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PinturaBiografía

Portinari, Cândido (1903-1962).

Pintor brasileño nacido el 29 de diciembre de 1903 en Brodosqui (São Paulo) y muerto el 6 de febrero de 1962 en Río de Janeiro, intoxicado por las pinturas que utilizaba. Considerado el pintor brasileño más importante e influyente del siglo XX, fue la figura que introdujo el Modernismo en su país. Gozó también de un gran reconocimiento en Estados Unidos y en otros lugares del mundo. Portinari no solo cultivó la pintura, fue además diseñador, grabador y una figura comprometida con los movimientos estéticos, culturales, sociales y políticos de su generación. Fue, sobre todo, un gran muralista, y destacó por pintar la vida cotidiana de su país en un estilo indiscutiblemente brasileño.

Portinari procedía de una familia humilde de inmigrantes italianos. La influencia rural estaría siempre presente en su obra, aportándole una fuente inagotable de temas y motivos.

Desde muy pequeño manifestó sus condiciones artísticas. A los 15 años, para mejorar su formación, se trasladó a Río de Janeiro, donde viviría el resto de su vida. No aprobó el examen de acceso en la Escuela Nacional de Bellas Artes y decidió matricularse en el Liceo de Artes y Oficios. Finalmente, pasó a Bellas Artes, donde completó sus estudios. Allí adquirió un conocimiento técnico profundo y una amplia y sabia forma de concebir la composición, siempre bien cuidada, planeada y construida. Fue alumno de Joao Bautista da Costa, Lucilio Albuquerque y Rodolfo Chambeland; este último fue quien siguió con mayor interés los retratos del artista. Empero, Portinari nunca fue un académico en el sentido estricto de la palabra, ni fue un alumno fiel a los principios de la escuela.

En los comienzos de su carrera tuvo una fuerte influencia del pintor, escultor y grabador sueco Anders Zorn y del pintor español Ignacio Zuloaga. Dejó patente la influencia de este último en su retrato del poeta Olegario Mariano, con el que ganó el viaje al extranjero en el Salón Nacional de Bellas Artes en 1928. En algunos de sus retratos manifestó la influencia de Modigliani. Conoció muy bien la obra de Pablo Picasso; el Guernica fue la obra que más le marcó. Coincidió con él al hacer una pintura de grandes dimensiones, con una tendencia expresionista, así como por la fuerza dramática de sus murales y la importancia del hombre en toda su obra. Aunque fue un pintor muy colorista, alternó los colores fríos y monocromos.

Con el premio ganado en 1928, Portinari viajó a Europa, fijó su residencia en París y visitó varias ciudades europeas. Fue una época de poca producción pero de mucha observación en museos y galerías, donde pudo estudiar a los grandes pintores, conocer las nuevas corrientes pictóricas y, sobre todo, descubrir la pintura al fresco.

Regresó a Brasil en 1930 con un fuerte deseo de pintar la realidad de su pueblo con un nuevo lenguaje pictórico. Muchos de los encargos de murales que realizó en esta etapa fueron hechos por el dictador Getulio Vargas, lo que no le impidió retratar de manera dramática la realidad social y humana del país. Portinari mostró siempre en su pintura la tragedia de los pueblos y las gentes menos favorecidas; es constante la presencia del obrero, del campesino, del niño, de la mujer, así como la preocupación religiosa. Trabajó la corriente abstracta solo como experiencia de estudio y, aunque recibió influencia de ella, la figuración fue siempre más fuerte en él.

Estuvo afiliado y nunca se desligó del Partido Comunista Brasileño. Se presentó como candidato de este partido a diputado federal en 1934 y a senador en 1946. No tuvo éxito en política y fue derrotado en ambos casos. También fue en esta etapa profesor en la escuela de Bellas Artes y en la Universidad del Distrito Federal en Río de Janeiro.

A través de su vida, Portinari pintó innumerables murales no sólo en Brasil, sino en otros países. En 1935, recibió su primer reconocimiento en el exterior: fue mención honorífica en la exposición internacional del Instituto Carnegie de Pittsburgh, Nueva York, con su pintura Café. Entre sus obras más importantes destacan los paneles de Guerra y Paz en el edificio de las Naciones Unidas en Nueva York, El descubrimiento de Brasil para la Biblioteca del Congreso en Washington, los tres grandes paneles para el pabellón brasileño de la Exposición Internacional de Nueva York en 1939 y una serie de murales para el edificio del Ministerio de Educación sobre los ciclos económicos del Brasil.

Bibliografía

  • BENTO, A. Portinari. Río de Janeiro, Brasil, 1980.

  • TEIXEIRA, C. V. Pintura Moderna Brasileña, Colección Roberto Marinho. Río de Janeiro, Brasil, 1987.

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