Hassan II, Rey de Marruecos (1929-1999).
Rey de Marruecos, nacido el 9 de julio de 1929 y muerto en Rabat el 23 de julio de 1999. Monarca absolutista que gobernó en Marruecos durante 38 años. Protagonista clave de la Marcha Verde sobre el Sáhara español. Hijo de Muhammad XV o V, estudió la carrera de Derecho en Francia. En 1953 su padre fue confinado por Francia a causa de su nacionalismo, y Hassan le acompañó en su destierro en Córcega y Madagascar. Al proclamarse la independencia de Marruecos, en 1956, regresaron a su país, y Hassan se convirtió en el más entusiasta colaborador de su padre. Al año siguiente fue nombrado príncipe heredero y comandante en jefe de las fuerzas armadas. En 1960 fue viceprimer ministro, y en 1961, fue coronado rey a la muerte de su padre. Desde entonces, ejerció en Marruecos el poder absoluto en nombre de Allah. Su legitimidad procedía de su condición de Amir el muminin, príncipe de los creyentes, y ésta viene del hecho de ser el trigésimo quinto descendiente directo de Mahoma. En su política exterior se manifestó panarabista y creó el Gran Magreb, formado por Túnez, Argelia y Marruecos, a pesar de los conflictos con sus países vecinos.
Siempre se mostró ante sus interlocutores como un gran seductor, poseedor de una inmensa cultura. En su país pretendió dirigir una democracia social que facilitara el desarrollo del país, sin desatender en ningún momento el sentido religioso del pueblo. Su postura no fue bien comprendida por sus súbditos más nacionalistas y religiosos. Ante todos ellos mostró de forma alternativa, como padre comprensivo y rey absoluto. Su política de modernización trajo consigo la primera Constitución del país, en 1962, seguida de otras dos más liberales, en 1970 y 1972.
Su figura quedó claramente fortalecida tras el éxito de la denominada Marcha Verde sobre el Sáhara Occidental, cuyo objetivo fue forzar las negociaciones sobre el Sáhara español, negociación que se concretó en el acuerdo tripartito de Madrid de noviembre de 1975, por el que este territorio pasó a Marruecos y Mauritania al año siguiente. Desde entonces, ha tenido continuos enfrentamientos con el Frente Polisario, que no aceptó el acuerdo de Madrid y estableció, en 1976, la República Árabe Saharaui Democrática. En 1984, en su intento por no perder el dominio en el Magreb, firmó un acuerdo de unión con Libia, que dos años más tarde decidió romper unilateralmente. En 1991, y ante un futuro referéndum de autodeterminación, promulgó una amplia amnistía para todos los saharauis detenidos en Marruecos o exiliados en Argelia. El 29 de abril del mismo año, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), aprobó la autodeterminación del Sáhara Occidental. Su reinado, pues, ha estado salpicado de virulentos sucesos, tanto internos como externos, de los que siempre ha salido airoso, por lo que todos han terminado por creer que, efectivamente, poseía la baraka, es decir, el permanente socorro que Allah otorga a sus elegidos. La continuidad de la dinastía estaba garantizada por su descendencia. A su muerte, ocurrida el 23 de julio de 1999, le sucedió su hijo Sidi Mohamed, con el nombre de Mohamed VI.