Hitomaro Kakinomoto no (ca. 660-ca. 708).
Poeta y cortesano japonés, nacido a mediados del siglo VI y fallecido a comienzos del VII, de cuya vida no se conocen otros detalles que los recogidos por él en su propia obra poética (detalles que, además, conviene aceptar con cierta precaución, pues es probable que algunos se deban a la mera ficción literaria). Sólo parece probado que Hitomaro fue un cortesano -no demasiado relevante- de las cortes de los emperadores Temmu (673-686), Jito (690-697) y Mommu (697-707). Pero otros aspectos de su biografía tomados de sus propios versos (como el importante viaje que le llevó a Samine, o el sufrimiento que le causó la muerte de su esposa) no han podido ser confirmados con tanta seguridad.
En cualquier caso, está considerado como el autor más importante entre los que figuran en la antología más antigua de la lírica nipona, conocida como la Colección de las cien mil hojas. Allí aparecen diecinueve poemas extensos (chokas o nagautas) y setenta y cinco composiciones breves (tankas) atribuidos a Hitomaro, que se distinguen por su minuciosa elaboración a base de estructuras paralelas y, sobre todo, por el empleo magistral de los epítetos fijos (makura kotoba, es decir, 'palabras de almohada'). Entre los estudiosos de la poesía japonesa, la procedencia de estas innovaciones técnicas introducidas por Hitomaro constituyen todavía un misterio. Conviene precisar, no obstante, que no todos los críticos están de acuerdo en asignar a este autor la totalidad de los poemas que tradicionalmente se le atribuyen, por lo que es posible que tampoco se deban a su pluma todas aquellas innovaciones técnicas.
Respecto a los contenidos de la poesía de Kakinomoto no Hitomaro, cabe clasificar sus composiciones en dos grandes bloques: el formado por los poemas áulicos o de circunstancias referidas a los asuntos propios de la corte (designación de una nueva sede, fallecimiento de príncipes, declaraciones de guerra, etc.), y el constituido por sus poesías de carácter personal -en algunas ocasiones, íntimo-, como las que reflejan el tremendo dolor que sintió tras la muerte de su esposa en un mercado. En este último grupo puede incluirse el poema que está considerado unánimemente como el mejor de toda su producción lírica, una composición que presenta el cuerpo sin vida de un hombre abandonado en la isla de Samine (en la región de Sanuki), a la vez que aparece la dramática espera de una mujer que, en cualquier otro lugar, aguarda su retorno.
La hondura lírica que alcanzan los versos de Kakinomoto no Hitomaro lo convierte en uno de los poetas más destacados de la poesía japonesa de todos los tiempos, y en una de las voces más bellas y sinceras de la poesía universal.
JRF.
