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PinturaBiografía

Munch, Edvard (1863-1944).

Pintor y grabador noruego, nacido en Loten en 1863 y muerto en Ekely en 1944, considerado el padre del expresionismo alemán. Realizó sus primeros estudios en Oslo junto a Christian Krohg, tras lo cual decidió viajar a Italia, Francia y Alemania para ampliar su formación. Sus comienzos en París, hacia 1885, estuvieron marcados por la impronta del grupo de impresionistas que imperaba en el momento, pero a partir de 1908 le influyeron más los postimpresionistas como Toulouse-Lautrec, Van Gogho Gauguin, que fue su más fuerte influencia, si bien los temas preferidos de Munch, el amor y la muerte, le hacen escindirse de la línea del francés (Niño enfermo; La madre muerta; El friso de la vida).

La madre muerta (Óleo sobre lienzo, 1899-1900). Kunsthalle (Bremen, Alemania).

Durante los años ochenta trabajó en una serie de cuadros siguiendo una línea afín al Art Nouveau, pero la fuerte carga emocional de sus composiciones le separa de las manifestaciones del anterior estilo; así las cosas, en 1892 realizó una individual en Berlín una serie de cuadros en los que conserva cierto tono romántico, aunque con una fuerte carga emocional, llena de violencia y neurosis, reflejo de la grave enfermedad mental que padeció toda su vida. Fue tal el impacto que causó su obra que la exposición hubo de clausurarse poco después; sin embargo, ya había sentado las bases del movimiento alemán que se conocería como Sezession. Entre las obras de este período destacan algunas como La muchacha enferma (1886), Primavera (1889) o Al día siguiente (1886), además de los grabados en madera o metálicos, género por el que el autor sentía no poca predilección.

En 1896 realizó los bocetos para el vestuario y decorados de la obra de Ibsen Peer Gynt, que iba a representarse en París. En la temporada 1914-1915 estuvo trabajando para la Universidad de Oslo, en una serie de óleos y pinturas al fresco que realizó para el Paraninfo de la citada universidad, en los que aunaba las ciencias naturales y la historia. Un año más tarde se estableció en la capital noruega y, a partir de 1908, su enfermedad le impidió dejar el país.

Mientras, su estilo se fue definiendo; la angustia mental y la conflictividad del ser humano se reflejan en colores vivos y líneas violentamente distorsionadas, muestra de su espíritu atormentado. En 1902 expuso algunas de sus composiciones, entre las que se encontraban cuadros como El beso, El grito (1895), Muchachas en el puente (1901) o Noche blanca (1901), conservadas en el Museo de Oslo, cuya factura enérgica y nerviosa ejecución a base de vivos colores, se salía de la pauta marcada, y que en su mayor parte fueron trasladadas por el propio Munch al grabado, especialmente en madera. De esta época son también los numerosos retratos que Munch hizo de sí mismo, que reflejan el fuerte y violento carácter que no perdió a lo largo de su vida, claro ejemplo de los cuales es Entre el reloj y la cama (1940).

El grito (Caseína, lápiz de cera y témpera sobre papel, 1893).

De entre el grupo de artistas escandinavos de primeros del veinte, Munch destaca por méritos propios; su influencia no sólo fue grande entre sus coterráneos, sino que, junto a Van Gogh, es el padres del expresionismo alemán, tendencia rupturista que no se limitó a un cambio artístico, sino que muestra la desilusión de un mundo que se acaba y que deja paso a un "mundo moderno" al que hay que saber adaptarse.

Munch volvió a saltar a la actualidad en 2004, cuando se supo que unos ladrones habían robado con "demasiada facilidad" del Museo Munch de Oslo dos cuadros emblemáticos del de Loten: Madonna y una de las versiones del famoso Grito. No era la primera vez que ocurría esto con obras de Munch, por lo que el asunto se convirtió en un tema de debate nacional en Noruega. Sin embargo, los cuadros aparecieron sanos y salvos a comienzos de septiembre de 2006 tras descubrirse una oscura trama de chantajes con los que David Tosca, cabecilla de una trama de delincuentes que perpetró un importante robo en el Banco Nacional noruego, pretendía eludir la cárcel.

Por otro lado, en febrero de 2006 se batió el récord de venta de un cuadro suyo: Día de verano alcanzó los ocho millones de euros, superando a Chicas en un puente, que había alcanzado los 6,4 millones en 1996; noticia que prácticamente coincidió con la apertura de una gran retrospectiva del artista en el MOMA de Nueva York, en la que, bajo el título "La moderna vida del alma" recogió ochenta y siete cuadros y cincuenta dibujos del artista.

En lo que parece que va a convertirse en una actividad habitual, por lo reiterado del caso, en noviembre de 2009, 2 obras de su autoría son sustraídas, La Separación II, e Historia.

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  • lu