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CineBiografía

López, Charo (1943-VVVV).

Actriz española, cuyo nombre completo es María del Rosario López Piñuela, nacida en Salamanca el 23 de octubre de 1943. Inició sus primeros estudios en un colegio de monjas. Terminado el bachillerato empezó a estudiar en la Universidad de Salamanca la carrera de Filosofía y Letras. Interesada por el teatro, intervino en algunas representaciones con el Teatro Universitario Español. Abandonó sus estudios en el quinto año de carrera y se trasladó a París. A su regreso a España decidió reanudar sus estudios universitarios, que simultaneó con los de la Escuela Oficial de Cinematografía. Debutó en el cine en 1967, de la mano de Gonzalo Suárez en la película Ditirambo, que supuso su revelación como actriz. En este trabajo intervinieron, junto a Charo López, el técnico de fútbol Helenio Herrera y famosos futbolistas de la época.

Posteriormente, quedó confirmada su fuerte personalidad y su amplitud de registros cinematográficos en El hueso (1967), de Antonio Giménez Rico, con la que consiguió el premio Revelación que otorga el Círculo de Escritores Cinematográficos.

En los años siguientes, Charo López desarrolló una amplia actividad en el teatro, la televisión y el cine, medios en los que se ha desenvuelto con frecuencia y con éxito. En Televisión Española (TVE) trabajó en los programas Los espectros, de Strindberg y El paraíso, de Curt Goete.

En 1969 intervino en la película de Gonzalo Suárez El extraño caso del doctor Fausto, a la que siguieron: Me enveneno de azules (1969), de Francisco Regueiro; El sol bajo tierra, La vida sigue igual, que realizó al lado del cantante Julio Iglesias; La leyenda del alcalde de Zalamea (1972), de Mario Camus, y La Regenta (1974), una adaptación cinematográfica de Gonzalo Suárez basada en la novela de Leopoldo Alas Clarín.

En 1975 intervino en el rodaje de Manuela, un romance sevillano de Gonzalo García Pelayo basado en la novela de Manuel Halcón, que levantó polémica y obtuvo un éxito popular importante. Un año más tarde intervino en las películas Parranda, de Gonzalo Suárez, y Los placeres ocultos, de Eloy de la Iglesia, a las que siguieron: La Raulito en libertad (1977), y Luto riguroso, de José Ramón Larraz.

Sin embargo, su lanzamiento definitivo, tanto en aceptación popular como en consagración como gran actriz, fue gracias a dos series televisivas de gran éxito a principios de los ochenta: Fortunata y Jacinta y Los gozos y las sombras, una de las producciones más ambiciosas de TVE, basada en la obra de Gonzalo Torrente Ballester. Para este medio, Charo López ha trabajado además en la serie Los pazos de Ulloa, de Gonzalo Suárez, y en los programas Estudio 1 y Ficciones.

En 1980 rodó Historias de mujeres, de Mauricio Walerstein y un año más tarde en la película Adiós querida mamá, del cineasta Francisco Lara Polop. El año 1982 se presentó para Charo López como un año prolijo en su carrera cinematográfica. A las órdenes de Mario Camus trabajó en La Colmena, basada en la obra de Camilo José Cela; Adulterio nacional; De camisa vieja a camisa nueva e Interior rojo de Eugenio Anglada, al lado de Enric Majó, María Martín y Fernando Fernán Gómez. En 1983 formó parte del rodaje de Epílogo, filme de Gonzalo Suárez que un año más tarde se exhibió en Argentina en el transcurso de la semana de cine español.

Otras películas en las que ha participado son: Camino de los barcos, Golpe de Estado de Guadalupe Limón (1984) Crimen en familia (1985) Los paraísos perdidos, de Basilio Martín Patino, y Tiempo de silencio, una adaptación de la novela de Luis Martín Santos, entre otras.

De sus interpretaciones teatrales destacan las realizadas en 1968, en el Teatro Español de Madrid bajo la dirección de Miguel Narros, con quien presentó El condenado por desconfiado y La marquesa Rosalinda. También actuó en otras agrupaciones teatrales, como la de Alfil o Lara, y destacó su brillante actuación en Los japoneses no esperan.

En 1987 se trasladó a Argentina y estrenó en Buenos Aires, al lado de José Sacristán, la obra de teatro Una jornada particular. En 1990 interpretó el papel de Balbina en la serie Un día volveré, basada en la novela de Juan Marsé que se presentó en octubre de 1993 en la Semana Internacional de Cine de Valladolid como "la serie del año de Televisión Española". En ella intervenían además Eusebio Poncela, Assumpta Serna y Juanjo Puigcorbé.

El año 1991 fue muy intenso para la actriz. Participó, junto a Miguel Bosé y a las órdenes de Josefina Molina en el rodaje de la película Lo más natural; presentó en Barcelona la película Don Juan de los infiernos, una adaptación libre del Don Juan de Molière en la que Charo López trabajó bajo la dirección de Gonzalo Suárez y junto a Fernando Guillén. Ese año finalizó en La Habana el rodaje de la primera serie televisiva del cineasta brasileño Ruy Guerra, Me alquilo para soñar, y comenzó, al lado de Fernando Guillén, la película de Gonzalo Herralde La fiebre del oro, basada en la novela homónima de Narcís Oller, que se presentó en noviembre de 1992.

En 1993 realizó un pequeño papel en la película Kika, del director manchego Pedro Almodóvar, y el cineasta Gonzalo Suárez comenzó el rodaje de la película El detective y la muerte, en la que Charo López compartió reparto con Héctor Alterio, Javier Bardem y Mapi Galán, entre otros.

Después de una larga ausencia de los escenarios españoles, Charo López reapareció en 1994 en el teatro con la comedia Carcajada salvaje, del autor estadounidense Christofer Durang. En esta ocasión, la actriz salmantina tuvo como pareja al actor Abel Vitón. En junio de ese mismo año comenzó a rodar Edipo alcalde, del director colombiano Jorge Alí Triana, basada en la obra Edipo Rey. En 1995 intervino en la película Pasajes de Daniel Calparsoro. En febrero de 1996 se estrenó en Santiago de Compostela la obra de teatro Tengamos el sexo en paz de Darío Fo, dirigida por José Carlos Plaza, con Charo López como única protagonista. Meses más tarde, en septiembre del mismo año, compaginó el teatro con el rodaje de Secretos del corazón del director Montxo Armendáriz. La popular actriz regresó al teatro en 2002 para interpretar Los puentes de Madison, bajo la dirección de Miguel Narros.

Ya en el nuevo siglo ha protagonizado Plenilunio (2000), de Imanol Uribe; Tiempos de azúcar (2000), de Juan Luis Iborra; La soledad era esto (2001), de Sergio Renan; y Nudos (2003), de Lluis María Güell. En cuanto al teatro, llevó en 2005 a las tablas Infierno, una adaptación de la obra de Dante dirigida por el director esloveno Tomaz Pandur.

Está en posesión de numerosos galardones, entre los que destacan: el Premio Oasis a la personalidad (1981); el premio Estrella de Mar (1987), el galardón más importante que otorga la Alcaldía de la ciudad argentina del Mar de Plata por su trabajo en Una jornada particular; Premio Ercilla de Teatro 1989 a la mejor interpretación en Hay que de deshacer la casa, y en 1991 fue finalista al premio Goya de interpretación femenina por la película Lo más natural.

Es miembro del comité de honor en España de la Fundación Pablo Milanés. Estuvo casada con el periodista y crítico de cine José García Dueñas, con quien contrajo matrimonio en 1965 y de quien se separó en 1972. Más tarde, mantuvo un romance con el torero "Antoñete". El 8 de agosto de 1988 contrajo matrimonio en secreto, en Buenos Aires, con el periodista argentino Carlos Gabetta, director del semanario El Periodista de Buenos Aires. En octubre de 1993 Charo López y Carlos Gabetta iniciaron los trámites de divorcio.

Autor

  • Sánchez