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HistoriaLiteraturaMatemáticasBiografía

Rodríguez de Lista y Aragón, Alberto (1775-1848).

Religioso y erudito español, nacido en Sevilla, el 15 de octubre de 1775, y fallecido en la misma ciudad, el 5 de octubre de 1848. Era hijo de Francisco Rodríguez de Lista y de Paula Aragón, propietarios de una fábrica de telares de seda. Al mismo tiempo que se ejercitaba en el manejo de estos telares, estudió en la Universidad de Sevilla Filosofía, Teología y Matemáticas, materia esta última de la que a los 13 años de edad fue sustituto en la cátedra que sostenía la Sociedad Económica. Más tarde, en 1796, sería profesor de Matemáticas en el Colegio de San Telmo de Sevilla. Fue también miembro de una Academia particular de Humanidades cuya misión era la de restaurar el buen gusto. En 1803 se hizo sacerdote.

Alberto Lista, A las ruinas de Sagunto.

Colaboró como poeta en el Correo Literario y Económico de Sevilla (1803-1808). Con la Guerra de la Independencia, él y Matute crearon la Gaceta ministerial de Sevilla (1808-1809), y en 1809 se incorporó a la Gaceta del Gobierno que dirigía Capmany. Colaboró también en la segunda etapa del Semanario Patriótico, que empezó el 4 de Mayo de 1809. El mismo año pronunció su Elogio del Serenísimo Señor Don José Moñino, Conde de Floridablanca, Presidente de la Suprema Junta Central gubernativa de los Reynos de España e Indias (Sevilla: Imprenta Real, 1809), folleto en el que ya encontramos un extrañísimo elogio de la revolución española, equiparada entusiásticamente a "no hacer revolución alguna". Publicó después El Espectador sevillano, cuyos números salieron a la luz entre el 2 de octubre de 1809 y el 29 de enero de 1810.

Tres días después entraron en Sevilla los franceses; Lista, de talante oportunista, se hizo afrancesado y en seguida masón. No fue un afrancesamiento pasivo; antes bien, ocupó cargos y tuvo distinciones de relativa importancia bajo influencia de los invasores. Así, por ejemplo, fue catedrático de Humanidades; el 28 de Junio de 1811 acompañó el solemne traslado de las cenizas de Arias Montano desde el convento de Santiago de la Espada a la Iglesia Patriarcal; fue medio-racionero electo, redactor de la Gaceta de Sevilla y encargado por la prefectura de cuestiones literarias, por lo que fue el encargado de redactar el Discurso de un eclesiástico a sus compatriotas, en el que recomendaba la interrupción de toda resistencia nacional. Colaboró intensamente con Soult, de hecho fue su propagandista político y cultural, además de traducir a Molière: El enfermo de aprensión (1812).

Ante la pérdida de la guerra por los franceses, tuvo que emigrar a Francia, pero regresó a España en Marzo de 1817. Vivió entonces en Pamplona y en Bilbao. En esa época publicó varios libritos de Matemáticas: Tratado elemental de Aritmética (Bilbao, 1819), Tratado de Álgebra (Bilbao, 1819) y Tratado elemental de Geometría (Bilbao, 1819), y con la revolución de 1820 marchó a Madrid. En este año se publicaron en Madrid las Reflexiones imparciales sobre la Inquisición, firmadas con las iniciales D. A. L., y que algunos le han atribuido. Excluido de la clase de Humanidades de San Isidro por ser afrancesado, fue redactor de El Sol (1820), de El Censor (1820-1822) y de El imparcial (1821-1822), y a partir de 1821 fue profesor en una institución privada, el Colegio de San Mateo, en el que supo preparar un buen plantel de discípulos. Entre ellos pueden citarse Mariano Roca de Togores, después marqués de Molins; Juan de la Pezuela, después conde de Cheste; José de Espronceda; Ventura de la Vega, Felipe Pardo y Eugenio de Ochoa.

Publicó la primera edición de sus Poesías en Madrid, en el año 1822; disertó en el Ateneo en 1822-1823, fue miembro de la Academia Nacional en la sección de literatura y artes (1823) y colaborador del Periódico del Ministerio de la Gobernación de la Península (1823) y, entre 1823 y 1825 (o acaso 1826), publicó Elementos de Matemáticas puras y mixtas, editado en cuatro tomos. Oportunista siempre, en 1828 se le empleó en la propaganda del régimen con especial servilismo respecto del rey, y se le mandó a Bayona como redactor de la Gaceta de Bayona, cargo que ejerció desde el 3 octubre de 1828 hasta el 16 de agosto de 1830. El 1 de noviembre de ese mismo año entró como redactor en la Estafeta de San Sebastián, y permaneció en ese puesto hasta el 11 de julio de 1831. Por aquel entonces seguía viviendo en Francia, con ocasionales estancias en San Sebastián, pero en enero 1833 fue nombrado director de la Gaceta de Madrid (hasta julio 1837) y se trasladó a la capital de España; fue también director de La Estrella, periódico a favor de la causa de Isabel II y de Cea Bermúdez. Recibió la gran cruz de Isabel la Católica en 1833. Volvió a ser profesor en el Ateneo, y con las lecciones que aquí dio y otras publicó en 1836 sus Lecciones de Literatura española. En ese mismo año formó parte de la Comisión que estableció el plan de estudios de la Universidad de Madrid; colaboró en El Patriota (1836-1837), periódico mendizabalista (véase Juan Álvarez Mendizábal); fue nombrado catedrático de la Universidad de Madrid (1837); publicó en 1838 un Resumen analítico de la historia universal del Conde de Segur, pero en julio del mismo año perdió al parecer su puesto en la Universidad de Madrid, lo que le indujo en a trasladarse a Cádiz en septiembre. Allí fue profesor en el Colegio de San Felipe Neri (1838-1843) y, en este lapso, publicó Lecciones de literatura dramática española (Madrid, 1839) y Artículos críticos y literarios (Palma, 1840). Colaboró en El Tiempo (Cádiz, 1839-1840) con artículos de tipo literario que reprodujeron otros periódicos y luego se coleccionaron, y publicó Recuerdos del doctor Mármol (Sevilla, 1841). En 1844 se trasladó a Sevilla, de cuya Universidad fue profesor, y allí aparecieron sus Ensayos literarios y críticos, con prólogo de José Joaquín de Mora.

Fue canónigo de la catedral de Sevilla en 1846, y el 3 de marzo de 1847 ingresó en la Academia de la Historia con un discurso sobre Carácter del feudalismo en España, en el que negaba la existencia del mismo en dicho país y enlazaba así con una tradición reaccionaria que se remonta al Trienio. Analizando el pensamiento de Lista, aparece siempre en él una profunda nota reaccionaria, unida a un gran talento y a un oportunismo político que irritaba profundamente a sus contemporáneos. Además de las obras citadas, se han publicado de este autor sus Poesías inéditas (José María de Cossío: Madrid, 1927), dos cartas de Lista a Juan Gualberto González (de 1832 y 1844), otra a Hidalgo (sin fecha), tres a Antonio Cavanilles (de 1829 y 1830), un soneto a la Academia del Mirto y la tragedia Roger de Flor (incompleta), algunos documentos de cuando dirigía la Gaceta y una serie de cartas a Musso y Valiente (1828-1833), todos estos últimos documentos publicados por Martínez Torrón en El alba del Romanticismo español (1993).

Bibliografía.

  • GIL NOVALES, Alberto: Las Sociedades patrióticas. Madrid: Tecnos, 1975.

  • JURETSCHKE, Hans: Vida, obra y pensamiento de Alberto Lista, Madrid, 1951.

  • PALAU Y DULCET, Antonio: Manual del librero hispano-americano. 2ª ed. Barcelona, 1948-1977.

A. GIL NOVALES.

Autor

  • Gil Novales.