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LiteraturaBiografía

Macready, William (1793-1873).

Actor británico y empresario teatral del siglo XIX, uno de los mejores trágicos de su tiempo, cuya fama ha llegado hasta nosotros. Nacido en Londres en 1793, fue hijo de un actor y empresario de provincias y las dificultades financieras de su padre le hicieron abandonar la ciudad de Rugby, donde había mostrado ya sus dotes como actor aficionado y como recitador. Hizo su primera aparición en Birmingham como Romeo en 1810 en Romeo y Julieta de Shakespeare, a la que siguió una gira por provincias, representando el papel de Hamlet por primera vez en 1811 en Newcastle.

En 1816 debutó en Londres en el Covent Garden como Orestes en The Distressed Mother, y posteriormente interpretó allí y en provincias algunas obras de baja calidad que le ocasionaron un cierto disgusto por su profesión. En 1819, sin embargo, era considerado el rival de Kean, y continuó apareciendo en el Covent Garden y en el teatro Drury Lane en una variedad de papeles, en obras como Rob Roy, Gambia, y Virginius, de James Sheridan Knowles, pero fue en los papeles shakespeareanos de Lear, Hamlet y Macbeth en los que más fue aclamado. El crítico Hazlitt llegó a decir de él que era el mejor actor trágico que recordaba, a excepción de Kean. Se esforzó por representar completos en su forma original los textos de Shakespeare que abordaba. Realizó giras por Estados Unidos de América en 1826 y en 1843-1844. La rivalidad entre Kean y él acabó por desplazarse más tarde al actor estadounidense Edwin Forrest, en la tercera visita de Macready a ese país, y culminó en unos tumultos en el teatro Astor Place de Nueva York, el 10 de mayo de 1849, en los que hubo veintidós muertos y treinta y seis heridos; el mismo Macready estuvo a punto de perder la vida.

Macready era un hombre de temperamento, que llegó a pelearse físicamente con Alfred Bunn, empresario del Drury Lane. En varias ocasiones fue empresario de los Patent Theatres, donde intentó siempre métodos de producción que subordinasen la escenografía y el vestuario a la obra como un todo. Sus producciones eran siempre un éxito artístico, aunque no siempre económico. En 1837 apareció con Helen Faucit en varias obras nuevas, como Strafford, de Browning, y en 1838 produjo The Lady of Lyons. Otras obras de éxito que se debieron a su iniciativa fueron Richelieu (1939), de Bulwer Lytton, o Two Foscari (1838), de Byron. En 1828 estuvo en París. Tuvo mucha responsabilidad en la lucha para liberar la escena inglesa del monopolio de los Patent Theatres, y también se ocupó de recuperar los textos de Shakespeare de las enmiendas hechas por los escritores de la Restauración. Hombre de una gran cultura, relacionado con algunos de los mejores escritores del momento, sin embargo tuvo muchos enemigos, debido a su constante menosprecio por sus compañeros de profesión, y a su categoría como actor, que sólo era superada por Garrick e igualada por Kean. Su importancia en la historia del teatro pasa por sus esfuerzos para animar las mejoras en el teatro de su tiempo y por las reformas en el campo de la interpretación y en el respeto a los textos. Se alejó del estilo de actuación declamatorio de moda en Francia, hacia una naturalidad más propia de la tradición inglesa. Sus ideas sobre la necesaria reforma de la producción teatral tuvieron en cuenta el concepto de unidad de la obra y del texto dramático, que abrieron el camino hacia una visión más moderna del hecho teatral.

En su diario se advierte una pintura de la sociedad en que se movía y revela un hombre con sus virtudes y defectos. Se publicó en dos volúmenes en 1875, editado por Sir Frederick Pollock, y completado por un pequeño volumen de Lady Pollock titulado Macready as I knew him, basado en su vida después de su retiro en Sherborne y Cheltenham. La última representación de Macready fue en el papel de Macbeth, el 26 de febrero de 1851, en el Drury Lane, con la que se retiró de los escenarios.

Autor

  • MGR.