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HistoriaLiteraturaBiografía

Peralta Barnuevo y Rocha Benavides, Pedro (1664-1743).

Intelectual del Perú colonial, cuya erudición abarcó casi todas las disciplinas de su época. Escritor, jurisconsulto, médico, arquitecto, astrónomo y cartógrafo, Pedro Peralta dominó diferentes profesiones y habilidades, y sobresalió en las letras del virreinato como el más fértil exponente de la literatura de esa época. Sus contemporáneos lo saludaban como una "Enciclopedia viviente o animada biblioteca".

Nació en Lima el 26 de noviembre de 1664. Fueron sus padres el contador español Francisco de Peralta Barnuevo y su madre la dama limeña Magdalena Egipciana Rocha y Benavides. Estudió en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos Artes y Derecho Romano y Canónico, entre 1680 y 1686, y enseguida comenzó a ejercer como abogado, contador y cosmógrafo. De su padre heredó el cargo de Contador Real del Tribunal de Cuentas.

Pedro Peralta atendió a los más diversos acontecimientos de su época. Por ejemplo, investigó el cometa que pasó por Lima en 1702. Sus cálculos le valieron que el Virrey, Manuel Oms de Santa Pau, Marqués de Castell-dos-Ríus, lo nombrase catedrático de Prima de Matemáticas de la Universidad de San Marcos. En ella debía enseñar los principios de náutica y otros conocimientos para la formación de los pilotos de navegación. Además, su habilidad como astrónomo y cartógrafo le permitieron determinar la situación exacta de las ciudades de Cartagena de Indias y de La Habana, corrigiendo así los datos que se manejaban sobre las mismas. De hecho, también fue nombrado posteriormente Cosmógrafo del Reino del Perú.

Producto de sus investigaciones en estas disciplinas fue su obra Observaciones astronómicas, que aparecieron como almanaques anuales en latín, con pronósticos climáticos, fiestas eclesiásticas, santorales, datos astronómicos, etc., desde 1717 hasta su muerte. Otra de sus más relevantes publicaciones científicas fue Lima Inexpugnable, en la cual proponía un nuevo modelo de enmurallado para la ciudad.

En el plano de la medicina, se interesó en temas como la salud pública y las enfermedades venéreas. Publicó Desvíos de la naturaleza o Tratado del Origen de los Monstruos (1695), donde estudiaba los casos de deformidades, pasando del plano científico al religioso, pues discutió también el problema teológico que conllevaba el nacimiento de un niño con 2 cabezas y 4 brazos. También escribió prólogos o aprobaciones para libros de médicos de la época. Gracias a su inagotable inquietud científica y a una fama que trascendió el virreinato, Peralta fue nombrado Miembro Correspondiente de la Real Academia de Ciencias de París y de la de Madrid. Según sus biógrafos, su credibilidad como hombre de ciencia era tal que el ministro del rey de España, José Patiño, le consultaba desde Madrid sus planos de fortificaciones en América.

Publicó, además, una Cartilla sobre el beneficio de la plata que firmó con el pseudónimo de Lorenzo Felipe de la Torre Barrio. En ella Peralta y Barnuevo propugnaba una modificación al beneficio de la plata por amalgamación, que utilizaría como aditivo una mezcla a partes iguales de sal y caparrosa. Aunque tal innovación es dudosa, por cuanto con anterioridad ya Juan Ramos de Valdárrago había hecho uso de la caparrosa, son de interés las precauciones que se exponen para evitar pérdidas de mercurio durante el lavado.

Su vida pública se desenvolvió entre la Universidad de San Marcos y el Palacio de los Virreyes. Pedro Peralta era un personaje habitual de las ceremonias oficiales o fiestas sociales, tanto como autoridad universitaria como por su habilidad literaria para componer efectistas improvisaciones para esos eventos. Entre éstas, sobresalen los Carteles de Certamen para recibir al Virrey-Arzobispo, Diego Morillo Rubio de Auñón, recogidos bajo el título El Júpiter Olímpico (1716); la Oración Panegírica para recibir al virrey Príncipe de Santa Buona; Lima triunfante, glorias de la América, juegos pythios y jubileos de la Minerva peruana (1707), escrita para conmemorar la llegada de Castell-dos-Ríus; y Cielo en el Parnaso (1736), dedicada al virrey Marqués de Villagarcía. También son de su autoría ciertas composiciones jocosas sobre los más caprichosos temas, creadas para competencias de tertulias en su vida palaciega (1709).

En 1715 Peralta fue elegido Rector de la Universidad de San Marcos, cargo para el que fue reelegido en dos ocasiones, algo inusual en la tradición administrativa de esa institución.

Como dramaturgo escribió varias piezas (aproximadamente 11), siguiendo las tendencias europeas que llegaban con cierto retraso a Sudamérica. En 1711 compuso su primera pieza teatral, más bien operística, Triunfos de amor y poder, con música italiana. En esta obra y en otras posteriores se da la constante del uso de personajes mitológicos. Por otro lado, su versificación denota una clara herencia gongorina. También Virgilio, Lope, Calderón, Moliere y Corneille influyeron en sus piezas. De este último tradujo la comedia La Rodoguna y compuso una versión arreglada de ella. Sin embargo, fue a la comedia española a la que colocó en el primer lugar de sus preferencias, considerándola superior a cualquiera. Ello no reducía, empero, su permanente curiosidad por la lectura en otros idiomas. Por el contrario, en su biblioteca los libros escritos en lenguas no hispanas eran la gran mayoría (las tres cuartas partes de ellos estaban escritos en francés).

En 1687 apareció su primera composición poética (escrita en griego) el Apolo Fúnebre, folleto aparecido con motivo del terremoto que azotó la ciudad de Lima aquel año. Su ciudad natal fue tema constante en varias de sus obras. Lo fue especialmente en su extenso poema escrito en octava real, Lima fundada (1732). De carácter épico, narra la conquista y fundación de Lima y del reino del Perú. Este poema, monótono pero con ciertos versos de interés, constituyó una suerte de "canto criollo" marcado por el orgullo español-americano hacia su tierra de origen. Esto no implicaba, sin embargo, un acto de rebeldía o crítica a la autoridad de la metrópolis española. Pedro Peralta estaba muy lejos de ello. Incluso, previo a este poema, escribió el primer tomo de su Historia de España vindicada (1730). Para algunos autores, más que a la sociedad colonial peruana en su conjunto, en Lima fundada el autor buscaba ensalzar específicamente a su grupo social, la élite criolla, y a Lima como ciudad del Imperio español. Sin embargo, además de realzar la nobleza de su clase, es decir, a la élite local, también subrayó tal calidad en los dirigentes pre-hispánicos del Perú: los Incas. De este modo buscaba, al parecer, afirmar la existencia de virtudes en la gente de Lima y del Perú en general anteriores a la conquista española.

Tanto en los dos tomos de Historia de España vindicada como en su Lima fundada, Peralta desplegó su erudición al máximo posible, teniendo en cuenta la distancia que lo separaba de los centros europeos de producción intelectual. Así, según él mismo reconoció, para su Historia de España vindicada habría utilizado unos doscientos autores y más del doble de textos. Lima fundada no fue, en este sentido, una tarea menos laboriosa.

Otra obra de interés fue la Relación de mando del virrey Marqués de Castelfuerte (1736). Para algunos historiadores, se trata de la más importante de las relaciones de virreyes de la colonia. En ella, Pedro Peralta mostró sus aptitudes como estadista en sus comentarios sobre diversos temas sociales, políticos y económicos. En esta obra, además, el erudito limeño se dio oportunidad de recomendar una vez más la aceptación de criollos en los puestos de la administración de justicia y la jerarquía eclesial.

Pedro Peralta Barnuevo falleció en Lima, ya octogenario. Se había casado en 1698 con Juana Fernández de Rueda Santelices, de quien no tuvo descendencia, pero quien sí le supuso, en cambio, un importante ingreso fijo por sus propiedades inmuebles. A Peralta se le adjudicaba la paternidad de una hija ilegítima.

Dejó inéditos un Tratado músico-matemático, un sistema astrológico demostrativo para observaciones matemáticas y un tratado de Ortografía.

Bibliografía.

Fuentes.

Arte o Cartilla del nuevo beneficio de la plata en todo género de metales fríos y calientes, Lima: Antonio José Gutiérrez de Zevallos, 1738.
Observaciones astronomicae, habitae Limae, Lima: Francisco Sobrino, 1717.
El conocimiento de los tiempos, Lima: Francisco Sobrino, 1721.

Estudios.

MAFFEI, E.-RÚA FIGUEROA, R.: Apuntes para una Biblioteca Española de libros, folletos y artículos, impresos y manuscritos, relativos al conocimiento y explotación de las riquezas minerales y a las ciencias auxiliares, vol. II, Madrid: J. M. Lapuente, 1871-1872, pp. 198-200.
BARGALLÓ, M.: La minería y la metalurgia en la América española durante la época colonial, México: Fondo de Cultura Económica, 1955.
LOHMANN VILLENA, G.: "La minería en el marco del virreinato peruano", en La minería hispana e iberoamericana, VI Congreso Internacional de Minería, León, 1970, pp. 639-655.
SÁNCHEZ, L. A.: El Doctor Océano. Estudios sobre Don Pedro de Peralta Barnuevo, Lima: Universidad Nacional Mayor de San Marcos, 1967.
LOHMANN VILLENA, G.: Pedro de Peralta. Pablo de Olavide, Lima: Biblioteca Hombres del Perú n° XV, 1964.
FUENTE BENAVIDES, R. de la: De lo barroco en el Perú, Lima: tesis UNMSM, 1938.
BRADING, D.: "De la monarquía a la república criolla, 1492-1867," en Orbe indiano, cap. XVIII, México: F.C.E., 1991.

A. del Aguila

Autor

  • Alicia del Aguila. Eugenio Portela Marco.