Marino, San (ermitaño dálmata, s. IV).
Ermitaño dálmata del siglo IV. Ejercía el oficio de picapedrero, y en el segundo tercio de dicho siglo, se retiró a un monte escarpado en los Estados Pontificios, entregándose a prácticas piadosas. Después de su muerte, fueron a establecerse alrededor de aquella morada otros muchos solitarios, dando así origen a la ciudad y república de San Marino.