Roca, Vicente Ramón (1792-1858).
Político ecuatoriano, nacido en Guayaquil el 2 de septiembre de 1792 y fallecido en la misma ciudad el 23 de febrero de 1858. Fue miembro del gobierno provisional desde el 7 de marzo hasta el 8 de diciembre de 1845 y presidente constitucional en el período 1845-1849. No cursó estudios superiores, y quizás tampoco los secundarios. Hombre práctico, disciplinado, serio y ambicioso, se convirtió desde su juventud en próspero comerciante, y se entregó en persona y fortuna a la causa de la independencia. Gozó de la amistad de Simón Bolívar y la Gran Colombia le hizo un reconocimiento por sus servicios al frente de las finanzas de Guayaquil. Fue representante y senador en varias oportunidades, y uno de los líderes de la revolución "marcista", aquella que se llevó a cabo en Guayaquil el 6 de marzo de 1845 contra el presidente Flores. A raíz de la revolución, se formó un triunvirato del que formaba parte Roca, junto con Olmedo y Diego Noboa; así aparecían representadas Quito, Guayaquil y Cuenca. El objetivo de este gobierno provisional era ganarse la adhesión del resto del país, porque todavía seguía al frente del gobierno el general Flores, quien se atrincheró en la hacienda "La Elvira" sin que los triunviros pudieran derrotarlo, aunque pronto negoció con los rebeldes en la hacienda "La Virginia", propiedad de Olmedo. El general Flores prometió irse a Europa por un par de años si el Gobierno Provisional le conservaba la jerarquía militar, los honores y las rentas, le pagaba los sueldos atrasados y le daba unos viáticos de 20.000 pesos. El triunvirato aceptó de inmediato y Flores viajó a Inglaterra. Reunida la Convención en Cuenca, eligió como presidente de la república a Roca después de numerosas votaciones, y anuló los tratados de "La Virginia". Uno de los grandes problemas que tuvo que afrontar Roca durante su gobierno fue precisamente la amenaza de una reconquista del Ecuador que Flores estaba preparando desde Europa. Ante ese temor, Roca envió emisarios a varias capitales sudamericanas con el objeto de formar un frente común ante un eventual intento de invasión. La opinión pública inglesa negó todo apoyo a Flores y el proyecto se vino abajo. Roca supo capear la crisis floreana: se rodeó de personas competentes, respetó a la oposición y logró mantener la unidad de la Nación. Salió empobrecido de la presidencia, y en 1851 fue desterrado al Perú. A su regreso a Guayaquil, llevó una vida insegura y pobre, trabajando hasta su muerte como empleado de una casa de comercio de su primo Agustín Roca.
