A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z
HistoriaPolíticaBiografía

Huidi o Liu Ying, Emperador de China (210-188 a.C.).

Emperador de China nacido en 210 a.C. y fallecido en 188 a.C. Era el hijo mayor de Gaodi, primer emperador de la dinastía Han, y de su esposa la emperatriz Lu Hou. A la muerte de Gaodi, Lu Hou ordenó eliminar a otros posibles herederos, hijos de las concubinas del emperador, para favorecer a su primogénito, que antes de reinar atendía al nombre de Liu Ying. Éste sucedió a su padre a la edad de 15 años, en 195 a.C., con el nombre de Huidi.

Durante los seis años de su reinado fue dominado por completo por su madre, intrigante y todopoderosa, que no dudó en recurrir al asesinato para satisfacer su insaciable sed de poder. Lu Hou preparó el matrimonio de Huidi con la princesa Chang, y luego hizo matar a su propia nieta, única heredera legítima del emperador. La figura de Huidi aparece oscurecida por la fuerte personalidad de sus padres, a los que manifestaba profunda veneración. Promovió el culto de su padre haciendo levantar altares dedicados a su memoria en todo el país, y elevó a los más altos cargos a los miembros de la familia de su madre.

En política, siguió las normas establecidas por su padre, que había gobernado con la ayuda de los legistas, consejeros del poderoso emperador Shihuangdi, de la dinastía Qin, quien consiguió la unificación de China. La caída de la dinastía Qin no trajo de hecho grandes cambios en las instituciones. Durante el reinado de Gaodi, las leyes sin embargo se aplicaron con menor rigor, y su hijo llegó a suprimir el edicto de Shihuangdi que condenaba a la hoguera los libros prohibidos, principalmente las obras confucianas. Huidi siguió la política de grandes obras públicas de sus predecesores. Durante los años 192 y 190 se movilizaron 150.000 campesinos y campesinas del valle del río Wei para la construcción de las murallas de la nueva capital Chang´an (actual Xi´an).

La unificación de China no implicaba que el poder central se extendiese hasta las lejanas fronteras establecidas por Shihuangdi. Los habitantes de los nuevos territorios conquistados buscaban cualquier ocasión para rebelarse contra la hegemonía de los Han, y, durante el reinado de Huidi, las campañas militares en el sur y en el oeste del país se convirtieron en rotundos fracasos. Para asegurar la paz en las fronteras del noroeste, Huidi tenía que pagar, tal como lo había hecho su padre, valiosos tributos cada año en arroz y seda a los temibles xiongnu, nómadas de Mongolia.

En el interior del país se mantuvo el equilibrio entre el poder central y los estados semifeudales más alejados, que estaban dirigidos por miembros de la familia imperial. En aquella época, China gozaba de cierta prosperidad económica debido sobre todo al progreso en las técnicas de fundición del hierro, de lo que se benefició la agricultura. Gracias a las hachas de hierro y a los instrumentos agrarios cada vez más perfeccionados, se pudieron acondicionar nuevos terrenos para el cultivo de cereales. Los productos artesanales, como la seda y la laca, en considerable aumento, contribuyeron también a la riqueza del país, cuyo comercio se encontraba en plena expansión.

A la muerte de Huidi, en el año 188 a.C., Lu Hou nombró a Shaodi Kong y a Shaodi Hong, hijos del emperador y de sus concubinas, como sucesores. Sus cortas edades les convirtieron en meros súbditos de Lu Hou, quien siguió ejerciendo en realidad el poder hasta su muerte en 180 a.C.

Consuelo Marco Martínez / Catherine François Brugidou.

Autor

  • Consuelo Marco Martínez / Catherine François Brugidou.