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Rekhiario o Requiario, Rey suevo (448-456).

Rey de los suevos entre el año 448 y 456. Proclamado rey en el mes de agosto tras la muerte de su padre Rekhila, ascendió muy joven al trono. Las fuentes hablan de él como el primer monarca católico germánico, anticipándose medio siglo al franco Clodoveo. Esto ha hecho pensar que tras su conversión vendría la de parte de su pueblo, pero esta adopción de la doctrina católica del cristianismo sólo duraría diecisiete años, ya que en el año 465, tras la predicación del gálata Ajax, la monarquía y el pueblo suevo adoptarían el arrianismo. La personalidad de Rekhiario se nos ha trasmitido como la de un hombre de talante barbárico, que poseyó una excesiva ambición y se opuso constantemente a la autoridad romana, tanto de facto como simbólicamente -por ejemplo se atrevió a acuñar moneda con su propio nombre junto al emperador Honorio-, y que políticamente se mostró imprudente; no supo medir su propia debilidad y sobre todo la fortaleza de sus adversarios, lo que le llevaría a su propia destrucción y a que el reino visigodo estuviese a punto de desaparecer.

Rekhiario, tras ascender al trono, rompió la situación jurídica en que se basaban las relaciones de su pueblo con Roma. Los suevos, al igual que los godos y otros pueblos germánicos, se asentaron dentro del limes romano, afincándose en la Gallecia, y tras un periodo de enfrentamientos el obispo de Chaves, Idacio, logró la firma de un foedus con el rey Hermerico en el año 433. Rekhiario rompió todos los acuerdos firmados y se dedicó a asolar, ya desde los primeros momentos de su reinado, algunas regiones de la Hispania. Pese a estas actuaciones, buscó asegurarse la paz con Roma y con sus guardianes en el territorio hispano, los visigodos. Roma, por su parte, buscaba acabar con los efectos devastadores de los suevos. La paz se concretó en un tratado que fue ratificado con el matrimonio del monarca suevo con una hija de monarca visigodo Teodorico I en el año 449. En su viaje hacia la corte tolosana para desposar a la goda, Rekhiario aprovechó para saquear Vasconia y las regiones cesaroagustianas. A su regreso de Tolosa encontró el suevo la ocasión de saquear la ciudad de Lleida y la región de Zaragoza. En el caso de esta última, Rekhiario y sus suevos pudieron aprovecharse de la confusión creada en la zona por la actuación de un nuevo movimiento bagaúdico surgido de nuevo en el valle del Ebro. En el año 453, tras la victoria visigodo-romana sobre los hunos en los Campos Catalaúnicos y afianzada de nuevo la posición del Imperio, el dux de la Galia, Aecio, decidió intervenir en Hispania. Envió una embajada, integrada por Mansueto y Fronto, para imponer a los suevos un tratado de paz que estipulaba la devolución al Imperio de la Cartaginense, que estaba sometida a los suevos desde la época de Rekhila, de forma que los límites del reino suevo quedaban reducidos a las antiguas provincias de Lusitania y Gallaecia. Dada la convulsión de este periodo, tanto en el Imperio como en el propio reino godo de Tolosa, Rekhiario rompió de nuevo el tratado firmado. En Roma se estaba produciendo un vertiginoso cambio de emperadores hasta la proclamación de Avito. Rekhiario no le reconocía como Emperador por lo que se produjeron conversaciones entre Avito y el nuevo monarca visigodo Teodorico II(453-466) para intentar buscar soluciones a la problemática con los suevos. En primer lugar, Roma envió como legado de nuevo al conde Fronto para obligar al suevo a cumplir los compromisos acordados y con el mismo objeto llegó una embajada enviada por Teodorico II. La respuesta de Rekhiario fue despedir a los legados e inmediatamente realizar incursiones por la Tarraconense, a la que saqueó y de la que llevó a Galicia numerosos cautivos. La respuesta de Teodorico II, con el beneplácito de Avito, fue la entrada en la Hispania de un poderoso ejército visigodo, en el que figuraba un contingente de tropas auxiliares burgundias, con el rey Gundioco al frente, que emprendió una gran campaña contra los suevos, tras la cual Rhekiario fue vencido. La derrota definitiva aconteció en una batalla en la llanura del Páramo, a orillas del río Órbigo, el 5 de octubre del año 456 a doce millas de Astorga. Tras la derrota, el suevo se replegó hacia Braga y luego hacia Oporto, donde sería definitivamente hecho prisionero y ejecutado en diciembre de ese mismo año. Teodomiro II reorganizó políticamente el reino suevo al imponer como gobernador al godo Agiulfo.

Bibliografía

  • GARCÍA MORENO, L.A.: Historia de España Visigoda. Madrid: Cátedra, 1989.

  • TORRES RODRÍGUEZ, C.: "Reckiario. Rey de los suevos: primer ensayo de unidad peninsular", en Boletín de la Universidad Compostelana, n. 65 (1957).

  • VV.AA.: "España Visigoda", en Historia de España dirigida por Ramón Menéndez Pidal. Tomo III (Madrid: Espasa-Calpe, 1985).

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  • dfcf