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CineBiografía

Marais, Jean (1913-1998).

Actor francés, de verdadero nombre Jean Villain-Marais, nacido en Cherburgo, el 11 de diciembre de 1913 y muerto en Cannes, el 8 de noviembre de 1998. .

Vida

Después de iniciarse como fotógrafo, pasó a ser figurante en la compañía de un conocido actor francés de los años treinta, Dullin, donde conoció a Jean Cocteau. Durante la Segunda Guerra Mundial sirvió en la división Leclerc y llegó a obtener la Cruz de Guerra. Cocteau le hizo protagonista del Edipo rey de Sófocles, obra con la que obtuvo su primer éxito importante. Después destacó en otras interpretaciones de teatro clásico, entre las que fue muy aplaudida su actuación en Británico de Racine, donde encarnó a Nerón. Brillante fue también su representación de Pygmalion de Bernard Shaw.

Interpretó en cine una trilogía dirigida por Cocteau y que figura entre algunas de las producciones de un cierto cine francés de la época, donde lo literario se revestía de aliento poético (con connotaciones surrealistas) y de una interesante utilización de los efectos especiales, originales si son juzgados con perspectiva histórica. La bella y la bestia (1946) es una excelente adaptación del cuento infantil, que Cocteau sabe rodear de una cuidada ambientación que acentúa los aspectos poéticos de la historia. Con un vestuario acertado, una decoración original y un maquillaje efectivo, Marais encarnaba al protagonista sin que en ningún momento, salvo al final, apareciese su auténtico rostro. A finales de los cuarenta, Cocteau rodó otra adaptación -esta vez la versión cinematográfica de una obra propia-, Les parents terribles (1949), texto que en su origen literario estaba pensado para grandes actores y que fue interpretado en el escenario por Yvonne de Bray, en el personaje de la madre, y Marais que representaba al hijo, en una relación que, como escribió el propio Cocteau, “escapaba al análisis”. El resultado fue un éxito para el autor y para los intérpretes. El joven Marais, que estuvo a gran altura, despertó la atracción del público, que veía en él algo más que su apostura física. Aprovechando la popularidad de sus obras, Cocteau volvió de nuevo al cine y filmó Orfeo (1950), nueva adaptación del mito clásico del poeta que baja a los infiernos en busca de su amada Eurídice. El escenario de la Grecia clásica fue cambiado por el del París de los años cincuenta, donde los aspectos existencialistas, sombríos y trágicos quedaban acentuados. El papel de Orfeo fue para Jean Marais. En esta ocasión, el éxito no acompañó la empresa y eso supuso que Cocteau estuviese diez años sin volver a rodar.

Estas interpretaciones hicieron de Marais un actor de moda, querido por el público y con encanto para todos los medios. Sin embargo, pasó bastante tiempo hasta que volvió al cine. Durante varios años, el actor se apartó de la pantalla. Aunque no queda claro cuál fue el motivo, se especula que tuviese que ver con el alejamiento forzoso de su compañero y amigo Jean Cocteau.

En los años sesenta volvió a ponerse ante las cámaras en una serie de películas que dirigió André Hunebelle, inspiradas en literatura de carácter folletinesco y apoyadas en narraciones que toman la historia de Francia de telón de fondo. Se pueden mencionar, entre ellas, El jorobado (1959) o El hampa de París (1962). Se trata de un cine de menor calado intelectual, menos experimental que el que había hecho famoso al actor en décadas anteriores, pero que sirve para corroborar su prestigio. Los personajes de espadachín, de noble, se ajustaban con propiedad a la personalidad de Marais, convertido ya en un hombre al principio de la madurez, que sabía desenvolverse con habilidad en las interpretaciones de “capa y espada”. En estos años, el actor interpretó a otro de los personajes que le hicieron famoso. Él fue Fantomas (Fantomas, 1964; Fantomas vuelve, 1966), el ladrón de guante blanco que ocupa un lugar importante en la mitología del cine y de cierto tipo de literatura, que en Europa occidental adquirió gran popularidad. Marais supo componer una interpretación de hombre elegante, misterioso e inteligente, que sabía salir con bien de las situaciones y de las trampas más complicadas. Como Arsenio Lupin o posteriormente el Santo, Fantomas encajó en una sociedad que necesitaba una cierta renovación en sus mitos populares.

Poco a poco el actor se fue retirando de la actividad profesional, para dedicarse a pintar, hacer cerámica y escribir. De vez en cuando era llamado a presidir algún festival cinematográfico y así fue transcurriendo su vida, alejado de los escenarios y los platós, a los que volvió en muy contadas ocasiones.

Escribió un libro de memorias, que demostró su talento con la pluma y que sirvió, en parte, como fuente de inspiración para la película de François Truffaut, El último metro (1980).

Fue uno de los actores franceses con más personalidad de los años cuarenta y cincuenta. Dotado de un gran atractivo físico, tuvo, además, la amistad de intelectuales franceses: escritores, periodistas, artistas, que hicieron de él alguien popular y bien recibido por los medios de comunicación, lo que contribuyó a acentuar su fama. Esa relación fue aprovechada para cultivarse y aprender de la gente que lo rodeaba.

Filmografía

1934: Le scandale.
1936: Les hommes nouveaux.
1937: Nuits de feu.
1942: Carmen; Le lit à colonnes.
1943: L’eternel reotur.
1946: La bella y la bestia.
1947: Ruy Blas; L’aigle à deux têtes; Les chouans.
1948: Le secret de Mayerling; Aux yeux du souvenir; Les parents terribles.
1949: Orfeo.
1950: L’amante di una notte; Le château de verre; Miracles n’ont lieu qu’une fois.
1951: Nez de cuir.
1952: L’amour madame; La conciencia acusa.
1953: Julietta; Les amants de minuit; L’appel du destin; Dortoir des grandes.
1954: Si Versalles pudiera hablar; Le guérisseur.
1955: Futures vedettes; Si Paris nous était conté; Napoleón; El conde de Montecristo.
1956: Elena y los hombres; Toute la ville accuse; Goubbiah, mon amour.
1957: El intrépido La Tour; Noches blancas; Typhon sur Nagasaki; Amour de poche; S.O.S. Noronha.
1958: La vie à deux; Chaque jour a son secret.
1959: Le bossu.
1960: El capitán Blood; Le capitaine Fracasse; Princesse de Clèves; Le testament d’Orphée; La batalla de Austerlitz.
1961: El rapto de las sabinas; Napoleon II, l’aiglon; El milagro de los lobos.
1962: El hampa de París; Poncio Pilatos; La máscara de hierro.
1963: L’honorable Stanislas, agent secret.
1964: Patate; Thomas l’imposteur (voz); El hombre de Cocody; Fantomas.
1965: Pleins feux sur Stanislas.
1966: Fantomas vuelve; Sept hommes et une garce; Fantomas contra Scotland Yard; Le Saint prend l’affut; Train d’enfer.
1969: La provocación.
1970: Piel de asno; Jaque mate.
1985: Calle P.
1992: Les enfants du naufrageur.
1995: Testigo de excepción.
1996: Belleza robada.
1997: Milice, film noir.
1998: Luchino Visconti.

Trabajos para televisión

1973: Cagliostro (serie).

Autor

  • Santiago Sánchez González