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PeriodismoLiteraturaBiografía

Koestler, Arthur (1905-1983).

Novelista, ensayista y periodista británico de origen húngaro, nacido en Budapest en 1905 y fallecido en 1983. Desde su infancia mostró un encendido entusiasmo por la creación literaria, lo que le indujo a estudiar la carrera de Letras en la Universidad de Viena. Una vez concluidos estos estudios superiores, comenzó a ejercer de periodista para varias publicaciones, en calidad de corresponsal en diferentes países. Ello le permitió ver mundo, ampliar sus horizontes y, andando el tiempo, elegir una nueva nacionalidad.

Agitado por los vaivenes políticos propios de su época, en 1931 se afilió al Partido Comunista, formación que habría de abandonar al cabo de seis años, profundamente decepcionado. Sin embargo, su talante progresista le siguió impulsando a defender, en cualquier lugar del mundo, la causa de la izquierda internacional: en España -donde había sido enviado como corresponsal del diario británico liberal The News Chronicle, que apoyaba al ejército republicano- participó en la Guerra Civil, fue capturado por las tropas fascistas insurrectas y condenado a la pena capital, aunque al final se le conmutó esta condena. Sufrió, a cambio, un período de privación de libertad en la cárcel de Sevilla a comienzos de 1937, experiencia que dejó reflejada en Spanish Testament (1938). Fruto de este sincero y firme compromiso con los ideales revolucionarios fue su primera novela, titulada Los gladiadores (1939), en la que analiza las causas del fracaso de la revolución pendiente.

A raíz del estallido de la II Guerra Mundial, Arthur Koestler intervino activamente en el conflicto bélico al lado de las fuerzas armadas del Reino Unido, gracias a lo cual pudo obtener la ciudadanía británica al término de la contienda. Por aquel entonces ya gozaba de cierto renombre como escritor, merced a la aparición de su segunda novela, Oscuridad a mediodía (1941), en la que relataba las causas que le habían llevado a su tajante ruptura con el comunismo (entre ellas, las purgas de Moscú y los juicios políticos que se habían llevado a cabo en la Unión Soviética durante la década de los años treinta).

Involucrado en un género de escritura que pudiera servir de testimonio histórico de toda una generación, en 1946 publicó Thieves in the Night, una novela en la que relató los conflictos originados a raíz de la fundación del estado de Israel. Poco después dio a la imprenta una de sus obras más famosas, el volumen de ensayos The Yogi and de Commissar (1945), donde abordó dos formas contrapuestas de enfrentarse a la vida: la contemplación mística y el activismo político. Y en 1950 publicó The God that Failed, donde daba cuenta de su pasado de intelectual comunista.

En 1952 volvió a los escaparates de las librerías de todo el mundo con Flecha azul, narración teñida de unos marcados ecos autobiográficos que reaparecieron dos años después en su siguiente novela, titulada La escritura invisible. En 1957 publicó Reflexiones sobre la horca (1957), relato inspirado por el recuerdo del período en que estuvo encarcelado y condenado a muerte. Dos años después publicó The Sleep Walkers (1959), obra a la que siguieron otros dos títulos: The Lotus and de Robot (1961) y The Act of Creation (1964).

Tras varios años de silencio creativo -en los que continuó ejerciendo el periodismo-, en 1968 presentó otra gran narración, El espíritu de la máquina (1968), en la que postulaba la existencia de ciertas patologías cerebrales que pueden ser la causa fisiológica de ese aparente instinto autodestructivo mostrado por la especie humana. Emprendía así el desbrozamiento de una nueva línea temática en su producción narrativa, caracterizada a partir de ahora por sus reflexiones acerca de la conducta humana. Así, en 1973 publicó Las call girls (1973), donde mezclaba risas y llantos para reflejar la naturaleza tragicómica del ser humano, condenado a un continuo y asfixiante ejercicio de supervivencia.

Diez años después de la aparición de esta última novela, Arthur Koestler, que se había convertido en un abanderado del derecho a la eutanasia, se quitó la vida para poner fin a los sufrimientos que le causaban el mal de Parkinson y la leucemia que padecía.

Autor

  • JR.