Honegger, Arthur (1892-1955).
Compositor suizo, vinculado a la escuela francesa, nacido en 1892 y fallecido el 18 de noviembre de 1955. Tras escuchar el Fausto de Gounod, con tan solo 9 años comenzó a componer dos óperas sin tener ningún conocimiento musical. Entre 1903 y 1905, compuso tres Tríos para piano y dos violines y 21 Sonatas para piano y violín, imitando el estilo de Beethoven. En 1905 comenzó a estudiar armonía con Martín, el organista de St. Michel de El Havre y dos años después, tras escuchar una cantata de Bach, creó el oratorio cantata Le Calvaire. En 1909 ingresó en el Conservatorio de Zúrich y después estudió violín en París con Lucien Capet, y contrapunto y fuga con Gédalge. Al comienzo de la Primera Guerra Mundial fue movilizado a Suiza y no regresó al Conservatorio de París hasta 1915, siendo discípulo de Windor (composición) y d'Indy (dirección de orquesta). En los dos años siguientes creó sus primeras obras importantes: Alcools, Primer Cuarteto para cuerda, y el poema sinfónico Chant de Nigamon. Su estiló se consolidó con Le Dit des jeux du Monde (1918), música de escena para la obra de Paul Méral. En 1920 le fue otorgado el Premio Verley, concedido por el público durante el estreno de Pastorale d'Eté, de estilo impresionista. Aunque utilizó nuevos modos de la época, como el impresionismo, Honegger se consideraba tradicionalista y nunca renunció al lenguaje tonal.
En 1921 triunfó de nuevo con Horace victorieux, una sinfonía con mimo, y el salmo dramático Le roi David. Esta pieza se estrenó en Suiza y fue reorquestada y adaptada en forma de oratorio con recitativo para su estreno en París en 1924. Poco después impresionó con Pacific 231, sinfonía que evoca una locomotora en marcha, y con Rugby, en la que canta al deporte. A partir de entonces inició giras por Europa, Rusia y América, como director de orquesta y acompañante en el piano.
El reconocimiento de su obra no fue tanto por su música de cámara como por sus oratorios, entre los que se encuentran Judith (1925) y Jeanne'Arc au bûcher (1935). Honegger, sinfonista nato, compuso en 1930 su Primera Sinfonía, un encargo para conmemorar el cincuenta aniversario de la Boston Symphony Orchestra; la Segunda Sinfonía (1941), creada en plena Guerra Mundial, supone un canto de esperanza; la Tercera Sinfonía (1946), llamada litúrgica, es un canto a la paz; la Cuarta Sinfonía (1946) supone una evocación a Suiza, y la Quinta Sinfonía tiene un estilo con frecuencia trágico.
Aunque no se dedicó asiduamente a la crítica musical, escribió en diferentes periódicos, principalmente, en Comoedia (1941-1944), en favor del compositor y de la música contemporánea.