A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z
HistoriaPolíticaBiografía

Hugo Capeto, Rey de Francia (946-996).

Rey de Francia y fundador de la dinastía de los Capetos, hijo de del conde de París y duque de Francia, Hugo el Grande y de Eduvigis. Nacido en el año 946 en lugar desconocido y muerto en París en el 996.

Cuando en el 956 falleció Hugo el Grande, heredó los títulos de este. En el 987, a la muerte de Luis V el Perezoso, el último representante de la dinastía Carolíngia, el trono de Francia quedó vacante, por lo que los dos nobles de mayor rango del momento se los disputaron. Por un lado esta Hugo Capeto y por el otro Carlos, duque de la baja Lorena y sobrino del rey difunto. Hugo realizó importantes concesiones al clero para granjearse su apoyo, así como a los nobles más poderosos del reino. Con ello se ganó el apoyo incondicional del arzobispo de Reims, Adalberón, gracias al cual logró que una asamblea celebrada en Noyon en el 987 le proclamase rey de Francia. De esta manera se dio origen a la dinastía de los Capeto, que ocupó el trono de Francia de forma directa hasta 1328, fecha en la que falleció Carlos IV.

Durante el reinado de Hugo Capeto y debido a las luchas internas en Francia, los territorios hispanos que anteriormente habían estado bajo el poder de los Carolingios, territorio conocido como Marca Hispánica, lograron una casi total independencia. El mayor beneficiado de esto fue Borrell II.

Fijó la capital en París, y contraviniendo la costumbre electiva de la monarquía franca asoció al trono a su hijo Roberto, el futuro Roberto II el Piadoso, en 988, con lo que convirtió a la monarquía en hereditaria. Esto provocó el descontento y el escándalo de muchos nobles, lo que fue aprovechado por el pretendiente Carlos de Lorena para hacerse proclamar rey en Laon. Estalló entonces la guerra entre ambos contendientes, y se produjeron algunas hostilidades de poca importancia. Con la guerra en un punto muerto, apareció de nuevo la figura del arzobispo de Reims, Adalberón, que engañó a Carlos para ganarse su confianza y cuando la tuvo le traicionó y le entregó en 991 a Hugo Capeto. Poco pudo disfrutar Hugo de su victoria, ya que apenas cinco años más tarde falleció en Orleans. Dejó la corona a su hijo Roberto.

Autor

  • Juan Antonio Castro Jiménez