Kaye, Danny (1913-1987).
Actor y director de cine estadounidense, nacido el 18 de enero de 1913 en Nueva York y fallecido el 3 de marzo de 1987 en Los Ángeles, cuyo verdadero nombre es Daniel David Kaminsky.
Vida
Hijo de un sastre, tuvo de abandonar la escuela con apenas trece años de edad para ganar un dinero indispensable en el sostenimiento de la economía familiar. Sus comienzos no fueron pues nada fáciles, ya que tras enrolarse en una compañía de teatro donde actuaba por las noches pasó a ejercer durante las mañanas como agente de seguros, vendedor de helados o camarero. Ese ritmo frenético de trabajo no le impidió sin embargo pulir sus habilidades como intérprete, ampliando su repertorio a otros ámbitos como el humor, el baile, la música, la imitación de personajes famosos e incluso el circo (Kaye llegó a ser un consumado malabarista).
Debutó en los escenarios de Broadway en 1939, junto a la mítica Imogene Coca, y el éxito obtenido le permitió dar el primer salto al cine, un tanto tímido todavía, a través de dos cortometrajes dedicados a fines educativos que tiempo después serían incluidos en el film compilatorio de homenaje The Danny Kaye Story. Con todo, su habilidoso número cómico en la obra musical Lady in the dark, donde pronunciaba los nombres de una cincuentena de compositores rusos (reales o ficticios) en menos de treinta y ocho segundos, le abrió definitivamente las puertas de Hollywood. Contratado por Samuel Goldwyn, Kaye protagonizó la comedia Rumbo a Oriente (1944) en la que dio vida a un hipocondríaco cuyas enfermedades imaginarias eran la verdadera oportunidad para que el actor desplegara un auténtico recital de muecas y tics que acabarían por convertirse en habituales. De hecho, Danny Kaye forjó en esta su primera película un personaje que trasladó a su cine posterior: nervioso hasta la exageración, hiperactivo e incapaz de expresarse en su propio idioma sin distorsionarlo.
El éxito en las pantallas le vino de inmediato con Un hombre fenómeno (1945), donde dio vida a un joven que busca vengar a su hermano pequeño, asesinado por unos gángsters, y para ello ocupa su puesto como showman en un club nocturno. Actor aficionado a los juegos de palabras que tanto había cultivado en los escenarios, Danny Kaye buscó trasladarlo al cine, como ocurría en esta película, a través de la pantomima y de monólogos basados en unas manipulaciones del lenguaje casi imposibles de traducir correctamente fuera de las fronteras estadounidenses.
La vida secreta de Walter Mitty (1947) le catapultó definitivamente al estrellato, al encarnar a un infeliz empleado de una editorial de literatura popular que vive en su imaginación las aventuras de las novelas que debe revisar. Esta sucesión de ensoñaciones permitió el despliegue humorístico de Kaye, el cual tuvo oportunidad de lucirse, siempre dentro del absurdo, en las más diversas caracterizaciones. Sin embargo, tras el fallido remake de Bola de fuego titulado Nace una canción (1948) (donde la parte estelar del film fue ocupada por músicos de jazz como Louis Armstrong, Benny Goodman o Lionel Hampton), la carrera de Danny Kaye comenzó a despeñarse por los abismos de la irregularidad. Junto a títulos de escaso éxito, como En la Costa Azul (1951) o Tu mano en la mía (1959) (de nuevo junto al genial trompetista Louis Armstrong), protagonizó todavía algunos films de enorme popularidad como El fabuloso Andersen (1952) donde encarnó al célebre escritor de cuentos infantiles, o sobre todo Navidades blancas (1954) coprotagonizado por el cantante y actor Bing Crosby.
A mediados de la década de los cincuenta, Danny Kaye tuvo oportunidad de conocer la miseria de los niños de la India durante una gira de actuaciones benéficas. Desde ese momento espació sus apariciones en el cine para convertirse en embajador volante de la UNICEF contra la mortandad infantil causada por la pobreza, promoviendo festivales por todo el mundo y prestándose a intervenir en cuantos actos de estas características pudieran realizarse a escala internacional. Esta loable actividad benéfica tuvo su recompensa en dos Oscar honoríficos de Hollywood, uno recibido en 1954 y otro en 1981, así como sobre todo en el cariño y admiración de infinidad de personas.
Pese a ello, aún tuvo ocasión de reencontrarse nuevamente con el éxito cinematográfico en películas hechas a su medida como Loco por el circo (1958) e incluso de convertirse en una estrella de la televisión gracias a El show de Danny Kaye, emitido entre 1963 y 1967, y donde su mujer, Sylvia Fine, desempeñó un papel fundamental como escritora de gags, letrista de canciones y asesora coreográfica. Sus últimos años en activo estuvieron marcados por una grave enfermedad que arrastró hasta su muerte.
Danny Kaye fue uno de los actores más queridos por el público infantil de la segunda mitad del siglo XX, en particular gracias a sus interpretaciones cinematográficas en títulos como La vida secreta de Walter Mitty, El fabuloso Andersen o Navidades blancas, donde supo mostrar todas sus habilidades de actor, humorista y cantante adquiridas en la magnífica escuela del vodevil.
Filmografía
1944: Rumbo a Oriente.
1945: Un hombre fenómeno.
1946: El asombro de Brooklyn.
1947: La vida secreta de Walter Mitty.
1948: Nace una canción.
1949: El inspector general; It’s a Great Feeling.
1951: En la Costa Azul.
1952: El fabuloso Andersen.
1954: Un gramo de locura; Navidades blancas.
1955: Sembrando risas infantiles (y director).
1956: The Court Jester.
1958: Loco por el circo; Yo y el coronel.
1959: Tu mano en la mía.
1961: Plan 402.
1963: Solo contra el hampa.
1969: La loca de Chaillot.
1972: The Pied Piper.
LFC
