Leal López, Francisco Víctor, o "Curro Leal" (1954-VVVV).
Matador de toros mexicano, de origen español, nacido en Ciudad de México el 3 de noviembre de 1954. En el planeta de los toros es conocido por el sobrenombre de "Curro Leal". Era hijo del matador de toros madrileño Cayetano Leal Aranaz ("Pepe-Hillo"), nieto del coletudo de Leganés (Madrid) Cayetano Leal Casado ("Pepe-Hillo"), y sobrino-nieto del diestro de Pinto (Madrid) Eduardo Leal Casado ("Llaverito").
El ambiente taurino que respiró en su entorno familiar desde el mismo instante de su nacimiento alentó al joven Francisco Víctor a seguir el oficio de sus mayores, lo que pronto le llevó a dar sus primeros capotazos en tientas, capeas y cuantos festejos menores quedaban a su alcance. Tras haberse enfundado por vez primera un traje de alamares en junio de 1969 en la pequeña plaza de Acapulco, continuó fogueándose en el duro aprendizaje del toreo hasta que, el 9 de diciembre de 1970, consiguió debutar en una novillada asistida por el concurso de los varilargueros.
Las buenas maneras demostradas por el novel espada de Ciudad de México ante la cara de los novillos le permitieron, después de haber intervenido ya en treinta novilladas en su país natal, cruzar el océano Atlántico y presenciar como espectador los festejos verificados en mayo de 1971 en la feria madrileña de San Isidro, en la que no pudo anunciarse aquel año (ni en la temporada siguiente, como hubiera sido su deseo) por dificultades administrativas en la tramitación de papeles y permisos. De regreso a México, continuó firmando un buen número de contratos hasta que, en la campaña de 1973, se le presentó la ocasión de integrarse en el escalafón superior de los matadores de reses bravas.
En efecto, el día 9 de febrero de dicho año "Curro Leal" compareció en el coliseo taurino de El Progreso (en la Guadalajara mexicana) dispuesto a recibir la alternativa de manos del veterano coletudo azteca Manuel Martínez Alcira ("Manolo Martínez"); el cual, bajo la atenta mirada del torero de Acapulco Antonio Lomelín Migoni, que hacía las veces de testigo en tan emotiva ceremonia, cedió al toricantano la muleta y el estoque con los que había de trastear y despenar a un astado criado en las dehesas de San Mateo, que atendía a la voz de Manchego.
Ya con el doctorado taurino en su haber, Francisco Víctor Leal López ("Curro Leal") continuó renovando sus antiguos éxitos novilleriles a lo largo de aquella temporada de 1973, con la intención de presentarse pronto ante la selecta afición de la capital mexicana para confirmar la validez de su inclusión en el escalafón superior. Así las cosas, a finales del año siguiente (concretamente, el día 19 de diciembre de 1974) pisó el redondel de la plaza Monumental de México para presentarse por vez primera ante sus paisanos en calidad de matador de toros; venía, a la sazón, apadrinado por el célebre espada de Ciudad de México Francisco Rivera Agüero ("Curro Rivera"), quien, en presencia del no menos afamado coletudo salmantino Pedro Gutiérrez Moya ("Niño de la Capea"), que comparecía aquella tarde a guisa de testigo, le facultó para que diera lidia y muerte a estoque a un burel que había pastado en la explotación ganadera de Javier Garfias.
Consolidado, en fin, como una las figuras cimeras del toreo azteca de los años setenta, "Curro Leal" vio cumplido su sueño de torear en la tierra de sus mayores el día 12 de julio de 1977, fecha en la que holló las arenas del coliseo taurino de la Ciudad Condal para compartir cartel con el diestro madrileño Gabriel de la Casa Pazos y el torero castellonense Raúl Aranda Pérez. Ocho corridas toreó en suelo hispano durante aquella campaña de 1977, y cuatro en la temporada siguiente, aunque se vistió de luces en muchas más ocasiones en los circuitos taurinos de su país natal.
Tras mantenerse en activo durante algunos años, se cortó la coleta para dedicarse de lleno a la organización de eventos taurómacos en México, donde llegó a convertirse en el máximo responsable del principal coliseo del país, la plaza Monumental de la capital azteca (conocida popularmente como "la México"). Desde la preeminencia que le confería su cargo, Francisco Víctor Leal López favoreció el intercambio entre los matadores de toros de ambas orillas del Atlántico.
Bibliografía
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- ABELLA, Carlos y TAPIA, Daniel. Historia del toreo (Madrid: Alianza, 1992). 3 vols. (t. 3: "De Niño de la Capea a Espartaco").
- GUARNER, Enrique. Historia del toreo en México (México, 1979).
- VINYES RIERA, Fernando. México, diez veces llanto (Madrid: Espasa-Calpe, 1987).
J. R. Fernández de Cano.
