Miró II Bonfill, Conde de Besalú (ca. 928-984).
Conde de Besalú y obispo de Girona, conocido por el apelativo de Bonfill, nacido hacia 928 y muerto en Girona el 22 de enero de 984. Se dedicó sobre todo a la labor episcopal y delegó gran parte de sus atribuciones condales en su hermano, el conde de Cerdaña.
Hijo de Miró II de Cerdaña (I de Besalú), sucedió en el condado de Besalú a su hermano Sunifredo a la muerte de éste en 965, aunque se mantuvo bajo la autoridad del conde de Cerdaña Oliba Cabreta, también hermano suyo, que firmó indistintamente como conde de Cerdaña y de Besalú, por lo que es posible encontrarle nombrado como conde de Besalú.
Entregado a la Iglesia desde su temprana juventud, ya en 941 es mencionado como diácono. En 970 Miró sucedió a Arnulfo como obispo de Girona y desde aquel año firmó los documentos como conde; aunque mantuvo que ambos cargos no eran incompatibles, dejó gran parte del gobierno de Besalú en manos de su hermano Oliba. En cuanto accedió a la mitra comenzó a hacer donaciones a la catedral de Girona; así, el 2 de febrero de 970 cedió a "Dios y a Santa María" las tierras heredadas de su hermano Sunifredo, que habían pertenecido a los rebeldes que ocasionaron la muerte de Wifredo II. En 974 consagró el monasterio de Cuixá. El 15 de noviembre de 977 participó en la consagración de la iglesia monástica de Santa María de Ripoll junto con Frisca, obispo de Osona y asistido por los obispos de Urgel, Elna y Barcelona, en una ceremonia a la que asistieron los principales personajes del condado. El 12 de diciembre del mismo año estableció y dotó una canonía a la iglesia de Santa María, no del palacio condal de Besalú como se había creído, sino extramuros de la ciudad. Dos años después donó a la basílica de San Pedro de Roma dicha iglesia y monasterio, con lo que, en adelante, sólo el Santo Padre pudo alegar jurisdicción sobre la iglesia de Santa María de Besalú.
Miró Bonfill asistió en 981 a un concilio celebrado en Roma en el que también participó el emperador Otón II y recibió el encargo papal de difundir una encíclica en contra de la simonía. Posiblemente volvió a viajar a Italia dos años después para visitar el monasterio de Bobbio.
En 978 volvió a aflorar la rivalidad entre los condados de Barcelona-Girona y Cerdaña-Besalú, cuando Borrell II de Barcelona reclamó de nuevo el condado de Besalú, al alegar que había pertenecido a su padre, lo cual no ha sido posible demostrar documentalmente. El conde de Barcelona preparó un ejército en Banyoles para invadir Besalú con la ayuda de los musulmanes, pero la intervención de Almanzor hizo romper las buenas relaciones entre Borrell y el califa de Córdoba, por lo que el conde de Barcelona retiró su ejército y se dedicó a la defensa de su condado. La retirada de Borrell II fue calificada por Miró Bonfill como una gracia divina.
El conde-obispo de Besalú fue un hombre bondadoso y de gran cultura, que escribió tanto en prosa como en verso y en un latín muy elaborado y lleno de metáforas, aunque sólo se conservan una docena de sus escritos. Su política condal consistió en resolver los problemas sin violencia pero con energía, bajo su gobierno se vivió una época de paz sólo enturbiada por las ambiciones del conde de Barcelona. A su muerte le sucedió su hermano Oliba Cabreta, conde de Cerdaña.
Bibliografía
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GRABOLOSA, R. Besalú, un País Aspre i Antic. Barcelona, 1973.
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MONTSALVATGE I FOSSAS, F. Besalú. Noticias históricas. Olot, 1895.
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MONTSALVATGE I FOSSAS, F. Monasterios del antiguo condado de Besalú. Olot, 1895.
JMMT
