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LiteraturaBiografía

Ikkyu (1394-1481).

Poeta, calígrafo y monje zen japonés, nacido en 1394 y fallecido en 1481. Está considerado como una de las figuras más relevantes del budismo zen.

Era hijo del emperador Go-Komatsu (que rigió los destinos del País del Sol Naciente durante treinta años, desde 1382 hasta 1412), y de una dama de su corte. Recibió una formación cultural y espiritual exquisita desde muy temprana edad: a los cinco años ingresó en el monasterio zen de Ankokuji (en Kioto), del que no saldría hasta que, con dieciséis años de edad, decidiera instalarse a orillas del lago Biwa para profundizar en la sabiduría zen con el auxilio de maestros particulares.

En sus meditaciones en las riberas de dicho lago llegó a alcanzar esa iluminación que buscaba (que, según cuenta la tradición, le fue revelada a través del graznido de un cuervo). Una vez alcanzado ese estado de sabiduría y perfección, abandonó su retiro y se instaló en la ciudad portuaria de Sakia, donde las costumbre mundanas pronto acabaron con su paz interior y dieron a su vida una orientación totalmente contraria a la que hasta entonces había seguido, al conducirle por los senderos más disolutos y libertinos. Cliente asiduo de todos los lupanares de dicha ciudad, Ikkyu empezó a familiarizarse también con el teatro No, que acabó atrayéndole de tal manera que le impulsó a recorrer todo el archipiélago nipón, vagando en busca de actores y dramaturgos, y entablando asimismo relaciones con poetas, pintores y artistas de muy variada condición.

Él mismo se adentró en el cultivo de la poesía (que escribía en lengua china, como era norma culta entre los japoneses ilustrados de su tiempo), al tiempo que iba experimentando cómo de nuevo se volvía a sosegar su ánimo, y cómo recobraba poco a poco la iluminación y la sabiduría que había llegado a alcanzar en su período juvenil de retiro. En 1455 terminó su largo poema Jikaishu, en el que hacía una severa crítica de la relajación mundana que se vivía en la mayor parte de los templos zen que había conocido. Dos años después, ya firmemente arrepentido de su anterior conducta disoluta, escribió Esqueletos (1457), una obra piadosa en la que reflexionaba sobre la inconsistencia y levedad de la vida terrena. Se convirtió, además, en un defensor entusiasta de las remotas tradiciones niponas, especialmente de la del chado (o ritual de preparación y servicio del té), de cuya práctica llegó a predicar que era capaz de generar mayor iluminación que la suma de muchas horas de meditación.

Cobró de nuevo fama de hombre sabio, reflexivo, iluminado y piadoso, lo que en 1474 le sirvió para alcanzar la dignidad de abad en Daitokuji, el monasterio rinzai más importante de Kioto. Allí se entregó a la misión de reconstruir este templo, muy castigado por las acciones bélicas que había sufrido recientemente. Sin embargo, su vida volvió a experimentar un brusco giro cuando abandonó súbitamente el monasterio, para pasar los últimos años de su vida en compañía de una monja ciega.

Su interesante producción poética está recogida en el volumen titulado La nube loca, obra en la que los poemas de rigurosa temática religiosa y espiritual se codean con otras composiciones explícitamente eróticas.

JRF.

Autor

  • JR.