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HistoriaPolíticaBiografía

Ramón Borrell III, Conde de Barcelona (972-1018).

Primer conde independiente de Barcelona, Gerona y Ausona, desde el año 992 al 1018, nacido en el año 972 y muerto en Barcelona el 25 de febrero del año 1018. Hijo de Legarda de Rovergue y de Borrell II, de quien heredó los citados condados, mientras que su otro hermano, Armengol, hizo lo propio con el condado de Urgel, de cuya tutela se hizo cargo Ramón Borrell durante la minoría de edad de éste.

En 986, cuando tan sólo contaba con catorce años, Ramón Borrell fue asociado al gobierno del condado por su padre Borrell II, un año antes de que la ciudad fuese totalmente arrasada por las fuerzas califales mandadas por el victorioso general Almanzor. En el año 992 murió Borrell II, así que Ramón Borrell le sucedió al frente de los condados, en un momento extremadamente difícil, en el que la ciudad de Barcelona aún no se había repuesto del ataque musulmán, con el temor de que dichas razias se repitiesen. Con todo, Ramón Borrell se dispuso a reorganizar a todos los niveles el devastado condado, de forma que se casó con la hija de Roger I de Carcasona, Ermesinda, para incorporar la herencia de ésta a sus territorios. También se aplicó con ardor a la tarea ingente de reorganizar la administración y la justicia del palacio condal, tal como correspondía a un príncipe que actuaba con plena independencia respecto de la antigua soberanía franca. Con respecto al condado de Urgel, Ramón Borrell llevó a cabo una política de tutela y de colaboración con su hermano menor Armengol, lo que hizo que prácticamente la disgregación no fuera tal, y menos aún cuando, a partir del año 1010, Ramón Borrell se hiciera cargo temporalmente de su administración tras el fallecimiento de su hermano en el campo de batalla.

La ascensión al trono pontificio de Gerberto d'Aurillac, con el nombre de Silvestre II, antiguo preceptor y gran amigo del emperador alemán Otón III, influyó positivamente en el devenir del condado catalán. Gracias a la amistad de Silvestre II con la familia condal barcelonesa y con diversos personajes influyentes de la Marca fue posible la consolidación e independencia progresiva de los condes catalanes de la monarquía franca. El propio Ramón Borrell emprendió un viaje a Roma, en el año 1002, acompañado del obispo de Vich, para tratar varios asuntos internos de la Iglesia del condado junto con otros de índole política, como la preparación de una cruzada para contrarrestar el empuje musulmán en los territorios meridionales del condado. El mismo viaje, con las mismas intenciones, lo realizó su hermano Armengol, un año antes.

Después de la muerte de Almanzor, en el año 1002, su hijo Abd al-Malik se hizo con el mando del ejército califal y continuó los ataques a los reinos cristianos peninsulares. A fines de ese mismo año, Ramón Borrell y su hermano Armengol organizaron una expedición militar contra las poblaciones musulmanas asentadas en el llano de la comarca de Urgel. Abd al-Malik respondió contundentemente al ataque de los condes catalanes con la formación de un espectacular ejército contra los territorios condales, en el que contó con la participación de tropas cristianas cedidas por el rey de León, Alfonso V y del conde de Castilla, Sancho I García, puesto que ambos príncipes cristianos eran vasallos de Córdoba. El hijo de Almanzor demostró estar a la altura política y militar de su padre, ya que arrasó sin contemplaciones las comarcas del condado de Urgel, y con especial saña la ciudad de Manresa, de la que prácticamente no quedó piedra en pie. Tras este feroz ataque musulmán, la política restauradora impuesta por el anterior conde Borrell II y por su hijo Ramón Borrell se desmoronó. Las exigencias reparadoras tras la catástrofe obligaron a Ramón Borrell y a su hermano Armengol a frenar su política expansiva contra los musulmanes y dirigir su atención al levantamiento y recuperación de sus respectivos condados.

La ocasión para Ramón Borrell de resarcirse del anterior desastre militar llegó en el año 1008, tras la muerte de Abd al-Malik. Una vez muerto en Córdoba el único personaje capaz de seguir la estela victoriosa iniciada por Almanzor, se formaron enseguida dos bandos antagónicos que se disputaron con auténtica ferocidad el poder, circunstancia que favoreció en grado sumo a los reinos cristianos, sometidos anteriormente al poder de Córdoba, pero atentos a la menor oportunidad de debilidad califal para sacudirse el yugo musulmán. Mientras que la facción encabezada por Sulaymán ben al-Hakam fue apoyada por el conde de Castilla, Sancho I García, el bando de Muhammad ben Hixem se procuró el auxilio incondicional de Ramón Borrell y su hermano Armengol, así como el del conde de Besalú, Bernat I.

Ramón Borrell pretendía evitar que el condado castellano se beneficiase en exclusiva del futuro reparto territorial del cadáver del califato. Así pues, en el año 1010, se organizó una expedición catalana compuesta por unos diez mil hombres, capitaneada por el propio Ramón Borrell y su hermano, los cuales aumentaron su tropa a su paso por las ciudades musulmanes de Zaragoza y Toledo, afectas al candidato Muhammad ben Hixem. Nada más llegar a las inmediaciones de Córdoba, en julio de ese mismo año, se produjo la batalla de Acbar al-Bakar, totalmente favorable a las fuerzas catalanas, tras la cual saquearon la ciudad califal de Córdoba y consiguieron un gran botín en oro. Aunque la fortuna conseguida por los catalanes fue importante, no obstante el balance final no fue tan positivo ya que perdieron la vida relevantes personajes, como el propio conde de Urgel, Armengol; así como el obispo de Barcelona, Accio; el hijo del vizconde barcelonés Guitardo, de nombre Adalberto; y otros miembros de la nobleza condal.

Cinco años después, Ramón Borrell aprovechó la total descomposición del califato cordobés para emprender una nueva ofensiva contra los musulmanes en su afán por extender al máximo los límites del condado catalán y ampliar su influencia territorial; con ese propósito condujo sus tropas hasta la confluencia de los ríos Segre y Ebro. Tras este gran triunfo, Ramón Borrell concentró todos sus esfuerzos en dos objetivos primordiales. El primero de ellos fue concertar el matrimonio de su hijo y heredero, Berenguer Ramón I, con la hija del conde castellano Sancho García, para lo cual se llevaron a cabo conversaciones en Zaragoza, acogidas por la corte del reyezuelo de la ciudad, Mundhir ibn Yahya, vasallo de Ramón Borrell. El otro objetivo del conde catalán era la conquista de Tarragona, auténtica obsesión para él, y restaurar su jerarquía episcopal, con lo que hubiera logrado la tan deseada emancipación eclesiástica de los condados catalanes de Narbona, sede metropolitana. Ninguno de estos dos proyectos pudo prosperar debido a la repentina muerte de Ramón Borrell, el 25 de febrero del año 1018. Fue sucedido por su hijo Berenguer Ramón I, quien gobernó hasta su mayoría de edad bajo la tutela de su madre, la condesa Ermesinda.

Durante su ajetreado gobierno, la labor repobladora de Ramón Borrell no fue menos importante que la realizada pos sus antecesores, ya que se repoblaron los confines orientales de la Segarra, la cuenca de Barberá y el extenso campo de Tarragona, vital para el cultivo de la región.

Bibliografía

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CHG.

Autor

  • Juan Miguel Moraleda Tejero