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PinturaBiografía

Monet, Claude (1840-1926).

Pintor francés, nacido en París el 14 de noviembre de 1840 y fallecido el 5 de diciembre de 1926, hijo de un mayorista de comestibles y abastecedor de buques. Tuvo que trasladarse a Le Havre por dificultades económicas de sus padres, cuando sólo tenía cinco años. Allí comenzó pronto a dibujar caricaturas y a interesarse por la pintura hasta que Eugene Boudin (1824-1898) le introdujo, con seriedad, en el paisajismo. La influencia más clara de Boudin se debe a los rasgos extraordinariamente sutiles que presenta en la representación de la luz, algo que Monet aprendería pronto y para lo que estaba especialmente dotado.

Amapolas en Argenteuil, de Monet.

Al principio, la familia de Monet no se opuso en absoluto a que pintara. De hecho, le pagó un viaje a París en 1859 con el fin de que aprendiera y Boudin le hizo una carta de presentación para Troyon. Pero Monet empezó pronto a inquietar a sus padres quedándose más tiempo del previsto en París y no estudiando en la Escuela de Bellas Artes, sino en la Academie Suisse, por lo que sus padres dejaron de pasarle la pensión. No consiguió eximirse del servicio militar y fue enviado a Argelia, donde contrajo anemia y, al final de un permiso por enfermedad, sus padres le rescataron del ejército abonando finalmente la cuota y se lo llevaron de nuevo a Le Havre. Sin embargo, en noviembre de 1862, Monet recibió de nuevo dinero para volver a París con la única condición de que aceptase las enseñanzas de algún maestro reconocido, de manera que tuvo que ponerse bajo la dirección de su primo político, un pintor insípido pero de mucho éxito, llamado Toulmouche, que había sido discípulo de Gleyre y que aconsejó a Monet que estudiase en el taller de éste último. Y allí cambió la vida del pintor. Conoció a Renoir y a Sisley, antes que a Manet, y, con el bagaje que ya llevaba de Boudin, comenzó a interesarse y a interesarlos en cosas muy diferentes a las que Gleyre aconsejaba. Pronto empezó con ellos a pintar paisajes al aire libre en Fontainebleau, aunque también es en este momento cuando pinta sus únicos cuadros no paisajísticos (Retrato de Camille y Mujeres en el jardín de 1855), que muestran una clara influencia de Corot y Courbet. Sus padres, enormemente preocupados, le quitaron definitivamente la pensión cuando se unió a Camille, sin que llegara a casarse con ella hasta mucho después. Tuvieron varios hijos. Para Monet empezó entonces una difícil vida de penurias económicas que le obligarían, demasiado a menudo, a pedir ayuda a sus amigos, y que duraría, si no exactamente hasta la muerte del pintor, sí al menos durante toda su etapa de madurez artística.

Al estallar la guerra franco prusiana, Monet se fue a Londres donde, en compañía de Pisarro, tuvo ocasión de estudiar la obra de los grandes paisajistas ingleses, y donde conoció a Durand Ruel. A partir de ese momento fue marchante suyo y, prácticamente, de todo el grupo impresionista. En 1872 fijó su residencia en Argentevil y, para observar mejor los efectos de la luz en el agua (un problema que le venía obsesionando había tiempo), se llegó a construir una barca-taller. Su tenacidad hizo que hacia los años ochenta su pintura fuera aceptada y se hiciera famoso, pero su vida fue larga y por ello pudo también ser testigo de los ataques que la nueva generación dirigía contra el Impresionismo.

Campo de amapolas. Monet.

Aunque con respecto a la pintura oficial, la posición de Monet no fue en un principio intransigente (de hecho mandó muchas veces sus cuadros al Salón Oficial), su arte era completamente distinto a todo lo que se podía haber visto hasta ese momento. De entrada, es muy fácil discernir una diferencia esencial entre Manet y Monet, una diferencia que sitúa a éste último en la fase más pura del Impresionismo más literal. Es más, su cuadro Impresión: sol naciente, expuesto en 1874 en la primera exposición impresionista en el estudio del fotógrafo Nadar, dio nombre al grupo. Y es que la creatividad de la forma y el efecto ilusionista del nuevo método de la visión ha invertido en ambos pintores su respectiva relación. En Manet predomina siempre el elemento creativo, siendo el ilusionismo un mero accesorio. Pero en Monet el factor dominante desde el principio es precisamente el esfuerzo por incorporar a su obra el carácter de la luz, el ilusionismo, mientras que la composición se convierte en un simple modo de establecer cierta coherencia. De sus paisajes en sus grandes obras puede afirmarse desde el principio que el mosaico decorativo de manchas de luz del sol y de profundas sombras resulta demasiado pesado y el paisaje considerado en conjunto ya constituye el elemento de mayor importancia en su arte. Y aunque su ámbito artístico parece, en este sentido, inmenso, lo cierto es que no es más que un progreso perfectamente consistente, encerrado en las posibilidades de un principio básico y constante y nos facilita la determinación de todas las posibilidades y de todos los principios del Impresionismo. Desde el principio el tema de Monet es el tema real de la pintura impresionista: la luz como elemento de la vida y la atmósfera como medio de la misma.

Impresión. Salida del sol, de Monet.

De hecho, una de las características más importantes de su obra consiste en las series de cuadros sobre un mismo tema que realizó, con el fin de poder estudiar la vibración de la luz y el brillo de las aguas, inmovilizando el tiempo en los diferentes momentos del día que le interesaban. Las quince pinturas de Almiares en 1891 y las seis vistas de una hilera de álamos junto al río Epte, en 1892, fueron las primeras obras concebidas y expuestas como serie. De todas ellas, las más famosas son: La estación de Saint-Lazare (1876-77), La Catedral de Rouen (1892- 94) y las glicinas y nenúfares reflejados en el lago de su jardín de Giverny (1905-08). Pintó además los puertos del Canal de la Mancha, el Sena, el Tàmesis, Holanda y Venecia. Aunque en estas series Monet siguió su método de modo clínico, lo cierto es que obtuvo resultados mucho más subjetivos que científicos, sobre todo en lo que a la poética del color se refiere. El elemento más evidente de todas las series era, en realidad, el tratamiento de la superficie como un modelo bidimensional y, aunque, en general, la crítica fue buena, las series también se convirtieron en el blanco principal de los que creían que el hundimiento de un Impresionismo ya consagrado se debía en gran parte a la caída de Monet en la "informidad".

De todos modos, Monet fue el primer impresionista que alcanzó éxito en el extranjero. Las exposiciones itinerantes organizadas por Durand Ruel en Estados Unidos en 1886 y 1887 no dieron ganancias pero, entre los cuadros vendidos, los de Monet fueron los más numerosos. Y en París, en 1889, con motivo de la exposición conjunta Monet-Rodin en la galería Georges Petit, se confirmó su categoría. Desde entonces hasta la Primera Guerra Mundial se consolidó su fama, aunque decayó con la llegada del Fauvismo y del Cubismo y se eclipsó casi completamente a la hora de su muerte en 1926. Esta frase tan usada, los ojos de la mente, quizás esconde el secreto de las intenciones y el posterior descrédito de Monet. Su pintura había llegado a un callejón sin salida. Una pintura basada en la intuición y en el color se dirigía irremediablemente hacia la abstracción, pero ése era un paso que Monet no estaba preparado para dar.

Obra

Galería multimédia

Enlaces a Internet

http://www2.iinet.com/art/artists/artists1.htm: 150 obras del artista.

Bibliografía

  • Claude Monet. Catálogo exposición. Madrid: MEAC, 1986.

  • GAUNT, W.: Los impresionistas. Barcelona, 1980.

  • LEYMARIE, J.: El Impresionismo. La explosión del color. Barcelona, 1991.

  • REWALD, J.: Historia del Impresionismo. Barcelona, 1972.

Autor

  • Sagrario Aznar Almazán