Lloréns Artigas, José (1892-1980).
Ceramista y crítico de arte español nacido en Barcelona el 16 de abril de 1892 y fallecido en la misma ciudad el 11 de diciembre de 1980. Su producción artística estuvo especializó en murales y vasijas de formas estilizadas.
Comenzó sus estudios artísticos en 1898 en la Escuela de la Llotja de su ciudad natal, estudios que prosiguió en los talleres de Francisco Galí y de Gelabert. De su paso por el primero de ellos se inició su relación con Joan Miró, con el que colaboró posteriormente en obras de gran envergadura y significado artístico como el mural realizado para la UNESCO en 1955. Su formación artística finalizó en la Escuela Superior de Oficios Artísticos de Barcelona (1916), donde fue alumno de Francisco Galí, Antonio Serra, José María Gol y Francisco Quer. Con una beca se trasladó París para dedicarse al estudio de la cerámica egipcia, trabajo que resumió en su tesis presentada en la universidad de la Sorbona de París sobre "Los esmaltes azules en el Antiguo Egipto". En éste y otros viajes a París inició su relación con importantes artistas españoles que residían en la capital francesa, como Pablo Gargallo, Pablo Picasso y Luis Buñuel. A la vez, inició su labor como crítico y teórico de arte, colaborador en diversas revistas de tal disciplina académica editadas en Barcelona.
Durante el año 1924 se trasladó a Francia, donde residió hasta su regreso en 1941, año en el que instaló su taller en la barcelonesa calle de Julio Verne. Su estancia en París, donde residió primero, y en Ceret, desde donde regresó a Barcelona, está marcada por su estudio de las producciones cerámicas de culturas orientales (en especial la cerámica china song) y por sus colaboraciones con otros artistas: Raoul Dufy, Nicolás Rubio, Albert Marquet y Georges Braque. Su colaboración con Dufy fue premiada con la medalla de oro en la Exposición Internacional de las Artes Decorativas de París (1925). Durante la década de 1930 expuso su obra en galerías de Londres, París, Barcelona y Nueva York. A su regreso a España, en 1941, Lloréns Artigas se relacionó con la vanguardia artística española de los años 40-50, frecuentando la academia de Eugenio D'Ors y participando en su doble faceta de artista y crítico de arte. En 1955, realizó junto a su antiguo compañero de estudios Joan Miró, por encargo de la UNESCO, un mural para la sede de ésta en París. El trabajo, que fue completado tres años más tarde, supuso la primera de una serie de colaboraciones entre ambos artistas catalanes, que se concretaron en sus realizaciones para la Universidad de Harvard (1960), el Guggenheim de Nueva York (1966), o el aeropuerto de Barcelona (1971). En 1972 el Colegio de Arquitectos de Barcelona le dedicó una exposición homenaje.
Con posterioridad a su fallecimiento se le han dedicado importantes muestras retrospectivas, como las antológicas realizadas en el Palau de la Virreina (Barcelona, 1981), o la que le dedicó el Museo Español de Arte Contemporáneo (Madrid) al año siguiente.
Las principales características de su trabajo como ceramista provienen tanto de su estudio de las producciones cerámicas de otras culturas (egipcia y china, principalmente), como del profundo afán de investigación que caracterizó la realización de sus obras. Éstas, en su aspecto formal, recrean formas simples, estilizadas y perfectamente equilibradas en su composición, en la que rehuye la adición de elementos adicionales a la propia pieza. Ello hace que su obra sea considerada por algunos especialistas como paradigma de la cerámica de torno.
Lloréns Artigas no sólo cuidó la faceta estética en la producción de sus obras; por sus cuadernos de taller (donados por sus hijos al Museo de Cerámica de Barcelona) se conoce al detalle los distintos procesos de realización de éstas. En primer lugar, la elaboración de la pasta cerámica, que era realizada por él mismo; como nos detalla en sus cuadernos de taller, utilizó para su elaboración una mezcla de arcilla refractaria, arena, cuarzo, caolín, feldespato, pegmatita y creta. Otro aspecto característico de su producción es la calidad y cantidad de esmaltes aplicados a las piezas torneadas; son esmaltes de una gran calidad con los que obtuvo infinidad de texturas, utilizando generalmente la técnica de soplado para su aplicación. Consiguió aproximadamente un catálogo de 3.000 esmaltes diferentes, a partir de la combinación de 60 productos y sus sucesivos procesos de oxidación-reducción.
El paso por el horno de las piezas es otro de los procesos a los que Lloréns Artigas prestó especial atención. Él mismo construyó sus propios hornos de leña, llegando incluso a patentar uno de ellos durante su etapa francesa. Sus obras más características, los vasos, se caracterizan por su sencillez formal y pureza de líneas, su forma estilizada y la brillantez de sus acabados. Sus obras se pueden contemplar en el Museo de Arte Moderno y en el de Cerámica (Barcelona), en el Centro de Arte Reina Sofía (Madrid), en el Museo Metropolitano (Nueva York) o en el Victoria & Albert Museum (Londres), entre otros.
Bibliografía
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COURTHION, PIERRE y LLORÉNS ARTIGAS, JOSÉ. Artigas. París, Ed. Maeght, 1969.
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COURTHION, PIERRE. Lloréns Artigas. Barcelona, Ed. Polígrafa, 1977.
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GASCH, SEBASTIÁN. José Lloréns Artigas. Santander, Escuela de Altamira, 1951.
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VV.AA. Catálogo de la exposición de José Lloréns Artigas. Madrid, Museo Español de Arte Contemporáneo, 1982.
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SÁNCHEZ PACHECO, TRINIDAD. Cerámica española. Barcelona, Ed. Edi-Balmes Edició, S.L., 1995.
AJMS