Hammarskjöld, Dag Hjalmar (1905-1961).

Diplomático y político sueco, nacido en Jönköping el 29 de julio de 1905 y muerto el 18 de septiembre de 1961 en las cercanías de Ndola (Zambia). Fue secretario general de la Organización de las Naciones Unidas desde 1953 hasta 1961. El Parlamento Sueco le concedió el premio Nobel de la Paz con carácter póstumo por su lucha para tratar de mantener la paz.

Era hijo de Hjalmar Hammarskjöld, primer ministro de Suecia de 1914 a 1917 y presidente de la Fundación de los Premios Nobel desde 1929 hasta 1947. Realizó estudios de Derecho y Económicas en las universidades de Uppsala y Estocolmo. Una vez obtenida su licenciatura, comenzó a impartir clases de política económica en esta última institución. Abandonó la docencia en 1936 para ingresar en la administración civil como subsecretario del Ministerio de Finanzas, cargo que compatibilizó con la presidencia del Consejo del Banco de Suecia. Miembro de la Academia sueca, tradujo a su idioma a poetas como Elliot, Rilke y Saint-John Perse. En 1947 se incorporó al cuerpo diplomático del Ministerio de Exteriores en calidad de experto económico. Hammarskjöld fue el representante sueco en la conferencia previa a la aplicación del Plan Marshall, y durante dos años (1948 y 1949) vicepresidente del Comité Ejecutivo de la Organización Europea para la Cooperación Económica, organización encargada de controlar la aplicación del Plan.

Secretaría General de la ONU

En 1951 fue nombrado ministro de Estado y adjunto al ministro de Asuntos Exteriores. Ese mismo año fue el viceministro de la delegación sueca en la Asamblea General de la ONU, la cual encabezó los dos años siguientes. El 1 abril de 1953 fue elegido por un período de cinco años Secretario General de la ONU, puesto que llevaba vacante desde la muerte del noruego Trygvelie. Su elección no fue nada fácil: su candidatura fue propuesta por el jefe de la delegación francesa, quien convenció a los soviéticos para que retiraran todas sus objeciones. Durante su primer año de mandato finalizó la Guerra de Corea, en la que habían participado tropas bajo la bandera de la ONU. La ausencia de conflictos durante los siguientes dos años le permitió llevar a cabo una reforma de la administración de la ONU, encaminada a aumentar su eficiencia. Sus acciones durante los siguientes años estuvieron encaminadas a conseguir la paz en Oriente Medio, región que estaba envuelta en continuos conflictos bélicos.

Viajó del 5 al 10 de enero de 1955 a Pekín para conseguir la liberación de once aviadores estadounidenses capturados en 1953 durante la Guerra de Corea y que todavía permanecían detenidos en China, misión que finalizó con éxito. Posteriormente inició una gira que le llevó a Jerusalén, Líbano y Moscú, donde se entrevistó con Kruschev, y a inspeccionar la línea de alto el fuego en Cachemira. Junto al Jefe de Estado canadiense, Lester Pearson, encabezó la delegación internacional que participó en 1956 en la solución del conflicto del Canal de Suez, que había estallado cuando Naser nacionalizó dicha obra. Ambos políticos se pusieron al frente de las tropas de interposición que se establecieron en el Canal, que tenían la misión de vigilar la aplicación del acuerdo de seis puntos que se había alcanzado gracias a las gestiones del secretario general y que fue aprobada por el Consejo de Seguridad el 13 de octubre de 1956.

Sus continuos éxitos como mediador le hicieron ganar gran fama como estadista, con lo que aumentó su prestigio en la ONU, lo que le permitía ejercer su fuerza moral en las negociaciones de los diferentes conflictos internacionales. Siempre mantuvo la necesidad de la libertad de acción del secretario general en casos de emergencia, sin la necesidad de una aprobación previa del Consejo de Seguridad o de la Asamblea General. Hammarskjöld bautizó a su política como diplomacia privada, pues prefería que todas las acciones políticas se llevaran a cabo sin exhibición pública. Una de sus principales preocupaciones fue lograr que la Organización no dependiese totalmente del país que aportaba la mayor cantidad de dinero y fuerzas militares, Estados Unidos. Con este fin organizó en 1956 la llamada Fuerza de Emergencia de la ONU, más conocida como "cascos azules", destinada a evitar cualquier conflicto internacional. Fue reelegido para otro período de cinco años el 26 de septiembre de 1957, a pesar de la oposición de la URSS, país al que censuró cuando los tanques rusos entraron en Hungría.

Estableció desde 1958 un Grupo de observación de la ONU en el Líbano, que posteriormente extendió sus labores a Jordania. En 1959 recibió una petición de Laos para que enviase una fuerza internacional que pusiera fin a los ataques que estaba sufriendo el país por parte de las tropas de China y de Vietnam, y para comprobar la realidad sobre el terreno viajó al lugar del conflicto en el mes de noviembre. Preocupado por el problema de la energía atómica convocó dos Conferencias Internacionales en Ginebra para promover su uso pacífico. Cuando el 30 de junio de 1960 la República del Congo obtuvo su independencia de Bélgica, tuvo que mandar una fuerza de interposición, en la que insistió para que no participasen soldados de alguno de los países permanentes del Consejo de Seguridad y así evitar los enfrentamientos entre los diferentes bandos que luchaban por hacerse con el poder en el país. Esta decisión levantó la protesta de la URSS, cuya delegación pidió su dimisión y su sustitución por una comité de tres miembros compuesto por un representante de los países Occidentales, otro del bloque comunista y un tercero en representación de los miembros no alineados.

Los cascos azules no consiguieron evitar la secesión de la provincia de Katanga, y las tropas de la ONU se vieron cercadas y obligadas a rendirse bajo la amenaza de ser usadas como rehenes. Hammarskjöld llegó a un acuerdo con el presidente de Katanga, Moisés Tshome, para un alto el fuego y la celebración de una entrevista en la ciudad de Rhodesia del Norte de Ndola. El secretario general abordó un avión en Leopoldville la tarde del 17 de septiembre de 1961, aparato que se estrelló en las cercanías de su destino causando la muerte de todos sus pasajeros. El fallecimiento de Hammarskjöld fue motivo de duelo nacional en Suecia, y se le rindieron honores fúnebres propios de un miembro de la familia real. Se le concedió con carácter póstumo el Premio Nobel de la Paz. Gran amante del arte, todos sus pensamientos quedaron reflejados en un libro publicado en 1966 con el título de Markings.

Bibliografía

• MEIGS, C., Las Naciones Unidas: personajes y acontecimientos. (Mejico, Unión tipográfica Editorial Hispano-Americana).

• MILLER, R.I., Dag Hammarskjöld and crisis diplomacy. (Londres, 1961).

• ROVINE, A., The first fifty years: the secretary-general in world politics 1920-1970. (Londres, 1970).

• ZACHER, M., Dag Hammarskjöld´s United Nations. (Nueva York, Columbia, 1970).

JLGC

Autor

• MFE.