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Hidacio de Chaves (395-470).

Obispo de Chaves e historiador hispanorromano. Hidacio de Chaves es considerado como la personalidad política y literaria más importante de la provincia hispana de la Gallaecia. Sus datos biográficos son muy escasos, reducidos a lo que el propio autor ofrece en sus obras, por lo que, tanto el año de su nacimiento, fechado en el año 395, como el de su muerte, en el año 470, hay que tomarlos con bastantes reservas.

Hidacio nació en la villa que por entonces se llamaba Civitas Lemicorum (actual provincia de Orense), muy próxima a Ximio de Limia. Miembro de una familia acomodada de origen hispanorromano, era hijo de un funcionario imperial, circunstancia que le permitió realizar un viaje a Oriente, según él mismo cuenta en su famosa obra Chronica, con el objeto de ampliar conocimientos en la cuna de la civilización. La fecha del viaje podría situarse alrededor del año 407, de lo que se deduce que lo llevó a cabo cuando aún era un adolescente. Su elevada formación cultural y su afán por aprender quedaron reflejados a la edad de 15 años, tras leerse la Vita Martini, publicada tan sólo seis o siete años antes. La base de su formación intelectual fue, en su mayor parte, cristiana, como lo manifiesta el estrecho contacto de que hizo gala en el futuro con los obispos orientales más importantes del momento: Juan de Jerusalén, San Eulogio, San Teófilo y San Jerónimo.

Hacia el año 427, Hidacio se hizo cargo de la sede episcopal de Aquae Flaviae (actual Chaves, Ourense), la cual regentó, por lo menos, hasta el año 460. Como obispo, desarrolló una intensa actividad de carácter religiosa, luchando denodadamente contra la herejía priscilianista (Véase Priscilianismo), a la que calificó en su obra como blasphemíssimam et sectam perniciossísimamm, la cual, por aquellos tiempos, se había instalado en amplias zonas de la Gallaecia, después de la ejecución de su líder, Prisciliano, en la ciudad imperial de Tréveris, en el año 387, por mandato expreso del emperador Teodosio I el Grande. Su celo ortodoxo también le llevó a entablar una dura pugna contra otra corriente herética importante, el arrianismo, a la que consideraba como pestipherum virus, al igual que al maniqueísmo traído de Oriente. Pero, sin duda alguna, su gran obsesión fue extirpar el priscilianismo, ya que, bajo el mero problema dogmático, latía una grave amenaza política: la unidad y supervivencia de la Gallaecia, puesto que por culpa de la herejía el clero se encontraba dividido, lo que favorecía la invasión de los suevos.

Hidacio enlazó a la perfección su labor como prelado con su actividad política. El obispo de Chaves, en su calidad de obispo, tuvo una gran preocupación por los naturales de su diócesis, vivió sus problemas y luchó contra todo posible invasor que pretendiese arrasar la Gallaecia, hasta el punto de acabar por erigirse él mismo en el único defensor válido de su pueblo y solicitar, en el año 431, al mismísimo Aecio ayuda militar para liberar Gallaecia de la opresión sueva, para terminar siendo apresado en su misma iglesia de Chaves y encarcelado por el rey suevo, Frumario, aunque, finalmente, fue puesto en libertad.

Hidacio, como ya se ha adelantado, se mostró como un intelectual de gran altura al escribir la Chronica, obra inspirada, sin duda alguna, en el Chronicon de San Jerónimo, en la que registró los acontecimientos más notables ocurridos en la Península Ibérica, desde el primer año del reinado del emperador Teodosio (379), hasta el decimosegundo del reinado de León I (469). En dicha obra, Hidacio supo recoger el sentir del pueblo gallego y, aunque procuró ser objetivo, dejó visos de un entusiasmo excesivamente partidista y subjetivo por la Gallaecia. No obstante, la obra informa pormenorizadamente sobre alguna de las cuestiones que han ocupado (y lo siguen haciendo hoy día) la atención de los historiadores durante las últimas décadas, como, por ejemplo el reparto de las provincias hispanorromanas entre los pueblos bárbaros invasores (vándalos y suevos en la Gallaecia; alanos en la Lusitania y la Cartaginense; vándalos silingos en la Bética), la polémica surgida por la expansión de la herejía priscilianista, a la que alude con mucha frecuencia, y, sobre todo, el movimiento de la Bagauda hispana, desde la aparición de sus primeros brotes en la provincia de la Tarraconense, en el año 441, hasta su derrota final, en el año 454. Pero, la obra de Hidacio fue sobre todo importante por ser fuente primordial para el conocimiento del reino suevo y por inspirar, posteriormente, a nuevas generaciones de cronistas, como Juan de Bíclaro y San Isidoro de Sevilla, quien se inspiró directamente de la obra de Hidacio para redactar su monumental obra Historia gothorum, vandalorum, sueborum. Por todo ello, Hidacio de Chaves fue reconocido por sus propios contemporáneos y epígonos con el significativo título de primer cronista español, por ser el portador de un género totalmente nuevo y desconocido hasta entonces en la Península Ibérica.

Significado de la obra de Hidacio

La obra de Hidacio, aunque ceñida a los asuntos hispánicos, y en particular a los gallegos, se inserta en un plan más amplio que trasciende los límites peninsulares, en aras de una historiografía pragmática de corte cristiano, como el propio autor dejó bien claro en la presentación de la obra, al autodefinirse como "esclavo de Jesucristo, nuestro Dios y Señor".

Para terminar, baste señalar la gran visión política y la lucidez de que hizo gala Hidacio de Chaves, al vivir en una época tan convulsa y con cambios políticos tan rápidos y trascendentales, de la fue un testigo directo y protagonista de primer orden. En la Chronica, Hidacio fue consciente de los nuevos tiempos que se avecinaban para todo el territorio occidental de Europa, al afirmar: "no desconozco las grandes miserias de este tiempo calamitoso; estamos llegando a la meta del poder de Roma, y, lo que es más triste, en esta porción del extremo occidente, asistimos al ocaso de la honesta libertad, destruida por innovaciones peregrinas". Palabras éstas proféticas que muy pronto se hicieron realidad.

Bibliografía

  • GARCÍA MORENO, Luis: Historia de la España visigoda. (Madrid: Cátedra. 1989).

  • ISIDORO, Arzobispo de Sevilla: Historia gothorum. (León: Centro de Investigación San Isidoro. 1975).

  • MUHLBERGER, Steven: The Fifth-century chroniclers: Prosper, Hydatius and the Gallia chronicler of 452. (Leeds: Francis Cairus. 1990).

  • MUSSET, Lucien: Las invasiones. (Barcelona: Labor. 1982).

  • REINHART, Wilhelm: Historia general del reino hispánico de los suevos. (Madrid: Seminario de Historia primitiva del hombre. 1952).

  • TORRES RODRÍGUEZ, Casimiro: El cronicón de Hidacio. (Santiago de Compostela: Estudios Jacobeos. 1956).

  • TORRES RODRÍGUEZ, Casimiro: Rekiario: rey de los suevos. (Santiago de Compostela: Estudios Jacobeos. 1957).

  • THOMPSON, E. A: Los godos en España. (Madrid: Alianza Editorial. 1979).

Autor

  • Carlos Herraiz García.