Olivares, Alfonso (1898-1936).
Pintor, escritor y coleccionista de arte español, nacido en Hernani, Guipúzcoa, en 1898 y muerto en 1936 en el mismo lugar. Estudia Derecho en Madrid e ingresa después en la carrera diplomática. Al mismo tiempo, asiste al taller de López Mezquita. En 1923 va a París como diplomático, donde reside hasta 1932, aunque sigue vinculado a la vanguardia madrileña, siendo, por ejemplo, uno de los organizadores de la Exposición de Artistas Ibéricos de 1925. En la capital francesa conoce a Picasso, Gargallo, Hernando Viñes, Julio González, Juan Gris, Ismael de la Serna, Peinado, Bores, Oscar Domínguez, etc.
Tan radical era su empeño en romper con el academicismo imperante en España y tan grande su inquietud hacia las manifestaciones y nuevas directrices del arte europeo, que antes de su partida a París le decía a López Mezquita: "Maestro, yo no sé lo que está pasando allí, pero aquí estamos perdiendo el tiempo".
A su vuelta a España debe ocuparse de administrar fincas de su familia, por lo que se aleja paulatinamente de la actividad artística.
En 1929 Olivares toma parte en la exposición Pintores Españoles residentes en París que tuvo lugar en el Pabellón Villanueva del Jardín Botánico de Madrid, junto con artistas como Manuel Angeles Ortiz, Bores, Juan Gris, Dalí, Miró, Palencia, Picasso, Alberto Sánchez, Gargallo, entre otros.
Olivares es un artista de la Escuela de París de indudable madurez y espléndida asimilación del cubismo imperante en ese momento junto al surrealismo en ebullición.
Murió en un accidente durante una cacería en 1936, lo que limitó su producción a siete años y aunque su obra ha estado presente en las exposiciones de la Escuela de París y de las tempranas vanguardias españolas, no se ha difundido apenas, con excepción de la exposición monográfica que se le dedicó en Madrid en 1976 en las Salas de la Dirección General del Patrimonio Artístico y Cultural, y la participación de cuatro de sus obras en la exposición La Primera Vanguardia que tuvo lugar en la Galería Multitud de Madrid en 1974.
A su papel como animador de las vanguardias y defensor de jóvenes artistas, se une su faceta de coleccionista (poseía obras de Picasso, Juan Gris, Manuel Angeles Ortiz, Cossío, etc.) y la de escritor de temas artísticos.
Publicó en 1934 el libro Arte Moderno y en 1936 Las Escuelas españolas de pintura.
Sus primeras pinturas las realiza en los años veinte bajo el influjo del cubismo. Atraviesa una época abstracta y desde su llegada a París se adhiere al surrealismo no figurativo.
Debido a las circunstancias de su corta vida no existe más documentación sobre Olivares que el testimonio de algunos artistas de su generación, su producción pictórica, algún texto suyo y un escrito del año 1934: Alfonso Olivares: Arte Moderno publicado dos años más tarde en la imprenta del escritor Manuel Altolaguirre.