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Ocio y entretenimientoBiografía

Marco Gómez, Jaime, o "el Choni" (1920-VVVV).

Matador de toros español, nacido en Valencia el 20 de noviembre de 1920. En el planeta de los toros es conocido por su sobrenombre artístico de "el Choni". Dio sus primeros capotazos en Barcelona hacia 1940, enrolado en el número cómico de El Empastre, donde él se hacía cargo de la parte seria. Poco después, en vista de las buenas maneras que había acreditado en este espectáculo de toreo bufo, recibió la oportunidad de torear sin caballos en algunas plazas levantinas, hasta que el día 9 de noviembre de 1941, alternando con los jóvenes novilleros Arana y Valenciano, cruzó el redondel de la plaza barcelonesa de Las Arenas para enfrentarse a su primera novillada picada.

Tras haber dedicado la campaña de 1942 a curtirse en el duro escalafón novilleril (con destacadas actuaciones en algunos cosos tan relevantes, dentro del mundo taurino, como los de Barcelona, Valencia y Zaragoza), a comienzos de la temporada siguiente "el Choni" se presentó por vez primera en la madrileña Monumental de Las Ventas, para medirse con un encierro de Arranz en compañía de Parejo y "Angelete". Corría, a la sazón, el día 19 de abril de 1943, fecha en la que el joven novillero valenciano cortó una oreja ante la primera afición del mundo, éxito que le permitió volver a figurar en los carteles venteños en otras tres ocasiones a lo largo de dicha temporada, a la que puso fin después de haber intervenido en veintitrés novilladas.

A finales de la campaña siguiente, después de haberse enfrentado aquel año con treinta y cuatro lotes de novillos, decidió dar el paso decisivo en su carrera taurina y afrontar, por fin, la toma de alternativa. Así las cosas, el día 15 de octubre de 1944, en las arenas del coliseo valenciano, recibió los trastos de matar de manos de su padrino, el genial coletudo cordobés Manuel Rodríguez Sánchez ("Manolete"), quien, bajo la atenta mirada del matador sevillano Manuel Álvarez Pruaño ("el Andaluz"), que hacía las veces de testigo, le facultó para dar lidia y muerte a Tendero, un astado cárdeno procedente de la ganadería de Escudero Calvo.

La confirmación de su doctorado taurino tuvo lugar, como es preceptivo, en las arenas madrileñas el día 6 de mayo de 1945, fecha en la que "el Choni" hizo el paseíllo acompañado por el torero de la capital José Mejías Jiménez ("Pepe Bienvenida") -que actuó en calidad de padrino del confirmante- y por el también madrileño Ignacio Rafael García Escudero ("Rafael Albaicín") -presente, aquella tarde, en condición de testigo-. Tras confirmar los méritos que le acreditaban como matador de toros mediante la lidia y muerte de un pupilo de la vacada de Garci-Grande que atendía a la voz de Comadrito, "el Choni" volvió a cortar un oreja ante la primera afición del mundo, triunfo que se tradujo en su regreso a Las Ventas en otras cuatro ocasiones durante aquella campaña de 1945.

Esta temporada -en la que se enfundó la taleguilla en treinta y tres ocasiones- y las cuatro siguientes fueron las más exitosas en la andadura profesional del aguerrido diestro valenciano, quien, a pesar de haber pasado a la historia del Arte de Cúchares como un torero de valor y oficio, exhibió también -según el autorizado dictamen de Cossío- "no desdeñables condiciones artísticas" y una constante "voluntad de triunfar". A finales de 1946, después de haber intervenido a lo largo de esa campaña en veinte funciones de toros, cayó herido de gravedad en el coso zaragozano, en el transcurso de uno de los festejos de la Feria del Pilar (concretamente, el verificado el día 13 de octubre). A pesar de este serio contratiempo, afrontó la temporada siguiente con bríos renovados, y, aunque un toro volvió a herirlo gravemente en Madrid el día 22 de mayo, puso fin a dicha campaña de 1947 después de haber toreado cuarenta y tres corridas (en una de las cuales, celebrada en la Maestranza sevillana el día 22 de abril, cosechó un triunfo memorable al desorejar a un burel marcado con el hierro de Manolo González).

Fue a finales de aquel año de 1947 cuando cruzó por vez primera el Atlántico para realizar diversas campañas por plazas de Hispanoamérica, con especial fortuna en los cosos de México, donde habría de fijar su residencia al cabo de unos años. También tuvo cierta repercusión su toreo arrojado y sincero en los coliseos de Francia y Portugal, sobre todo durante ese segundo lustro de la década de los cuarenta en el que se desarrolló lo más granado de su quehacer delante de los toros.

Treinta y seis paseíllos realizó en 1948, para descender alarmantemente hasta la exigua cantidad de cinco contratos cumplidos en la temporada siguiente, en la que perdió el sitio a raíz de una grave cornada que le propinó un morlaco en el redondel francés de Marsella, el día 8 de mayo de 1949. Tan pobre bagaje le aconsejó retirarse discretamente de los ruedos peninsulares para torear sólo en México y en Colombia durante las campañas de 1950 y 1951; y, aunque en 1952 quiso renovar en suelo hispano los éxitos de antaño, después de haber reaparecido en la pequeña localidad levantina de Játiva el día 15 de agosto sólo alcanzó un relativo triunfo en un festejo verificado en las arenas de la Ciudad Condal el 7 de septiembre siguiente. Su resistencia a desaparecer por completo del escalafón de los matadores de reses bravas, alimentada por su tenacidad y su generoso espíritu de sacrificio, animó al "Choni" a volver a Madrid el día 3 de mayo de 1953, fecha en la que quedó patente su lamentable declive; así pues, tras haberse vestido de luces en tan sólo cuatro ocasiones durante dicho año, se retiró de los ruedos sin cortarse en público la coleta y comenzó a dedicarse a labores de apoderamiento, en las que ocupó un discreto segundo plano hasta que, el día 6 de abril de 1958, volvió a enfundarse el terno de alamares en el redondel de Murcia para dar la alternativa al alicantino Francisco Antón Marín ("Pacorro"). Posteriormente, "el Choni" no volvió a pisar los ruedos en calidad de matador de toros.

J. R. Fernández de Cano.

Autor

  • J. R. Fernández de Cano.