Hariri, Rafik (1944-2005).
Político libanés nacido en Sidón, al sur de Líbano, en 1944, y fallecido en Beirut el 14 de febrero de 2005, víctima de atentado terrorista.
Criado en el seno de una familia modesta, cuando tenía dieciocho años emigró a Arabia Saudí, donde comenzó a trabajar como profesor y contable antes de crear su propia compañía de construcción. En 1982, tras la invasión israelí del Líbano, Hariri se dio a conocer porque envió a su país un barco cargado de alimentos y medicinas. Al finalizar la guerra, sus máquinas Bulldozer se utilizaron para desmantelar las fortificaciones de las diferentes milicias en la parte occidental de Beirut.
Convertido en un próspero empresario, propietario de bancos, empresas constructoras y comerciales, aviones privados y edificios, Hariri fue nombrado primer ministro el 22 de octubre de 1992, por decreto presidencial de Elías Haraui, tras la dimisión de Rachid Solh. Formó un gobierno de tecnócratas con el objetivo de cumplir un ambicioso plan de desarrollo decenal denominado Horizonte 2.000, que englobaba los proyectos más importantes para la reconstrucción del país con una inversión calculada en unos 12.000 millones de dólares.
Un año después de que asumiera las riendas del Gobierno, los logros de su Gabinete, entre otros estabilizar la moneda, defraudaron las expectativas de una gran mayoría de la población que le reprochó la ausencia de una política social y de empleo. El descontento social y las críticas vertidas contra su persona le animaron a presentar la dimisión en varias ocasiones, pero siempre fue rechazada. Finalmente, acusado por algunos economistas y políticos de gobernar el país como si fuera su propia empresa, el presidente Haraui aceptó la renuncia de Rafik Hariri en mayo de 1995. Sin embargo, pocos días después, el jefe del Estado encargó de nuevo al dimitido primer ministro la formación de un nuevo Gabinete.
En noviembre de 1998 finalizó el mandato de Haraui y la Asamblea eligió para sucederle al general prosirio Émile Lahoud, comandante en jefe del Ejército. Disconforme con este nombramiento, el primer ministro Hariri dimitió dos días después. Regresó a la primera línea política el 3 de septiembre de 2000 para proclamarse vencedor de las elecciones legislativas frente a la lista oficialista de Selim Hoss, primer ministro en el Gobierno del presidente Lahoud. En el otoño de 2004, presentó la dimisión por su manifiesta oposición a la injerencia de Siria en los asuntos políticos de Líbano y fue sustituido en el cargo por Omar Karamé. Apenas cuatro meses después, y cuando planeaba regresar a la jefatura del Gobierno al frente de una gran coalición de partidos, murió asesinado en Beirut. Las sospechas de la autoría del atentado recayeron de inmediato sobre el régimen de Damasco y una Comisión Investigadora de Naciones Unidas asumió el encargo de investigar el caso.
Las manifestaciones de protesta forzaron semanas después la caída del Ejecutivo prosirio de Karamé y el compromiso sirio de retirar sus tropas de Líbano. Entre el 29 de mayo y el 19 de junio de 2005 Líbano celebró sus primeras elecciones legislativas tras la retirada de las tropas de Damasco. La candidatura de Saad Hariri, hijo del ex primer ministro asesinado, recibió un sólido respaldo y, al frente de una nutrida coalición antisiria, logró 72 de los 128 escaños parlamentarios. El último día del mes de junio, Fuad Siniora, mano derecha de Saad Hariri, juró el cargo como nuevo primer ministro de Líbano.
En el verano de 2005, cuatro ex altos cargos policiales fueron detenidos en Beirut como sospechosos del asesinato de Rafik Hariri. En el mes de octubre, el Gobierno sirio informó del suicidio de su ministro de Interior y ex jefe de los servicios de información sirios en Líbano, Ghazi Kanaan, que era investigado por Naciones Unidas por su presunta implicación en el atentado. Sólo algunos días después, el 21 de octubre de 2005, la Comisión Investigadora de la ONU, dirigida por el magistrado alemán Detlev Mehlis, presentó sus conclusiones para afirmar que existían evidencias de la implicación de los servicios secretos sirios y libaneses en el atentado. El presidente estadounidense, George Bush, pidió la convocatoria urgente del Consejo de Seguridad de la ONU para adoptar una resolución contra el régimen de Damasco.