Polidori, John William (1795-1821).
Médico y literato británico nacido en Londres el 7 de septiembre de 1795 y fallecido en la misma ciudad el 27 de agosto de 1821. Ha pasado a la historia no sólo por haber sido el confidente y médico personal de Lord Byron, sino por haber escrito El vampiro, relato precursor del famoso personaje de la literatura de terror.
Fue el hijo mayor de Gaetano Polidori, un emigrante toscano que había viajado a Inglaterra por motivos políticos y que en tiempos fuera secretario del poeta Vittorio Alfieri. Su abuelo, también médico, escribió un tratado de osteología en verso. Su madre, por su parte, Anna Maria Pierece, era institutriz. Tuvo siete hermanos, tres de ellos varones.
Uno de los primeros alumnos del Ampleforth College, inició sus estudios en 1804. En 1810 ya accedía a la Universidad de Edimburgo, donde consiguió el título de doctor a la temprana edad de diecinueve años, lo que da idea de su precocidad y de su capacitación para el estudio científico, así como de su interés por el humanismo. Se doctoró en sólo doce meses con una tesis sobre el sonambulismo ("onirodinia", según su definición), tema que puede explicar algunas de sus inquietudes literarias y que encajaba a la perfección con las preferencias argumentales de los autores románticos de la época.
Dadas dichas inquietudes literarias, parece lógico creer que Polidori admirase a Byron antes incluso de conocerle. El poeta era una controvertida celebridad en su época. Sus excentricidades no iban a la zaga con la admiración que despertaban sus versos. Con todo ello, y después de que ambos se conocieran en marzo de 1816, fue natural que Polidori acogiera con entusiasmo la oferta que le hiciera Byron: convertirse en su "médico personal" y servirle de compañero en un largo viaje que estaba a punto de emprender por todo el continente europeo, con el encargo, además, de redactar un diario del viaje por el que le pagaría la nada desdeñable suma de quinientas libras.
Ambos, de camino a Italia, recalaron en la primavera de 1816 en la Villa Diodati, una casa a las orillas del lago Ginebra que ya había sido residencia veraniega anteriormente de John Milton, Rousseau y Voltaire. La casa había sido alquilada por Percy Bysshe Shelley y su mujer Mary (Godwin) Shelley, además de la hermanastra de ésta, Claire Clairmont (que fue también amante del propio Byron). Todos ellos fueron los protagonistas de la famosa y tormentosa noche del 16 de junio, donde, tras la lectura de algunas historias fantasmagóricas, Byron retó a sus acompañantes a escribir ellos mismos una historia de terror para narrarla al resto en los días venideros. Fruto de ese reto surgió el germen de dos de los relatos más famosos de la literatura de este género: Frankestein, de Mary Shelley, y El vampiro, de Polidori.
Todo apunta a que el personaje principal de El vampiro, Lord Ruthven (el nombre está tomado de una parodia del propio Byron incluida en un relato de Lady Caroline Lamb, otra de sus amantes), puede estar inspirado en el propio poeta inglés, pues se presenta como un sofisticado aristócrata, misterioso, frío y seductor de mujeres, que se pasea por los círculos más selectos de la sociedad y mata a sus víctimas para beber su sangre. Con este personaje, Polidori aleja al vampiro de la bestia propia de los relatos del folklore para crear un arquetipo que inspiró al famoso Drácula de Bram Stoker, y que ha llegado hasta la actualidad (gracias, sobre todo, al cine).
El relato fue publicado en abril de 1819 en el New Monthly Magazine. Por circunstancias no demasiado claras (probablemente para aprovechar su fama en la época), el relato fue pronto atribuido a Byron, lo que ocasionó el lógico enfado de Polidori. Aunque el poeta inglés se aprestó a desmentir la posible autoría, lo cierto es que el relato fue atribuido a Byron hasta que, pasado el tiempo (y probablemente la fama de Byron) se restituyó a su justo autor. En cualquier caso, 1819 fue el año más productivo en la trayectoria de Polidori, pues entregó a las imprentas su novela Ernestus Berchtold o el moderno Edipo y La guirnalda y otros poemas, además del citado relato.
A consecuencia de todo lo anterior, y por qué no de la celosa admiración por Byron, Polidori quedó completamente abrumado por la figura del gran poeta. Incluso comenzó a imitarle en sus excentricidades, y en una discusión intentó suicidarse. Finalmente, Byron acabó despidiéndole, a pesar del aprecio que aún le tenía, como puede desprenderse de alguna de sus notas. Tras abandonar Inglaterra, regresó a los Alpes, y de ahí llegó a Milán donde, tras una disputa con un oficial austríaco, fue detenido. Sólo la intervención de Byron consiguió sacarle de la cárcel, pero fue expulsado de la ciudad.
Regresó, entonces a Inglaterra. Inspirado por un repentino sentimiento de culpa, intentó en 1820 ingresar como religioso en Ampleforth, su antiguo colegio. Sin embargo, el prior desestimó su petición de dedicarse a la profesión monástica por considerar su pasado demasiado escandaloso, y por parecerle inadmisibles sus antiguas relaciones con literatos tan licenciosos.
En 1821, tras escribir un ambicioso y piadoso poemario titulado The fall of the angels, cayó en una profunda depresión y acabó suicidándose en extrañas circunstancias en la madrugada del 27 de agosto. Parece probado que ingirió ácido prúsico, un veneno inventado por el alquimista Konrad Dippel, en quien se inspirara al parecer Mary Shelley para crear a su doctor Frankenstein. Sin embargo, el informe del forense dice que "acabó su vida de forma natural para reunirse con Dios", probablemente para no escandalizar más a la familia.
Aunque muy pocos de sus textos han llegado hasta nosotros, su Diario fue publicado por primera vez en 1911 en Londres por Elkin Mathews, así como una reedición publicada también en Londres por Folcroft Library en 1975. En él se aportan importantes testimonios de su relación con Byron, Shelley y el resto de personalidades que compartieron con él parte de su existencia, los cuales han supuesto un valiosísimo documento para conocer uno de los episodios más famosos de la historia de la literatura contemporánea. Del resto de su producción, algunas piezas fueron despreciadas incluso por sus herederos, motivo por el cual permanecen inéditas (al menos en castellano), como "Cajetan" o "Boadicea".
Su vida, así como la de éstos y la génesis de Frankestein y el vampiro, ha sido retratada en varios filmes, entre los que destacan Gothic (Ken Russell, 1988), Haunted summer (Ivan Passer, 1986) y Remando al viento (Gonzalo Suárez, 1988).
FDS