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EsculturaPinturaBiografía

Klimt, Gustav (1862-1918).

Pintor austríaco nacido en Baumgarten (entonces un suburbio de Viena) el 14 de julio de 1862 y muerto en Viena el 6 de febrero de 1918, considerado como prototipo prominente del Art Nouveau y el Modernismo.

Gustav Klimt fue el segundo de los siete hijos que tuvieron Ernest Klimt, un orfebre y grabador de Bohemia, y la vienesa Anna Finstern.

En 1876, Klimt inició sus estudios en la Escuela de Artes y Oficios del Museo austríaco para el Arte y la Industria (actualmente Österreichisches Museum für Angewandte Kunst), para posteriormente pasar a la escuela de pintura del profesor Laufberger, en la que estudió hasta la muerte de éste, ocurrida en 1881. Mientras estudiaba, empezó a trabajar junto a su hermano Ernst y su compañero de escuela Franz Matsch en la elaboración de los grafitis de Laufberger, en el patio interior del Kunsthistorisches Museum de Viena. El grupo, que se autodenominaba Künstlerkompanie, empezó a obtener sus primeros encargos en 1880: varias pinturas para el techo de un salón del palacio de Sturany de Viena y el techo de las termas de Karlsbad, en Checoslovaquia.

A lo largo de la década de los ochenta, los dos hermanos y Franz Mastch establecieron un estudio común en Viena y trabajaron en la decoración de varios edificios públicos y privados de la ciudad, entre ellos la Hermesvilla de Lainz (cerca de Viena), el teatro de Reichenberg y el Burgtheater de Viena. Mientras, Klimt comenzó a pintar sus primeras obras, Fábula e Idilio, y recibió la cruz de oro al mérito por sus actividades artísticas.

En 1892, después de doce años de trabajo en común, el grupo Klimt se encontró ante un período en el cual se enlenteció su trabajo: por un lado falleció el padre de los hermanos en agosto, y más adelante, en diciembre, el propio Ernst Klimt.

A pesar de que el distanciamiento entre Mastch y Klimt cada vez era más evidente, ambos iniciaron un proyecto para la decoración de el Aula Magna de la Universidad de Viena, en el cual Klimt se encargó de la elaboración de los paneles que representan la Filosofía, la Medicina y la Jurisprudencia.

En 1897, cuando se fundó la Unión de los artistas figurativos de Austria, también llamada Secesión vienesa, Gustav Klimt se convirtió en una de sus personalidades dominantes. Esta Secesión, nacida siguiendo el modelo de los jóvenes secesionistas alemanes, estaba formada por un grupo de artistas que buscaban romper con el aislamiento ancestral y el desfase existente hasta ese momento en el arte austríaco. La revista ideológica de este movimiento, Ver Sacrum, también fundada ese mismo año, se convirtió en el órgano de difusión de sus ideales.

En los años siguientes, el artista presentó en las muestras de la Secesión diversas obras que tuvieron una acogida polémica entre el público, como es el caso de los paneles ya citados, Filosofía y Medicina, y del gran Friso de Beethoven; la última de sus obras presentada en la Secesión fue Sierpes de Agua (II), pero en 1905 renunció definitivamente al encargo del Aula Magna de la Universidad de Viena, tras lo cual solicitó que le fueran devueltos los proyectos. En ese mismo año pintó el Retrato de Margaret Stonborough Wittgenstein y Las tres edades de la mujer. Al año siguiente, rompió con la Secesión debido a disensiones internas; junto a él se alinearon una serie de artistas que se denominaron Kunstschau o “grupo Klimt”, entre los que se encontraban, entre otros, Otto Wagner y Josef Hoffmann.

En esa época, pintó el Retrato de Fritza Riedler, uno de los primeros grandes retratos de su período dorado, que fue seguido de El beso, y del primer Retrato de Adele Bloch-Bauer. En el verano de 1908 se inauguró la “Kunstschau Wien”, primera muestra oficial del grupo Klimt, en la cual el artista pronunció su discurso inaugural y expuso dieciséis obras.

Los viajes, la participación en exposiciones internacionales y una intensa actividad pictórica marcaron los últimos años de su vida. Hacia 1912, sus retratos y sus paisajes comenzaron a distinguirse por la particularidad del “estilo floreado”, el cual se había iniciado en el segundo Retrato de Adele Bloch-Bauer.

En 1917, un año antes de su muerte, la Academia de Bellas Artes de Viena y la Academia de Múnich lo nombraron miembro honorario. Poco después, a la vuelta de un viaje a Rumanía, sufrió un ataque de apoplejía, por el cual tuvo que ser internado en el hospital de Viena, donde falleció el 6 de febrero a los 56 años de edad. En su estudio quedaron un gran número de obras inacabadas.

Obra

Ante todo, Klimt estuvo influenciado por los acontecimientos culturales e ideológicos de la Viena de finales del siglo XIX y principios del XX, razón por la cual su obra, su concepción del arte, y su pintura engloban los tópicos esenciales de su entorno.

Klimt desarrolló, a través de las sucesivas etapas de evolución de su lenguaje, un sofisticadísimo tejido de relaciones alegóricas que impregnan, incluso de modo fundamental, el sentido de los signos ornamentales y de las propias relaciones de representación pictórica.

En las primeras etapas de su vida artística, Klimt estuvo influenciado por Hans Mackart, el más célebre de los pintores vieneses de la segunda mitad del siglo XIX, tanto es así que al principio se le consideró sucesor de éste. Sin embargo, sus influencias empezaron a alejarse pronto de Mackart, momento a partir del cual inició una etapa en la que jugaban a partes iguales simbolismo y realismo virtuoso.

La pintura de Klimt dio un giro decisivo en los inicios de la Secesión, cuando comenzó su verdadero período de madurez personal, y él mismo se convirtió en la personalidad más singular del nuevo arte austríaco. Entre las obras que mejor definen este cambio -situado en torno a los años 1898 y 1899- hay dos, Palas Atenea (1898) y Nuda veritas (1899), las cuales se encuentran íntimamente relacionadas bajo el punto de vista temático y formal. La primera, realizada en el característico formato cuadrado de Klimt, aborda un tema mitológico muy utilizado en todos los movimientos secesionistas centroeuropeos; en la segunda, el protagonismo recae en el erótico desnudo de una mujer con cabellos de fuego.

Sus obras más polémicas fueron los paneles decorativos para el Aula Magna de la Universidad de Viena: Filosofía (1900), Medicina (1901) y Jurisprudencia (1907), las cuales ofrecían una visión que, en cierto modo, se adelantaba a su tiempo al cuestionar la idea de progreso de estas ciencias. Desgraciadamente, estas obras, junto con otras de Klimt, se destruyeron en el incendio del castillo de Immendorf en 1945.

Con sus retratos, sin embargo, alcanzó Klimt críticas mucho más favorables. Fue la suya una aportación innovadora al retrato contemporáneo, sobre todo al femenino. Hacia 1898 sus primeros retratos ya poseían una madurez destacada, con los retratos de Sonja Nips y Serena Lederer. En estas dos obras acuña el doble modelo compositivo de su período más tardío: la figura femenina aparece en posición de tres cuartos frente al espectador y sentada a la derecha del cuadro si el autor utiliza el formato cuadrado, o bien aparece de pie, en un formato vertical muy estilizado. El verdadero gran cambio llegó con el Retrato de Emile Flöge, (1902), obra que muestra a la que fue compañera sentimental de Klimt durante muchos años, dueña de una casa de modas de Viena, para la cual el artista hizo varios diseños de vestidos. En este retrato, el cuerpo de la figura se disuelve sobre el fondo e introduce el ornamento del ropaje, lo que hace que sólo quede el rostro como muestra de que realmente existe una persona tras la profusa decoración del entorno. Los retratos de Margaret Stonborough Wittgenstein y Fritza Riedler, dos piezas cumbre realizadas en 1905 y 1906, respectivamente, muestran una original decoración de los fondos, que son tratados como meras composiciones geométricas sobre los planos de la tela, en una concepción que sorprende por su modernidad. Incluso en el retrato de Fritza Riedler, centra detrás de la cabeza de la mujer un motivo ornamental alusivo directamente al tocado de la Mariana de Austria velazqueña. Y es que Velázquez tuvo una gran influencia en los ambientes artísticos de la época de Klimt. Ésta es, además, la primera obra en la que el artista recurre a las tonalidades doradas, tan características de sus obras con el tiempo, tal y como se puede ver en El Beso (1907-1908), en Judit I (1901) y en Judit II (1909).

El beso (Óleo sobre lienzo, 1907-08). Österreichische Galerie (Viena, Austria).

En junio de 2006 Klimt saltó a las portadas de los rotativos de todo el mundo por haberse convertido en el autor del cuadro más caro de la historia, desbancando al mismísmo Picasso; su retrato de Adele Bloch-Bauer (1907) fue vendido, después de muchos avatares, por su legítima dueña, la sobrina (única superviviente) de la retratada, Maria Altmann, al magnate de la cosmética Ronald S. Lauder, hijo de la legendaria Estée Lauder, por 135 millones de dólares (106,8 millones de euros); una cantidad muy alejada de los 82,4 millones de euros que se pagó por el Muchacho con pipa del artista malagueño. En julio de ese mismo año el cuadro ya fue instalado en sus nuevas dependencias, la Neue Galerie Museum for German and Austrian de Nueva York, un pequeño museo que albergará una nutrida selección de arte austríaco-alemán en la ciudad de los rascacielos.

Bibliografía

  • FAERNA GARCÍA-BERMEJO, J. M. (dir.). Gustav Klimt. (Barcelona: Polígrafa: Globus Comunication, 1996).

  • FLIEDL, G. Gustav Klimt: 1862-1918: el mundo con forma de mujer. (Köln: Benedikt Taschen, cop. 1991).

  • HUICI, F. Klimt. (Madrid: Anaya, 1989).

  • La OBRA pictórica completa de Klimt. (Barcelona [etc.]: Noguer, D.L.1981).

  • PAULI, T. (ed.lit.). Gustav Klimt. (Madrid: Sociedad Editorial Electra España, cop. 2000).

  • WHITFORD, F. Klimt. (Londres: Thames and Hudson [trad. española: Barcelona: Destino, 1992]).

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