

Pozo y Sucre, José del (ca. 1741-1819).
Militar español, nacido en Caracas (Venezuela) en 1741 y muerto en Cádiz el 2 de diciembre de 1819.
Tuvo una prolija carrera militar. Fue cadete de Artillería (12 de junio de 1761), y participó en la campaña de 1762 contra Portugal. Más tarde cursó estudios en el colegio de Segovia, y ascendió a subteniente el 19 de marzo de 1763, y más tarde de Ingenieros, el 15 de agosto de 1765. Se hallaba en Orán en 1770. Tomó parte en la toma de Santa Catalina y de la Colonia del Sacramento, en 1776, y ascendió a capitán a la vez de ejército y de Ingenieros el 19 de mayo de 1778. Fue destinado a la costa de Granada en 1780, y concurrió a la expedición de Jamaica en 1782. Fue director de la Academia militar de Cádiz en 1783. Se halló en la isla de Trinidad en 1785, y fue ascendido a Teniente coronel de ejército el 2 de mayo de 1786, y de Ingenieros el 14 de mayo de 1788. Participó en la guerra de 1793 contra la República francesa en el Rosellón, y ascendió a coronel de ejército el 13 de enero de 1794. El 1 de octubre de 1794 pasó a Tolon. En 1796 partió hacia Extremadura, y regresó a Cádiz. Fue coronel de Ingenieros e Ingeniero en jefe en Aranjuez el 9 de febrero de 1797, brigadier de ejército el 21 de octubre de 1797, y mariscal de campo y director subinspector de Ingenieros el 9 de septiembre de 1807. Comandante general del Campo de Gibraltar en 1808, fue vocal de la Junta de Observación y Defensa de Cádiz ese mismo año.
Fue uno de los que firmaron el edicto del 28 de mayo de 1808 del marqués del Socorro, que le costó la vida. Fue, asimismo, director de las obras de fortificación de la ciudad y representante en Cádiz de la Junta Central. El 7 de octubre de 1808 se quejó de la conducta del capitán general de Andalucía, Morla, por haberle mandado suspender las obras de defensa, haber despedido a los empleados y haberle relevado del mando de director subinspector de Ingenieros de Andalucía (no obstante siguió titulándose así en años posteriores).
Fue autor de una serie de escritos, que presentó a la Regencia, alguno de los cuales llegó a publicar. Entre ellos se cuentan uno sobre el mal estado de la defensa de Cádiz, y las obras que era necesario introducir, presentado el 22 de octubre de 1808; otro titulado "Advertencias militares", del 19 de abril de 1810, sobre el mismo tema; siguió el "Proyecto de atacar a los enemigos que tenemos al frente, cuanto antes, para no dejarlos reforzar y fortificar en los puestos que poseen" (12 de mayo de 1810), y otro donde manifiesta las ventajas que ofrece Cádiz desde el punto de vista militar (12 de julio de 1810). También es suyo "Triste perspectiva de la suerte de Cádiz, si no atacamos a los enemigos, y los desalojamos de los puestos que ocupan en estas inmediaciones" (1 de agosto de 1810). En otro escrito se quejó del poco caso que se le hacía. Más tarde insistiría de nuevo en la necesidad de atacar al enemigo, con motivo de la introducción de lanchas francesas en el Puerto de Santa María (8 de noviembre de 1810), y al fin, es autor de otro papel sobre la necesidad ineludible del ataque (22 de noviembre de 1810). Él mismo enumeró estos escritos el 8 de diciembre de 1810.
También hacia 1810 dio comienzo una causa muy particular: Pozo remitió varios documentos a Antonio Samper, a los que éste dio curso el 14 de diciembre de 1810, en los que se quejaba de las faltas que notaba en el ingeniero comandante Juan Ordovas, y en el teniente coronel y sargento mayor Juan José Palomino; Ordovas no le daba parte de las obras que ejecutaba, y Palomino había despedido al escribiente Antonio Canepa por no asistir a la oficina. La prueba se volvió contra la acusación: Palomino fue declarado inocente, y Pozo opinó que esto se hacía así sólo para dejarle en mal lugar; aunque la causa se arrastró hasta 1815, no se le dio a Pozo toda la razón.
Publicó La verdad desnuda... Su objeto. La defensa de la patria, y señaladamente de esta interesante plaza notabilísima ciudad de Cádiz y sus dignos habitantes. La triste situación en que nos hallamos (Cádiz, 1811), seguida por otros trabajos. Pretendía el puesto de Ingeniero general de Andalucía y, al no obtenerlo, el 22 de mayo, y de nuevo el 18 de junio 1812, se dirigió a la Regencia, con palabras enérgicas, en defensa de su derecho, palabras a las que la Regencia calificó de "insolentes e insubordinadas"; teniendo en cuenta su avanzada edad, sólo se le privó del empleo de director subinspector, lo que dio lugar a nuevas respuestas del interesado.
De un artículo comunicado suyo, titulado "Injusticia atroz de la Regencia", publicado en el nº 405 del Redactor General de España (9 julio 1812), y probablemente también en tirada aparte, se dijo que podía influir en el abatimiento de los habitantes, por lo que se le envió a la junta de censura, la cual emitió dictamen el 23 de julio de 1812, en el sentido de que era "inoportuno y descarriado", y no lo halló incurso en el decreto de libertad de imprenta. En otro artículo (Cádiz 15 de julio de 1812), Pozo incluyó un "Axioma dinámico", en el que demostró que las bombas enemigas podían alcanzar a todo Cádiz. Mientras tanto, la Regencia, el 20 julio 1812, había ordenado el secuestro de nuevos papeles enviados para su impresión a la imprenta de la Misericordia, a la vez que encerraba a Pozo en el castillo de San Sebastián (Cádiz), incomunicado. El escrito, ya impreso, se tituló "Exposición Que manifiesta los agravios que hace el Gobierno al mariscal de campo D. ..., Ingeniero Director Sub-inspector De la provincia de Andalucía, y oficial decano de su cuerpo, Cádiz 1812, que contiene la Exposición a la Regencia del Reino" (Cádiz 18 junio 1812), y la "Exposición a las Cortes Generales y extraordinarias" (11 de julio de 1812). Todavía, el 20 de julio de 1812, denunció, en un "Manifiesto dirigido a sus Conciudadanos" (manuscrito), los atropellos de que era objeto por parte de la Regencia.
La causa sufrió alguna dilación, por razón de los posibles componentes del Consejo de guerra, ya que, por renuncia del coronel Agustín Fernández de la Somera, se nombró fiscal el día 21 al sargento mayor de la línea exterior de Cádiz, Pedro Rico. El duque del Parque no pudo ser el defensor, por lo que el 5 agosto 1812 se determinó el nombramiento de otro, cuyo nombre no consta. Al fin, el 9 de septiembre de 1812, quedó formado el Consejo, compuesto por el Presidente, el teniente general Manuel de la Peña; vocales, tenientes generales Antonio Amar y Félix Jones, mariscales de campo Manuel Craywinkel, Martín García y Loygorri, Juan O'Donojú, y brigadier Pedro Gámez. No se conserva la sentencia, solamente consta que ya tuvo una causa de 1810 a 1815, y que las sumarias de 1812 y 1813 llegaron hasta las Cortes. En un nuevo artículo en el Redactor (nº 568, 2 de enero de 1813), se incluyó la sentencia, finalmente recaída el 10 de diciembre de 1812 sobre la Injusticia atroz de la Regencia: destierro de Cádiz y dos leguas en su torno, y cualquier otro pueblo donde residiera la Corte. Lo firmaron el asesor de guerra Juan de Santa Cruz y Molina, y Cayetano Valdés; asimismo, dio fe Manuel González Moro. Todavía en otro artículo, fechado en Cádiz el 22 de febrero de 1813, aparecida en el Redactor (nº 621, 25 febrero 1813), se quejó de la dificultad de obtener justicia, aunque las Cortes quisieran otorgarla, pues habría que modificarse el reglamento, a fin de que los interesados, o sus procuradores, pudiesen exponer directamente ante ellas su caso. En un nuevo artículo, escrito en Cádiz, el 25 de mayo de 1813 (incluido en el suplemento al Redactor del 30 de mayo de 1813), incluyó la sentencia, dada por el gobernador de la plaza de acuerdo con el asesor Juan Santa Cruz (el 19 de mayo de 1813), que revocó la anterior (del 10 de diciembre de 1812): se declaró como bastante pena la prisión que había sufrido, se le condenó en costas, y se le apercibió para que fuera más reflexivo y respetuoso en sus quejas. Los fiscales no estuvieron de acuerdo ni en la condena en costas ni en el apercibimiento. Su abogado fue Manuel de Saturio García Sala. El interesado protestó esta nueva sentencia en un artículo dirigido a sus "Compatriotas" (Cádiz, 28 de diciembre de 1813; publicada en el Redactor, nº 928, 29 de diciembre de 1813).
Ascendió a teniente general el 13 octubre 1814, con destino en Cádiz
Bibliografía
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Archivo General Militar de Segovia.
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Archivo Histórico Nacional (Estado, legajo 6 A).
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RIAÑO, Camilo: El Teniente General Don Antonio Nariño. (Bogotá, 1973.)
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PALAU Y DULCET, Antonio: Manual del librero hispano-americano. ([2ª ed.] Barcelona, 1948-1977.)
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MOYA Y JIMÉNEZ, Francisco y REY JULY, Celestino. El ejército y la marina en las Cortes de Cádiz. (Cádiz, 1913).
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El Redactor General de España [confróntese los números citados].
A. GIL NOVALES.