Recasens i Mercadé, Eduard (1884-1940).
Banquero español nacido en Reus (Barcelona) en 1884 y fallecido en París en 1940. Aunque de familia modesta (su padre fue dependiente en una ferretería), Eduard comenzó a trabajar como meritorio en el Banco de España de Reus. Sin embargo, tras sustituir a su padre en el negocio de representaciones, llegó a ser corredor de comercio en Reus.
Inició sus primeros pasos en la política como militante del Foment Republicà Nacionalista, partido republicano de izquierdas en el que entabló amistad con Evarist Fábregas. Ambos fueron regidores en el ayuntamiento de Reus y en 1916 crearon la empresa bancaria Fábregas i Recasens SRC, abriendo un año después su primera sucursal en las Ramblas de Barcelona.
El 16 de mayo de 1918, durante una conferencia en el Centre Autonomista de Dependents del Comerç i de la Industria (CADCI), Eduard Recasens presentó su proyecto bancario, basado en la reacción de la banca catalana encaminada a la creación de un Banco de Cataluña.
Como comienzo de ese proyecto, entre 1818 y 1920 Fábregas y Recasens SRC compró la mayor parte de las acciones del Banco de Reus de Descuentos y Préstamos, el Banco de Tortosa y el Banco Comercial de Tarragona, aunque la culminación del proyecto tuvo lugar con la creación del Banco de Cataluña S.A. en Barcelona el 23 de junio de 1920.
Sin embargo, la crisis financiera en esta región española, con la suspensión de pagos del Banco de Barcelona, parecía el final del proyecto. Tras superar esta crisis, el Banco de Cataluña inició una expansión que le llevó, en 1931, a tener 67 oficinas que, junto a la de los bancos controlados, suponían un total de 130 sucursales.
Gran parte de esta expansión se debió a la amistad que la familia Recasens tenía con Calvo Sotelo. Aunque éste era conservador valoraba la iniciativa empresarial de los Recasens, y en 1927, ocupando el Ministerio de Hacienda, el grupo de empresas formado entre otros por el Banco de Cataluña resultó adjudicatario del monopolio del petróleo, con la creación de la Compañía Arrendataria del Monopolio del Petróleo (CAMPSA). Un año después también se le adjudicó la creación del Banco Exterior de España.
Debido a las tensiones surgidas dentro de CAMPSA, Recasens compró en 1929 unas concesiones petrolíferas en la zona de Maracaibo (Venezuela) y pidió autorización a Calvo Sotelo para la creación de una nueva empresa petrolífera, surgiendo tras su aprobación la Compañía Española de Petróleos (CEPSA), de la que Recasens fue su primer consejero delegado. Aunque inicialmente menos importante que CAMPSA, al cabo de poco tiempo superó en rentabilidad a ésta.
Con la crisis surgida en el ámbito internacional ese mismo año, con el cierre del Kredit Anstalt austríaco y la declaración de quiebra del Banco de Ginebra, junto con el cambio de gobierno de 1931, se inició un descenso en la cotización de las principales empresas del país.
A finales de mayo de 1931 el Ministerio de Hacienda, presidido por Indalecio Prieto, ordenó a CAMPSA la cancelación de sus depósitos en el Banco de Cataluña. Esto provocó una gran desconfianza en el resto de los clientes, que decidieron retirar sus fondos. El 7 de julio de 1931 la situación fue desastrosa y el banco presentó suspensión de pagos. Tras su declaración, Eduard Recasens se trasladó a París y permaneció allí hasta su fallecimiento.
RUF