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LiteraturaPolíticaBiografía

Martínez de la Rosa, Francisco de Paula (1787-1862).

Escritor y político español, que nació en Granada el 10 de marzo de 1787 y falleció en Madrid el 7 de febrero de 1862. De familia acomodada de comerciantes, estudió en la escuela de José Garci-Pérez de Vargas y a los doce años ingresó en la Universidad; allí, se licenció y doctoró en Derecho Civil, título éste que alcanzó en 1804. El 17 de abril de 1805, se estrenó como catedrático de Filosofía Moral de la Universidad de Granada. De ideas liberales, es uno de los primeros representantes del teatro romántico español tras el abandono de las formas neoclásicas. Fue diputado exaltado en las Cortes de Cádiz. Fernando VII, ante la lentitud de los tribunales encargados de juzgar a los liberales de 1812, promulgó un real decreto, el 15 de diciembre de 1815, que constituyó una sentencia política sin considerandos ni resultandos. De esta manera, el rey sustituyó el veredicto judicial por una inapelable decisión de la autoridad soberana. Cincuenta y un procesados fueron condenados a penas de prisión, destierro o multa y confiscación de bienes. Entre ellos, Argüelles, Canga Argüelles y Martínez de la Rosa, a los que imponen a ocho años de presidio. Ministro de Estado en 1822, tuvo que exiliarse a Francia un año más tarde.

Adepto de Condillac, comenzó muy joven a escribir versos, como La solemnidad del Corpus en Granada, Granada 1805, y Odas a los atributos de Dios que brillan en la Sacrosanta Eucaristía, publicada en el mismo lugar y año. La Academia de Cádiz le hizo académico honorario en 1805. De patriotismo manifiesto, en 1808 fundó el Diario de Granada; se encargó de una misión diplomática en Gibraltar y Londres. En 1809 escribió Zaragoza para aspirar a un premio patriótico ofrecido por la Junta Central (se publicará en Londres, 1811). Enamoradizo, algo afeminado, amigo de Alcalá Galiano, fue en Cádiz vocal de la Comisión de Libertad de Imprenta y secretario de la Junta Suprema de Censura, al tiempo que entró en la polémica entre Capmany y Quintana, contra aquél, con su Carta al Buen Patriota disimulado en Sevilla, Gramático por excelencia, incansable crítico de Proclamas &c, Cádiz 1811, publicada con el seudónimo de "El maestro de escuela de Polopos". (atribuida con tinta a Frazquito M. de la R. en el R-60167-11 de la Biblioteca Nacional de Madrid).

Con el seudónimo de Ingenuo Tostado fue autor de los folletos como Incompatibilidad de la libertad española con el restablecimiento de la Inquisición y Banderilla de fuego al Filósofo rancio, reseñados en Redactor, nº 121 y 276, 13 octubre 1811 y 16 marzo 1812. El primero fue atacado por M.C., es decir Manuel de Cos, según descubrió El Duende 1 y 2. Siguió con "Triunfo del Sr. Inguanzo, y conversión de Ingenuo Tostado" (Redactor, nº 123, 15 octubre 1811), y con "Carta reconciliatoria", DMC, 2 noviembre 1811, en la que finge reconciliarse con M.C., para mejor zaherirlo. Cos cree que IOF y el Ingenuo son la misma persona. Publicó también un artículo comunicado en Redactor, nº 347, 26 mayo 1812, siempre contra la Inquisición, y un "Desahogo poético", todavía como Ingenuo, Redactor, nºs 577 y 580, 11 y 14 enero 1813. Escribió la comedia Lo que puede un empleo, Cádiz 1812 (representada en el teatro de Cádiz el 5 julio 1812, 2ª ed. Madrid 1814, en la que ridiculiza al marqués de Villapanés según el P. Vélez, Apología, 1818, II, 29). Publicó un artículo comunicado en el Redactor, nº 318, 27 abril 1812 (reproducido en Conciso, nº 28, 28 abril 1812), con el que entró en la discusión sobre el Diccionario crítico-burlesco, y un tratado político titulado La revolución actual de España, Granada 1813 (y antes en El Español, Londres, 30 octubre y 10 noviembre 1810) y escribió la tragedia La Viuda de Padilla, 1814.

Diputado por Granada a las Cortes de 1813-1814, se ganó el equívoco apodo del Barón del bello Rosal, invento al parecer de B. J. Gallardo. Publicó un Patriótico ... discurso...acerca de la causa de Oudinot, Orihuela 1814, también titulado Discurso pronunciado en la sesión de 3 de marzo del presente año, con motivo de haberse suscitado discusión acerca de la causa de Oudinot. Fue redactor de El Universal, Madrid, enero-mayo 1814. Detenido en Madrid el 11 de mayo de 1814, fue enviado enfermo al Peñón de Vélez de la Gomera, de donde sólo le liberó la revolución de 1820. Ya en marzo un barco le trasladó a la Península. Ahora, en 1820, pensaba de modo radicalmente distinto: en lugar de recordar la Revolución Francesa, se inspiró en Bentham y Burke, lo que lo convierte en moderado, en pastelero -y de ahí su nuevo apodo de Doña Rosita la pastelera- y en definitiva en una figura altamente impopular.

Diputado a Cortes por Granada, 1820-1822, publicó Breves observaciones sobre la nota pasada a varios gabinetes por los de Austria, Rusia y Prusia de resultas del Congreso de Troppa, Madrid 1821. Secretario de la Diputación permanente de Cortes, un 4 de febrero de 1822 es insultado por el pueblo, junto a Toreno y Moscoso. Ya Secretario de Estado, entre el 28 de febrero y el 5 de agosto de 1822 se dejó comprometer en la famosa contrarrevolución llamada del 7 de julio. Pronto vendrían varios honores: Académico de la Nacional, Sección de Ciencias Morales y Políticas, en 1822-1823; Consejero de Estado, en 1823. Años después se le acusó de haberse paseado entre los franceses, mientras se fusilaba a los liberales. El caso es que emigró a Francia, el 29 noviembre 1823; embarcó en Marsella para Niza y viajó por Italia. En París publicó sus Obras literarias en 1827-1830; Edipo, en 1829; Morayma, en 1829; Aben-Humeya, en 1830 (drama histórico en prosa escrito originariamente en francés, donde se narra un episodio de la rebelión de los moriscos granadinos; aquí, Martínez de la Rosa muestra una clara influencia del Romanticismo y el abandono del Neoclasicismo característico de sus obras anteriores); y La Conjuración de Venecia (drama en prosa que transcurre en Venecia a principios del siglo XIV y que reúne numerosos elementos y motivos del nuevo estilo romántico), en 1830. Esta última obra se estrenó en el madrileño Teatro del Príncipe el 23 de abril de 1834 y tuvo un gran éxito.

Volvió a España a finales de 1831, yendo a vivir a Granada. Entonces aparece su Poética, Palma, 1831. En 1833 publicó Los celos infundados o el marido en la chimenea, comedia; después de muerto Fernando VII, dio a la imprenta una recopilación de sus Poesías, Madrid, 1833; su Oración de la Real Academia Española a S.M. la Reina Gobernadora, con motivo de la solemne proclamación de su augusta hija Doña Isabel II, Madrid, 1833; Hernán Pérez del Pulgar, el de las hazañas, Madrid, 1834. Fue nombrado Ministro de Estado y presidente del Consejo de Ministros, entre el 15 enero 1834 y el 7 junio 1835; fue Ministro interino de la Guerra, desde el 24 de enero al 17 de febrero de 1834; por fin, concibió el llamado Estatuto real, intermedio entre el absolutismo neto y el liberalismo, pero que no convenció a nadie. Incluso llegó a acusársele de la matanza de los frailes de 1834, por su inacción. En 1835, 1836 y 1838 publicó Espíritu del siglo, narración histórica autoafirmativa de su filosofía claudicante.

Procurador por Granada en 1834-1835, fue elegido más tarde diputado por Granada, Segovia y Oviedo, 1837-1838, cargo que ostentaría casi ininterrumpidamente hasta 1861-1862: en 1839 representó a Oviedo; en 1840, fue elegido por Cádiz, Cuenca, Oviedo y Granada, aunque optó por ésta última; de nuevo, fue elegido en la segunda legislatura de 1843 por Granada y Madrid, y optó por Madrid; en 1844-1845 también por Granada y Madrid, y optó por Granada; en 1846-1850, por Granada; de 1850 a las primeras de 1854, por Madrid; en 1857-1858, por Madrid, aunque cambió de distrito (de Barquillo a Río); en 1859-1862, por fin, por Granada. Aparte de algunos Discursos publicó Doña Isabel de Solís, Madrid, 1837; Libro de los niños, Madrid, 1839; la comedia La boda y el duelo, Madrid, 1839. De 1840 a 1843, estuvo de nuevo exiliado en París, formando parte del entourage de María Cristina y siendo admitido en el Institut Historique. Publicó Discours prononcé sur la question: quels sont les secours que Christophe Colomb a trouvé à son époque dans les connaisances géographiques..., París, 1841; Discours prononcé sur cette question: Quelle est l'influence de l'esprit du siècle actuel sur la littérature?, París, 1842, y De la Civilisation au XIX siècle, París, 1843. Fue Ministro de estado entre el 21 de agosto de 1844 y el 12 de febrero de 1846.

Ingresó en la Academia de la Historia el 26 mayo 1847 con un discurso titulado Bosquejo histórico de la política de España en tiempo de la dinastía austríaca, publicado en Madrid en 1856. Embajador en Roma en 1848, fue uno de los que prepararon la fuga de Pío IX a Gaeta, por quien fue inmediatamente condecorado, Escribió el Discurso en la apertura de las cátedras del Ateneo Científico y Literario, Madrid, 1856. Volvió a ser Ministro de Estado del 25 de octubre 1857 al 14 enero 1858. Publicó La Moralidad como norma de las acciones humanas, Madrid, 1858, El parricida, iMadrid, 1858, algunos discursos en el Ateneo y La hija en casa y la madre en las máscaras, Madrid, 1868 (póstumo). Martínez de la Rosa resume muy bien en su persona la historia del liberalismo español, del teatro revolucionario de su juventud al reaccionarismo monárquico posterior.

Francisco Martínez de la Rosa, "El recuerdo de la patria".

A. GIL NOVALES.

Autor

  • MCV ; AGN.