Juana, Papisa.
Según la leyenda, hubo en la Edad Media una mujer llamada Juana que, durante una época de atroces penurias que afectaron a Europa, decidió disfrazarse de muchacho y pedir auxilio en un convento. Recibió así las órdenes sacerdotales y por sus méritos realizó una carrera eclesiástica que la llevó al papado sin que nadie jamás sospechase su verdadera naturaleza. Sin embargo, había tenido algunos amantes secretos y a consecuencia de sus aventuras quedó embarazada, produciéndosele el parto durante una procesión. Añade la leyenda que, a partir de entonces, se estableció la costumbre de cerciorarse de la naturaleza sexual de los prelados.