la degradación económica y cultural que afectaba a la clase campesina cubana, en medio de múltiples referencias a un contexto social que anticipan algunos de los rasgos más significativos de lo que después se denominaría criollismo. No obstante, y a pesar del empeño que puso Rodríguez en la reconstrucción fidedigna del ambiente rural descrito en sus cuentos, es necesario reconocer que el tratamiento superficial de muchas de las historias referidas por el narrador de Manzanillo, así como la forzada creación de algunos personajes y situaciones poco verosímiles, malograron una buena parte de sus obras, que desde la perspectiva actual se le antojan al lector crítico demasiado esquemáticas y convencionales.

El resto del corpus narrativo de Luis Felipe Rodríguez se completa con las obras tituladas La ilusión de la vida (Valencia: F. Sempere, 1912), Cómo opinaba Damián Paredes (Valencia: Prometeo, 1916) y La copa vacía (Madrid: Tipografía Yágüez, 1926). Casi treinta años después de la desaparición del escritor cubano, vio la luz una recopilación de sus mejores escritos presentada por Cira Romero bajo el título de Ciénaga y otras narraciones (La Habana: Letras Cubanas, 1975); y, al cabo de tres años, salió de los tórculos su texto inédito El negro que se bebió la luna (La Habana: Letras Cubanas, 1978).

Bibliografía

  • - CASTELLANOS, Francisco José. "Una opinión sobre Damián Paredes", en Ensayos y diálogos (La Habana: Comisión Nacional Cubana de la UNESCO, 1961), págs. 99-105.

- GARRANDÉS, Alberto. "Juicios en torno a una lectura de Luis Felipe Rodríguez", en Anuario L / L (La Habana), 20 (1989), págs. 5-38.

- GONZÁLEZ Y CONTRERAS, G. "La sátira y el humorismo en Luis Felipe Rodríguez", en Revista Cubana (La Habana), 16-18 (1936), págs. 255-261.

- MUIÑOS, René. "Notas para una sociología del cuento de Luis Felipe Rodríguez", en Santiago (Santiago de Cuba), 17 (1975), págs. 203-212.

- ROCASOLANO, Alberto. "Luis Felipe Rodríguez, entre el querer y el poder", en Unión (La Habana), 1-2 (1971), págs. 123-127.

J. R. Fernández de Cano

Autor

  • J. R. Fernández de Cano.