Reina, Francisco de la (s. XVI).
Veterinario español, de cuya biografía se desconocen numerosos datos. Se piensa que pudo nacer en Burgos o Zamora, y que ejerció su profesión de albéitar en esta última ciudad. Alcanzó mayor renombre hacia 1546. En cuanto a su formación, se desprende de su obra que no solamente era un excelente práctico, sino que poseía un bagaje poco habitual de conocimientos teóricos. Él mismo afirma que tradujo del latín al romance una obra de Alberto el Magno. Por otra parte, toda su obra está llena de citas de Hipócrates, Aristóteles y otros clásicos. Sin embargo, desconocía a los autores griegos y latinos que habían escrito de hipiatría, y tampoco alude directamente a los autores árabes e hispanos del medievo, aunque Sanz Egaña opina que conserva los saberes de estos últimos recogidos por la tradición profesional.
Fue autor de un tratado que, con el título de Libro de Albeitería, fue reeditado once veces: ocho entre 1552 a 1603, sin ningún cambio, y tres entre 1603 a 1647, con glosas y añadidos de Fernando Calvo. La obra debe considerarse como el fruto de la observación clínica y la experiencia, más que como consecuencia de planteamientos teóricos. Quizás esta característica y la incorporación al libro de un capítulo final sobre el arte de herrar nuevo y el "Arte de herrar viejo", de Juan de Vinuesa, sean las claves de su difusión. En dicho capítulo final, de la Reina expone ideas acerca de las prácticas del herrado higiénico, que a partir de entonces ha inspirado a los mejores autores de podología (Juan Álvarez Borges lo reprodujo más tarde en su obra). El "arte de herrar" de de la Reina, por otra parte, fue brillantemente continuado por Bartolomé Guerrero Ludeña, y constituyó el punto de partida de muchos tratados sobre el tema que circularon por Europa.
El resto de la obra de Francisco de la Reina se divide en noventa y cinco capítulos. Los primeros noventa y tres están destinados a describir las enfermedades de los équidos. El nonagésimo cuarto es un amplio cuestionario de diversos temas de patología general y especial, que fue utilizado como texto en los exámenes del Tribunal del Protoalbeiterato. El último capítulo trata de las características externas de los caballos, de la edad y de la perfección en los mismos.
El aspecto de la obra que más ha ocupado a los historiadores ha sido el hecho de que, de una de las preguntas del cuestionario, parece desprenderse que de la Reina conocía la existencia de la circulación mayor de la sangre antes que Harvey. El texto en cuestión es el siguiente: "Si te preguntaren: ¿por qué razón cuando desgobiernan un caballo de los brazos o de las piernas sale la sangre de la parte baja y no de la alta? Responde: Porque se entiende esta cuestión, habéis de saber que las venas capitales salen del hígado, y las arterias del corazón, y estas venas capitales van repartidas por los miembros de esta manera: en ramos y meseraicas por la parte de afuera de los brazos y piernas, y van al instrumento de los vasos, y de allí se tornan estas meseraicas a infundir por las venas capitales que suben desde los cascos por los brazos a la parte de dentro. Por manera que las venas de la parte de afuera tienen por oficio llevar la sangre para abajo, y las venas de la parte de dentro tienen por oficio llevar la sangre para arriba. Por manera que la sangre anda en torno y rueda por todos los miembros, y unas veces tienen por oficio de llevar dentro, hasta el emperador del cuerpo, que es el corazón, al cual todos los miembros obedecen. Esta es la razón de esta pregunta".
Fundándose en este pasaje, los apologistas de la ciencia española convirtieron al albéitar zamorano en descubridor de la circulación de la sangre. Uno de los primeros en defenderlo fue Benito Jerónimo Feijóo, que afirmó que no consta "que antes que Harbeo, haya algún médico o filósofo que haya hablado de la circulación de la sangre con voz de circulación ni otra equivalente, a excepción de nuestro albéitar". Sin embargo, ya Antonio Hernández Morejón hizo notar que de la Reina se limitaba a exponer las ideas fisiológicas habituales en su ambiente. Por supuesto, no es posible homologar el descubrimiento de Harvey con las alusiones imprecisas a la circulación que hace de la Reina, todas ellas insertas en un contexto galénico tradicional en el que el hígado ocupa una situación preponderante.
Bibliografía.
Fuentes.
Libro de albeitería: en el cual se verán todas cuantas enfermedades y desastres suelen acaecer a todo género de bestias, y la cura de ellas. Así mismo se verán los colores y facciones para conocer un buen caballo y una buena mula. El más copioso que hasta agora se ha visto, Astorga: Agustín de la Paz, 1547.
Estudios.
SANZ EGAÑA, C.: Historia de la Veterinaria española. Albeitería, mariscalería, veterinaria, Madrid: Espasa-Calpe, 1941, pp. 112-119.
PALAU CLAVERAS, A.: Biblioteca hispánica de Veterinaria y Equitación, Bilbao: Imprenta Industrial, 1973, pp. 10-12.
MARISCAL, N.: Participación que tuvieron los médicos españoles en el descubrimiento de la circulación de la sangre, Madrid, 1931.
SANCHO DE SAN ROMÁN, R.: "Estudio crítico de la obra de Francisco de la Reina", en Cuadernos de Historia de la Medicina Española, 2, 1963, pp. 23-42.