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CineBiografía

Ingram, Rex (1892-1950).

Director de cine irlandés, cuyo verdadero nombre era Reginald Ingram Montgomery Hitchcock, nacido el 15 de enero de 1892 en Dublín y fallecido el 21 de julio de 1950 en Hollywood, Los Angeles (California).

Vida.

Se educó en un ambiente de profunda religiosidad que influyó poderosamente en su trayectoria posterior. Hijo de un pastor protestante y criado en alguno de los mejores colegios de Irlanda, la súbita muerte de sus padres en poco espacio de tiempo le dejó huérfano y sin apenas posibilidades económicas. Animado por las posibilidades de enriquecerse que ofrecían los Estados Unidos, tierra de promisión para innumerables emigrantes que acudían en masa buscando fortuna, compró un pasaje de barco con el escaso dinero de la herencia y arribó a Nueva York.

Las posibilidades de encontrar trabajo se encontraban, sin embargo, alejadas de esta ciudad: en New Haven le esperaba un contrato para trabajar en la construcción del ferrocarril, uno de los oficios más duros que podían emprenderse y también uno de los más peligrosos. Pero la experiencia valió la pena, puesto que además de hacerle conocer el otro lado de la vida -el de las estrecheces y dificultades para sobrevivir- le permitió ahorrar un dinero que invertiría en matricularse en la prestigiosa Yale School of Fine Arts, donde estudió escultura.

En 1913 el dinero volvería a agotarse y ante la necesidad de encontrar un trabajo optó por el cine. Unos curiosos pioneros estaban intentando levantar Hollywood como posible centro de producción de películas, y hasta allí se fue Rex Ingram. Contratado por la Edison como actor y decorador -de algo tenían que servir sus estudios de escultura-, pronto pasó a la emergente Vitagraph como guionista e intérprete. En su seno desarrollaría una notable afición por la literatura, que más tarde tendría reflejo en su propio cine a través de adaptaciones de famosas obras literarias.

Sus inquietudes artísticas le llevaron a mantener profundas desavenencias con diversas empresas, como la Fox o la Universal, más volcadas en el negocio comercial sin pretensiones y a las que el fenómeno francés del Film d'Art les quedaba muy alejado. Sin embargo, Rex Ingram conseguiría superar los distintos baches gracias, en primer lugar, a su magnífico olfato para detectar actores y lanzarlos al estrellato. Henry B. Walthall, protagonista de His Robe of Honor y Hundrum Brown, inauguraría una larga lista en la que estuvieron Alice Terry, Lewis Stone, Barbara La Marr, Ivan Petrovich y, sobre todo, el español Antonio Moreno y los míticos Ramón Novarro y Rodolfo Valentino. Todos estos nombres le debieron a Ingram buena parte de su fama y, al tiempo, le elevaron a las mayores cimas profesionales a las que un director podía aspirar.

Su primera película de éxito sería Under Crimson Skies, donde Elmo Lincoln encarnaba al capitán de un barco envuelto sin pretenderlo en una sangrienta revolución. El extraordinario taquillaje obtenido por este film animaría a la Metro a contratarle, pese a los rumores que corrían dentro del mundillo sobre su conflictividad. Pero Shore Acress y Hearts Are Trumps marcarían su definitivo asentamiento en la cima de la industria cinematográfica, que empezaba a considerarle un valor seguro y por el que se podía apostar.

Casado con la actriz Alice Terry, puso en marcha a comienzos de la década de los veinte un proyecto a su mayor gloria, Los cuatro jinetes del Apocalipsis, donde brillaría sobre todo un joven de origen italiano: Rodolfo Valentino. Este largometraje, basado en la novela del escritor español Vicente Blasco Ibáñez, poseía un notabilísimo ritmo así como un no inferior sentido visual, y la plasticidad de las imágenes cautivaba al espectador. El éxito fue estruendoso, con lo que Rex se aventuró en un nuevo rodaje: Eugenia Grandet, donde además pudo dar nuevamente rienda suelta a su entusiasmo literario. Pero el tándem formado por Rodolfo Valentino y Alice Terry acabaría disolviéndose como consecuencia de que el actor fue elevado a la categoría de mito viviente y sus honorarios aumentaron en consonancia. Sin desanimarse, Ingram encontraría pronto sustituto: Ramón Novarro.

Este intérprete de orígenes hispanos se convirtió en el principal oponente de Valentino como máxima estrella masculina del firmamento de Hollywood. Con Ingram debutaría en el espectacular éxito El prisionero de Zenda, a la que seguirían, entre otras, Where the Pavements End o Scaramouche. El intimismo de las historias de amor quedaba enmarcado en momentos históricos donde la épica se imponía a cualquier circunstancia, en un curioso cóctel que Rex Ingram supo manejar con llamativa desenvoltura. Pero un problema apareció en el horizonte: su deseo de que las películas estuvieran filmadas en los sitios reales donde transcurría la acción empezaba a chocar con la lógica economicista de las productoras. El árabe sería de hecho rodada en Marruecos, y Mare Nostrum, de nuevo otra adaptación de Blasco Ibáñez, en la ciudad mediterránea de Niza, lo cual aumentaría los costes de forma espectacular. Mare Nostrum, además, tenía una duración desmesurada para la época, por lo que la Metro decidió cortar por lo sano y reducir su metraje ante el disgusto de Ingram, que siempre lo consideró un insulto.

Dado que su posición dentro de la Metro empezaba a ser cuestionada, pese al gigantesco éxito de películas como Mare Nostrum, donde Antonio Moreno saltó a la fama como galán, Rex Ingram y Alice Terry decidieron lanzarse a la aventura de comprar unos estudios de rodaje en Francia. El jardín de Alá vino a convencerle de que estaba en el sendero adecuado, pero el cine sonoro amenazaba la continuidad de todos los profesionales que se habían forjado en la etapa muda y muy especialmente de actrices como Alice Terry, cuya voz no era adecuada a las circunstancias.

Despechado, Rex Ingram mantuvo una oposición numantina contra el sonoro, en una batalla donde contó como único compañero de viaje durante un tiempo con Charles Chaplin. Su carrera jamás pudo remontar el vuelo, ni tampoco su vida: amigo de alguno de los personajes más influyentes de la vida política y social del momento, cambió una desahogada situación en Francia por el nomadismo. Su existencia pasó a ser la de un personaje de ficción envuelto en múltiples aventuras que transcurrían en sitios tan distantes como Marruecos, Argelia, Egipto, España, México o el Caribe. Convertido a la religión musulmana y envuelto en una atmósfera decadente, retornó a Hollywood cuando su nombre era pasto del olvido y apenas alguien alcanzaba a recordar que su mujer, Alice Terry, había sido una de las estrellas que contribuyeron poderosamente a que Hollywood acabara convirtiéndose en la Meca del Cine.

Filmografía.

Como director:
1916: The Great Problem (y guionista y productor); A Human Pawn; Chalice of Sorrow (y guionista); Black Orchids (y guionista); Broken Fetters (y guionista y productor).
1917: The Reward of the Faithless (y guionista y productor); The Pulse of Life (y guionista); The Flower of Doom (y guionista); The Little Terror.
1918: His Robe of Honor; Hundrum Brown.
1919: The Day She Paid.
1920: Under Crimson Skies; Shore Acress; Heart Are Trumps.
1921: Eugenia Grandet; Los cuatro jinetes del Apocalipsis.
1922: El juego de la vida; El prisionero de Zenda (y productor); Mujeres frívolas (y guionista).
1923: El pescador de perlas (y guionista); Scaramouche (y productor).
1924: El árabe (y guionista).
1926: Mágico dominio (y guionista); Mare Nostrum (y productor).
1927: El jardín de Alá (y productor).
1929: Las tres pasiones (y guionista y coproductor).
1932: Baroud (y coguionista, coproductor y actor).

Como actor:
1913. Beau Brummel.
1914: The Spirit and the Clay; Her Great Scoop; Eve's Daughter; The Crime of Cain; The Evil Men Do; The Circus and the Boy; His Wedded Wife; The Upper Hand; Fine Feathers Make Fine Birds; The Moonshine Maid and the Man; The Necklaces of Ramses; Goodbye Summer.
1915: Snatched From a Burning Death.
1923: Mary of the Movies.

Como guionista.
1913: The Family's Honor.
1915: The Blindness of Devotion; A Woman's Past; The Wonderful Adventure; The Song of Hate.

Como comontador:
1924: Avaricia.

Bibliografía.

  • BROWNLOW, Kevin: The Parade's Gone By..., Londres: Martin Secker & Warburg, 1968.

Autor

  • LFC.