Hillel el Viejo (s. I a.C.).
Uno de los más famosos maestros judíos anteriores al cristianismo, frecuentemente mencionado en los escritos rabínicos, la Mi?ná y el Talmud. No se conocen detalles seguros sobre su vida, aunque parece que provenía de Babilonia, que se estableció en Jerusalén en el siglo I a.C., y que fue nombrado nasí (máximo dirigente espiritual de la comunidad). Se le menciona muchas veces junto a otro gran maestro de su tiempo, Sammay, al que contrapuso sus puntos de vista sobre cuestiones de derecho judío. Ambos tuvieron seguidores: las llamadas Casa de Hillel y Casa de ?ammay, que mantuvieron también posturas antagónicas en numerosas cuestiones. En general, y salvo notables excepciones, en los escritos rabínicos se presenta la opinión de Hillel y su escuela como más permisiva y humana que la de Sammay, que representa la línea más dura. Se contrapone también su actitud de defensa de las gentes sencillas y populares al elitismo aristocrático de Sammay. No obstante, puede haber en todo esto estereotipos que no respondan a la realidad histórica. En último término, fueron personas más afines a Hillel las que redactaron la mayor parte de los escritos rabínicos.
Se atribuye a Hillel una colección de siete normas exegéticas que son la base de la hermenéutica rabínica, y que seguramente no tienen relación directa con su persona. Asimismo, la tradición rabínica le atribuye la institución del prosbul, fórmula jurídica que permitía que los préstamos hechos a judíos pudieran cobrarse aún después del año sabático (y que de esa manera evitaba que de hecho pudieran negarse los préstamos en los casos de necesidad). Una de las frases más famosas que se le atribuyen, y que según él resumiría toda la ley judía es: «No hagas a tu prójimo lo que no te gustaría que te hicieran a ti».
Bibliografía
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STRACK, H. L., STEMBERGER, G., Introducción a la literatura talmúdica y midrásica (Valencia: Institución San Jerónimo, 1988).
