Granados, Enrique (1867-1916).
Compositor y pianista español nacido en Lérida (España) el 27 de julio de 1867 y fallecido en el Canal de la Mancha el 24 de marzo de 1916. Junto con Albéniz y Falla, inició el renacer musical español.
Vida
Enrique Granados pasó parte de su infancia en Santa Cruz de Tenerife, ya que su padre fue gobernador militar de la ciudad hasta 1874. Allí tomó clases de música con el capitán Junceda. Tras su estancia en las Islas Canarias, la familia Granados se trasladó a Barcelona, ciudad en la que el joven Enrique comenzó a estudiar piano con Francés Jurnet y más tarde con Joan Baptista Pujol, este último profesor de grandes músicos como el mencionado Isaac Albéniz o Ricardo Viñes.
En 1883, a los dieciséis años de edad, Granados ganó un concurso de piano en el que interpretó la Sonata Op. 22 de Schumann. Entre los miembros del jurado se encontraba el compositor y musicólogo Felipe Pedrell, quien le aceptó como alumno de armonía y composición en 1884 y cuyas enseñanzas marcaron profundamente la obra musical del joven.
En 1887, y gracias a la ayuda económica concedida por su mecenas Eduardo Conde, se trasladó a París para continuar su formación como pianista. Al no lograr ingresar en el conservatorio de la capital francesa, comenzó a tomar clases particulares con Charles Wilfrid de Bériot y compartió piso con el también pianista Ricardo Viñes, con el que dio un recital en la Sala Érard de París en mayo de 1888. En esta época escribió sus Danzas españolas para piano, que fueron publicadas a su regreso a España por la casa Dotesio (actualmente Unión Musical Española). Algunas de ellas fueron orquestadas por Juan Lamote de Grignon y otras por García Farià. El 20 de abril de 1890, Granados dio un exitoso recital en el Teatro Lírico de Barcelona que incluía alguna de estas danzas y otras obras de su creación como la Arabesca.
En 1898 estrenó en Madrid su ópera María del Carmen, basada en una obra de José Feliu y Codina que ya era bien conocida entre el público madrileño. La parte musical cosechó buenas críticas y la ópera fue del agrado de la Reina María Cristina, quien decidió conceder a Granados la Cruz de Carlos III. A raíz de esta ópera le surgieron oportunidades en el campo de la música escénica: Adrià Gual le pidió que compusiera la música para su drama lírico Blancaflor y el dramaturgo Apel·les Mestres, cercano al movimiento cultural modernista (véase modernismo), le encargó poner música a diversas obras teatrales suyas como Petrarca (1899), Gaçiel (1906) o Liliana (1911). Estas obras, muy populares entre el público barcelonés, tuvieron escasa repercusión fuera de Cataluña.
Su faceta como pedagogo se materializó en la creación de un método para sus alumnos que se centraba en cuatro aspectos de la técnica pianística: el pedal, el ligado, los ornamentos y las dificultades especiales del instrumento. En 1901 fundó su propia escuela de música, la Academia Granados, donde se formaron varios de los músicos catalanes más destacados del siglo XX como José Iturbi, Antonio Massana y la soprano Conchita Badía, a quien Granados dedicó sus Canciones amatorias. Más tarde el pianista Frank Marshall fue nombrado director del centro y cambió el nombre de la institución por el de Academia Marshall, si bien continuó con la tradición pedagógica iniciada por Granados.
Como intérprete realizó una importante labor de divulgación de la obra para teclado de Doménico Scarlatti mediante la transcripción de veintiséis obras del compositor italiano y su inclusión en los programas de los numerosos conciertos que dio en París y a lo largo de toda la geografía española. Granados tocó con grandes músicos de su época como los violinistas Joan Manén, Jacques Thibaud, a quien le unía una gran amistad, y Mathieu Crickboom. También el chelista Pau Casals y el pianista Eduardo Risler tuvieron la ocasión de hacer música junto a Granados.
En 1904 se estrenaron en Barcelona sus Escenas románticas para piano y en 1907 formó parte del jurado del Dièmer Prize junto a Gabriel Fauré. Dos años más tarde comenzó a trabajar en lo que sería su obra más célebre: Goyescas, una suite para piano basada en la obra del pintor aragonés Francisco de Goya. En 1911 tuvo lugar en Barcelona el estreno de las piezas del primer libro, y al año siguiente ya se pudo escuchar la obra completa en Madrid. En 1913 conoció al pianista norteamericano Ernest Schelling con quien trabó una gran amistad. Fue él quien estrenó Goyescas en los Estados Unidos y, gracias al interés mostrado por Schelling en dicha obra, Granados decidió adaptarla a la escena. El resultado fue una ópera inspirada en su obra pianística de igual nombre y en diversas tonadillas vocales con libreto de Fernando Periquet. El estreno de Goyescas en la Ópera de París estaba previsto para 1914, pero hubo de cancelarse a causa del estallido de la Primera Guerra Mundial. Finalmente, y gracias a Ernest Schelling, consiguió estrenarla en el Metropolitan Opera House de Nueva Yorkel 5 de enero de 1916. Entre sus intérpretes se encontraban las cantantes Anna Fitziu y Flora Perini y los bailarines Giuseppe Bonafiglio y Rosina Galli.
En marzo de ese mismo año, y tras dar un recital en la Casa Blanca para el presidente Wilson, Granados y su esposa se embarcaron hacia Falmouth (Gran Bretaña). El día 24 de marzo tomaron un segundo barco en Folkestone: el buque británico Sussex, que fue torpedeado por un submarino alemán en el transcurso del viaje y que provocó el trágico fallecimiento de Enrique Granados y de su esposa en aguas del Canal de la Mancha.
A lo largo de su vida, Granados trabajó incansablemente para enriquecer el ambiente musical barcelonés: fue él quien en 1892 fundó el Orfeò Català junto a Amadeu Vives, Lluís Millet y Enric Morera. Posteriormente, en 1900, creó la Sociedad de Conciertos Clásicos, que contrató a una orquesta fija para programar conciertos. Además colaboró con la Asociación Wagneriana de Barcelona y fue director artístico de la Asociación de Música de Cámara de la capital catalana.
Obra
La obra de Granados ha sido agrupada tradicionalmente en tres etapas: nacionalista (1886-1898), romántico-modernista (1899-1910) y etapa de Goyescas (1911-1916), si bien la crítica actual considera que en cada uno de los tres períodos se encuentran aspectos propios de los otros dos.
Granados es un compositor de tintes nacionalistas, pero en menor medida que sus contemporáneos Manuel de Falla o Isaac Albéniz (véase Música nacionalista). Una parte de su obra para piano deriva de danzas folclóricas españolas como la jota aragonesa o la parranda murciana; sin embargo, sólo en escasas ocasiones utiliza Granados melodías procedentes de canciones populares, como sucede en La maja y el ruiseñor de Goyescas. Normalmente, el compositor leridano prefería crear sus propias melodías.
A pesar de su origen catalán, en su música apenas se detectan aspectos del folclore de dicha zona, salvo en contadas excepciones, como es el caso de su Sardana para piano o la música para el drama de Adrià Gual titulado Blancaflor. En esta obra y en las que compuso para acompañar los textos de Apel·les Mestres se acercó al movimiento modernista imperante en la Barcelona de su época.
En la obra de Granados se advierte también la huella de los compositores del Romanticismo europeo, especialmente de Chopin y de Schumann, cuya influencia se halla sobre todo en colecciones de piezas para piano como las Escenas románticas y los Bocetos. El posromanticismo está presente en los cromatismos, las transformaciones temáticas y otros aspectos de su obra de madurez; pero a pesar de ello Granados siempre fue un músico conservador y durante su estancia en París no se impregnó de las innovaciones armónicas de la música del impresionismo francés, sino que se mantuvo cerca de compositores galos más tradicionalistas como Vincent D´Indy y César Franck. Su gusto por la ornamentación exuberante se deja ver en numerosas piezas y la riqueza armónica de su música, llevada a cabo por medio de modulaciones a tonalidades lejanas y uso de acordes peculiares, proporciona a su obra una emotividad muy característica.
Sus colecciones más importantes de canciones, las Tonadillas y las Canciones amatorias, fueron compuestas después de 1910. Ambas se inspiran en el amor romántico y muestran las preferencias de su autor por el registro vocal de soprano, cuyos recursos trabaja hasta el límite. Las Tonadillas, en palabras del propio Granados, “están escritas en modo clásico” y contienen melodías vocales sencillas pero muy expresivas. Las Canciones amatorias, estrenadas por Conchita Badía en 1915, poseen un gran equilibrio entre la voz solista y el acompañamiento pianístico y se cuentan entre sus obras maestras.
Su dedicación a la música pianística y vocal no le impidió componer obras de cámara, entre las cuales cabe destacar el Trío op. 50 y la Sonata para violín y piano, de las que era un excelente intérprete. Su amistad con el chelista Pau Casals y con el violinista Jacques Thibaud le animó a componer y arreglar obras camerísticas para ellos, como es el caso de la ya citada Sonata, dedicada a Thibaud. El punto débil de Granados se encuentra en las grandes formas musicales que trabajó en algunas obras como el poema sinfónico Dante, un claro homenaje a la música de Wagner. La obra quedó sin terminar, ya que Granados sólo pudo completar dos movimientos de los cuatro que había proyectado componer. En 1912 esbozó una Sinfonía en Mi menor que nunca llegó a orquestar.
Bibliografía seleccionada
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Gómez Amat, Carlos: Historia de la Música española. Vol 5 (El siglo XIX). Madrid: Alianza Editorial, 1984.
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Iglesias, Antonio: Enrique Granados: su obra para piano (2 volúmenes). Madrid: Alpuerto, 1986.
Discografía seleccionada
Alma de España. Obras de Granados, Guridi, Falla. Intérpretes: Teresa Berganza (mezzosoprano), Conjunto Ibérico de Violonchelos. Director: Elías Arizcuren. AMBER
Beaux Arts Trio plays Turina and Granados. Intérpretes: Trío Beaux Arts. PHILIPS 446 684-2.
Granados, E.: Piano Works. (Allegro de Concierto y piezas de Goyescas). Intérpretes: J. M. Pinzolas (piano). DEUTSCHE GRAMMOPHON 459 430-2
Granados, E.: 12 Danzas españolas y 6 Escenas románticas. Intérprete: Jean-François Heisser. ERATO 2292-45803-2.
Granados, E.: Goyescas (ópera). Intérpretes: Orquesta Sinfónica de Madrid, Orfeón Donostiarra. NAIVE VALOIS 4791.
Granados, E.: Goyescas / El Pelele. Intérpretes: Hisako Hiseki (piano). LA MÀ DE GUIDO
Granados, E.: Goyescas. Intérprete: Albert Guinovart (piano). HARMONIA MUNDI, 1998.
