González, Agustín (1930-2005).
Actor de cine, televisión y teatro español nacido en Madrid en 1930 y fallecido en la misma ciudad el 16 de enero de 2005. Uno de los actores más prolíficos del cine español, pues participó en más de doscientas películas, está considerado también como uno de los grandes actores teatrales de las tablas españolas de las últimos décadas.
Inició estudios de aparejador, perito industrial y filosofía y letras, pero no concluyó ninguno de ellos. Se inició en el teatro con tan sólo 23 años en la compañía de Luis Prendes, cuando todavía era universitario; interpretó para ella la Escuadra hacia la muerte, de Alfonso Sastre. Compartió sus primeros escenarios con Gustavo Pérez Puig, Juanjo Menéndez, Fernando Guillén y el propio Prendes, y ya decidió dedicarse por completo y de manera profesional al teatro.
Su salto al cine fue también muy temprano. Primero trabajó con Bardem en Felices Pascuas, y luego poco a poco con todos los directores españoles que tuvieron algo importante que decir en su época, como José María Forqué, Luis García Berlanga, Jaime Chávarri, Fernando Fernán Gómez, José Luis Garci o, más recientemente, Fernando Trueba. Fue un hombre de mucho trabajo actoral y pocos premios (algo que él aseguraba que prefería), aunque estuviera en dos de las películas españolas que han conseguido un Oscar, Belle Epoque y Volver a empezar. No obstante, recibió cinco nominaciones a los Goya, aunque no lo consiguiera en ninguna ocasión. Otros premios que recibió durante su vida fueron la Medalla de Oro de Bellas Artes (1983), el premio al mejor actor por Las bicicletas son para el verano (1984), y el Premio Calabuch (festival de Cine de Peñíscola) por La marrana y Belle Époque (1993).
Sus personajes tenían siempre un poco de sí mismo, pues fue un hombre al que le gustaba llamarse a sí mismo “hispanoescéptico”, y presumía de que su pesimismo era por “puro realismo”. Era un hombre de izquierdas, ferviente defensor de las ideas anarquistas. En su trabajo era honrado y honesto; así, no es de extrañar que no estuviese entre los elegidos por el gran público, pero sí que recibía un gran respeto de sus compañeros de profesión. No fue, pues, una estrella, pero contribuyó como pocos a dar calidad a los proyectos en los que participó. Sus personajes favoritos, de hombre cenizo, gruñón y malencarado, muchas veces con un humor cercano a la caricatura, despiadado y atrevido, eran tan magníficos como aquellos en los que interpretaba a personajes conmovedores en los que las circunstancias hacían que se desenvolvieran con una ternura apabullante, sobre todo el padre de familia de Las bicicletas son para el verano (que también hiciera en teatro) o el cura con problemas de fe de Belle Epoque.
Como actor de teatro cosechó grandes éxitos, como su papel en Luces de Bohemia de Ramón María del Valle Inclán, junto a José María Rodero, o Todos eran mis hijos, de Arthur Miller, y El león en invierno, de James Goldman, y ya al final de su vida compartió escenario una vez más con Manuel Alexandre y José Luis López Vázquez en Tres hombres y un destino. Un año antes de su muerte recibió el premio Max como mejor actor de reparto por su papel en El alcalde de Zalamea.
También su paso por televisión fue notable, con participación en series de éxito como Los ladrones van a la oficina, 7 vidas, A las once en casa u Hospital Central.
Su cadáver fue velado en el teatro Reina Victoria de Madrid, y sus restos fueron depositados en el Cementerio de la Almudena, después de haber sido incinerados.
Filmografía selecta
Entre los innumerables proyectos en los que participó en su larga carrera como actor (casi siempre secundario) destacan los siguientes:
Plácido (1961), de Luis García Berlanga.
Atraco a las tres (1962), de José María Forqué.
De cuerpo presente (1965), de Antón Eceiza.
Tamaño natural (1973), de Berlanga.
La Regenta (1974), de Gonzalo Suárez.
La escopeta nacional (1977), de Berlanga.
El nido (1980), de Jaime de Armiñán.
Volver a empezar (1981), de José Luis Garci.
La colmena (1982), de Mario Camus.
Los santos inocentes (1984), también de Camus.
El poderoso influjo de la luna (1980), de González-Sinde.
Las bicicletas son para el verano (1983), de Jaime Chávarri.
Mambrú se fue a la guerra (1986), de Fernando Fernán Gómez.
El viaje a ninguna parte (1987), de Fernán Gómez.
Moros y cristianos (1987), de Berlanga.
Belle Époque (1992), de Fernando Trueba.
La marrana (1992), de José Luis Cuerda.
Los peores años de nuestra vida (1993), de Martínez Lázaro.
¡Todos a la cárcel! (1993), de Berlanga.
El abuelo (1998), de Garci.
Tiovivo ca. 1950 (2004), de Garci.
FDS