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FísicaBiografía

Landau, Lev Davidovich (1908-1968).

Lev Landau.

Físico y matemático ruso, nacido en Bakú (capital de la actual República de Azerbaiyán) el 22 de enero de 1908 y fallecido en Moscú (Rusia) el 1 de abril de 1968. Fue galardonado con el Premio Nobel de Física en 1962, "por sus teorías, pioneras en el campo de la materia condensada, especialmente sobre la licuefacción del helio".

El entorno familiar le orientó desde su infancia hacia la Ciencia y la Tecnología, pues era hijo de una doctora en Medicina especializada en Fisiología, y de un Ingeniero industrial que había sido destinado a Bakú para que dirigiera uno de los yacimientos de petróleo del mar Caspio.

En dicha ciudad azerbaiyana, perteneciente entonces al Imperio Ruso, recibió sus primeras enseñanzas el pequeño Lev Davidovich, quien pronto se reveló como un niño prodigio, especialmente en el campo de las Matemáticas. Tanto aventajó al resto de sus compañeros, que a los trece años ya había concluido su formación secundaria y estaba facultado para ingresar en la universidad. Pero sus padres se negaron a que esta precocidad intelectual cambiara de forma tan tajante el rumbo de su vida, y, por retrasar durante algún tiempo su matriculación en las aulas de un centro superior, le obligaron a estudiar Economía en la Escuela Técnica Económica de Bakú.

Con todo, en 1922, con tan sólo catorce años de edad, Lev Landau ingresó en la Universidad de Bakú, donde continuó estudiando las materias que le apasionaban, como las Matemáticas, la Física y la Química. Allí sorprendió de tal manera a sus profesores, que al cabo de dos años todos le apoyaron para que pudiera formalizar su traslado a un centro superior de mayor prestigio: la Universidad de Leningrado. En sus aulas estudió el joven Lev Davidovich entre 1924 y 1927, año -éste último-, en el que no sólo se licenció a la temprana edad de diecinueve, sino que dio, además, a la imprenta su primer trabajo de Física, centrado en la teoría de los cuantos (cada una de las pequeñas cantidades discretas -es decir, no continuas- con que todo átomo absorbe o emite energía radiante).

Una vez graduado, continuó desarrollando su trabajo en calidad de investigador en el Instituto Técnico Físico de Leningrado. En 1929, emprendió una gira por los principales laboratorios y departamentos de Física de toda Europa (Alemana, Suiza, Holanda, Inglaterra y Bélgica), para acabar quedándose durante una larga temporada, merced a la obtención de una beca Rockefeller, en el Instituto Niels Bohr de Copenhague (Dinamarca). Bohr, que había sido galardonado con el Nobel de Física en 1922, por su brillantísima teoría sobre la estructura del átomo, quedó fascinado por los conocimientos y la capacidad del joven Landau y se convirtió en su maestro y protector. Su influencia fue decisiva en la orientación del científico ruso hacia las Física teórica, pero también en la serenidad y el sosiego de quien, hasta el momento de su llegada a Copenhague, solía comportarse como un joven impulsivo y provocador.

Tras haber pasado tres años bajo la fructífera tutela de Bohr, en 1932 Landau regresó a la Unión Soviética para asumir la dirección del Instituto Físico-Químico de Jarkov (Ucrania), donde también ocupó un puesto docente, en calidad de profesor de Física teórica, en la Escuela Superior de Ingeniería Industrial. Aprovechó su nueva vinculación a la vida universitaria para doctorarse en Física y Matemáticas (1934).

Trabajador infatigable, por aquel tiempo el joven Lev Davidovich era capaz de publicar, de mes en mes, un estudio científico repleto de aportaciones novedosas. Ello le valió, en 1935, su designación como profesor de Física en la Universidad Gorki de Jarkov, pronto convertida por él en el principal foco de expansión de la Física teórica en la Unión Soviética.

Finalmente, sus investigaciones le hicieron merecedor de una cátedra de Física en la Universidad de Moscú, ciudad a la que se trasladó en 1937, para hacerse cargo también del célebre Instituto Vavilov de Problemas de Física, perteneciente a la Academia de Ciencias de la URSS. Allí empezó a realizar numerosos proyectos que le convirtieron en uno de los científicos más fecundos de su tiempo, con incursiones en campos tan diversos como los de las colisiones atómicas, la Astrofísica, la Física a baja temperatura, la Física atómica y nuclear, la Termodinámica, la Electrodinámica del quántum, la teoría cinética de los gases, la teoría del campo del quántum y la Física de plasma. Pero, fundamentalmente, deslumbró a la comunidad científica internacional con sus descubrimientos sobre el comportamiento superfluido del helio-3 líquido, que habría de reportarle, al cabo del tiempo, el Premio Nobel de Física.

A pesar de estos éxitos, su vida estuvo marcada también por la inestabilidad y la desgracia. En 1938, recién llegado a Moscú, fue encarcelado durante un año bajo la acusación de realizar labores de espionaje para el estado alemán. Recobró la libertad gracias al apoyo de otros grandes científicos soviéticos como Piotr Kapitsa, que llegó a dirigirse por escrito a Stalin para abonar la inocencia de Landau. Desde Copenhague, Niels Bohr se sumó también las demandas de sus colegas soviéticos.

Sin embargo, sus mayores apuros estaban aún por llegar. En 1962, año en el que fue universalmente consagrado como un genio de la Ciencia por la Academia de Suecia, sufrió un gravísimo accidente de automóvil que le tuvo en coma durante seis semanas. Con fractura de once huesos y el cráneo perforado, Lev Davidovich Landau fue declarado clínicamente muerto en cuatro ocasiones; pero otras tantas veces regresó de las sombras para acabar superando la tragedia. Logró recuperar por completo su capacidad motriz y sensorial, así como sus facultades mentales; sin embargo, ya no abordó ningún otro proyecto de investigación, pues continuó padeciendo graves secuelas que le condujeron a la muerte en la primavera de 1968.

Landau fue autor de numerosos artículos y ensayos en los que dejó plasmadas sus investigaciones, así como de varios libros de referencia obligada en las facultades de Ciencias de todo el mundo. Entre ellos, cabe destacar su celebérrimo Curso de Física teórica, en nueve volúmenes, escrito en colaboración con su discípulo Evgenni M. Lifshitzs. Además, escribió La Física estadística y Física para todos.

Entre los numerosos honores y galardones con que fue distinguido a lo largo de toda su carrera científica, figuran, además del ya citado Premio Nobel, la Medalla del Instituto Max Planck (1960), el premio "Fritz" de la Royal Society de Londres (1960) y el Premio Lenin (1962). Fue elegido miembro de la Danish Royal Academy of Sciences (Real Academia Danesa de las Ciencias, 1951), de la Netherlands Royal Academy of Sciences (Real Academia de las CIencias de los Países Bajos, 1956), de la Physical Society británica (Sociedad Física, 1959), de la Royal Society de Londres (1960), y de la Academia de las Artes y las Ciencias de los Estados Unidos de América (1960).

JRF

Autor

  • J. R. Fernández de Cano.