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FilosofíaBiografía

Heráclito de Éfeso (550-480 a.C.).

Filósofo griego que ha sido considerado a partir de Platón como el filósofo del devenir, del todo fluye (pánta rhéi), contrapuesto a Parménides, el filósofo del ser, de la indentidad y de la inmovilidad.

Vida y Obras.

Los datos de su vida se confunden con la leyenda de hombre aristocrático y extravagante. Descendiente de los reyes de Éfeso, habría rechazado el título honorífico en favor de su hermano. Se opuso a la democracia de Éfeso y rehusó redactar la nueva constitución. Escribió una obra Sobre la naturaleza (Perí physeos) a la que debe su fama de pensador enigmático y oscuro por el estilo y el propio contenido ambiguos y paradójicos. Sin embargo, la obra tuvo muy pronto amplia difusión en el mundo griego. Heráclito se ubica dentro de la evolución de la filosofía presocrática, entre Pitágoras y Jenófanes de un lado, y Parménides por otro.

Pensamiento filosófico.

La interpretación de Heráclito es una de las más controvertidas. En los fragmentos que se han conservado de su obra, se advierte la intención de criticar la incomprensión humana del lógos universal. La mayoría no comprende, en efecto, aquello que tiene delante de sí ni sabe tampoco discernirlo cuando lo ha aprendido por otros, mas cree saberlo. El lógos al que apela Heráclito remite a los conceptos de discurso y de razón. Pero como razón de ser de las cosas encarna también un principio físico. Los fragmentos hablan del lógos universal como orden (cosmos), como fuego y como alma o vida (psyche). Es la armonía secreta de los contrarios, es su coincidencia, así como coinciden el inicio y el fin de un círculo. Este orden es también un fuego siempre-vivo, cuyas transformaciones o fases (tropái), es decir, la vía hacia arriba y la vía hacia abajo coinciden con los diversos estados de la naturaleza: el fuego se condensa y se transforma en mar, del mar se genera la tierra, de ésta y del mar salen los vapores; éstos se transforman de nuevo en fuego. De ello se deriva que, pese a transformarse incesantemente, todo es uno y la justicia de los acontecimientos se manifiesta como contraste y necesidad, como conflicto universal. Por último el lógos es también alma. Para las almas es muerte el convertirse en agua, por eso la más seca posee más saber. El conocer es homologhein, es decir, convenir con la razón de ser de los entes.

Heráclito recapitula la figura del lógos a través de la figura de dios: el dios, como el fuego, es día y noche, invierno y verano, guerra y paz, saciedad y hambre. Critica, también, los ritos de la religión griega y las absurdas preces que el vulgo dirige a las estatuas de mármol, ignorando cuál es la verdadera naturaleza de los dioses.

Autor

  • Cipriano Camarero Gil