Solana, José Gutiérrez (1886-1945).
-
- José Gutiérrez Solana.
Pintor y escritor español, nacido y muerto en Madrid. Estudió en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, donde se interesó especialmente por las clases de anatomía de Parada y Santín. En estos años frecuentó la tertulia del Café Levante, donde conoció a Baroja, Valle-lnclán y Zuloaga. En esta época solía caminar por zonas marginadas y viajó por diversos pueblos de España. De 1909 a 1918 residió en Santander, de donde era originaria su familia, y se dedicó a escribir y a pintar. A su regreso a Madrid asistió a la tertulia de Ramón Gómez de la Serna en el Café Pombo, que pintó en 1920, y comenzó a participar en exposiciones colectivas, tanto en las Nacionales como en certámenes más renovadores como la Exposición de Artistas Ibéricos (1925). En 1928 viajó a París, a donde regresó diez años después para asistir a la inauguración de una exposición de su obra. En esta ciudad permaneció hasta que el fin de Guerra Civil Española. Tanto sus escritos sobre temas costumbristas como sus pinturas son el resultado de una mirada un tanto dramática heredada de la generación del 98, que también plasmaron Regoyos y Zuloaga. Su obra pictórica, que sigue la misma concepción que sus escritos, denota la influencia de las pinturas negras de Goya y de Eugenio Lucas. Para Solana, la belleza física no existe y jamás dejó pasar un rayo de sol a sus lienzos. Técnicamente su pintura se caracteriza por una paleta de sólidos y ricos empastes. La miseria, la fealdad y lo grotesco son las notas que permanecen de manera constante a lo largo de su trayectoria artística. Sus tipos populares, trágicos y tenebrosos, representan escenas de costumbres, fiestas populares, procesiones, corridas de toros y asuntos de marginados con una visión dura y sombría de España.
-
- La tertulia del Café de Pombo, de J.G. Solana (1920).
El propio pintor ha definido claramente su pintura, que no es una copia del natural, ni siquiera una versión, sino la trascendentalización del natural, para alcanzar el realismo último: "La pintura -decía él- se come la crudeza y la fuerza de la luz. Se apodera de uno. Es mi mundo. Es análisis. Y al sueño de noche vienen esas cosas que he tenido yo... En el retrato de Velázquez, El Papa Inocencio se va a levantar, y eso es lo inquietante. Zurbarán pinta rosarios que se pueden quitar. En lo actual todo es blando. El sillón no es un sillón". He aquí su antiluminismo, su reacción antisorollista. Y no se entendería bien el "siniestrismo" de Solana sin ver también en él toda la carga costumbrista que lo aploma. Su obra ha sido expuesta y admirada en las mejores galerías de arte del mundo: Venecia, Lisboa, Nueva York, Berlín, La Haya, Amsterdam, etc.
Es autor, además, de varios libros: Madrid: escenas y costumbres (1913-1918), La España negra (1920), Madrid callejero (1923), Dos pueblos de Castilla (1924) y la novela Florencio Cornejo (1926). De su obra completa, ha visto la luz una selección (con el título de Obra fundamental) publicada por la Fundación Central Hispano en 1998. En su obra literaria se encuentran plasmados los mismos motivos e inquietudes que en sus cuadros. Sin retórica, su estilo es expresivo y directo. En esta su obra literaria fundamentó el premio Nobel Camilo José Cela el discurso de entrada en la Real Academia Española.
En marzo de 2004 el Museo Nacional Reina Sofía, de Madrid, realizó una retrospectiva de su obra en la que se expusieron 181 piezas, entre pinturas, dibujos, grabados, libros y objetos, muchas procedentes de colecciones particulares.
