Gioberti, Vincenzo (1801-1852).
Filósofo italiano, nacido en Turín en 1801. Desde muy joven se dedicó a los estudios de filosofía, teología y literatura. En 1825 se ordenó sacerdote y, aunque a veces se mostró anticlerical, nunca renunció al sacerdocio. A causa de sus ideas republicanas, tuvo que exiliarse en Francia y Bélgica, donde fue profesor del instituto Gaggia, de Bruselas (1834-1845). En esta época compone las principales obras y es éste el período más representativo de su pensamiento filosófico. Acérrimo defensor del ontologismo contra el sensismo, se presentó como restaurador de la tradición filosófica católica con Teoria del sovrannaturale y la Introduzione allo studio della filosofia. También defendió el acuerdo entre el papado y la revolución italiana en Del primato morale e civile degli italiani. Al mismo período pertenecen algunos escritos polémicos contra V. Cousin, F.-R. de Lamennais y A. Rosmini, y los ensayos Del Bello Del Buono.
Gioberti contrapone al subjetivismo moderno -instaurado por Lutero en la teología y por Descartes en la filosofía- el ontologismo, que él vincula con San Agustín y Malebranche. El punto de partida consiste en una aprehensión directa del ser, de carácter intuitivo e inmediato, y el ser que se aprehende de este modo es el Ente real mismo, es decir, Dios, en tanto que creador. Aquí aparece enseguida el contraste con Rosmini, a quien acusa de doblegarse al subjetivismo moderno, limitándose a la "idea" del Ser o al Ser meramente ideal. La revelación consiste fundamentalmente en dos verdades: la necesidad que caracteriza la existencia del Ente y la libertad que caracteriza la relación del Ente con las criaturas. En sentido estricto, la noción de existencia hay que reservarla para las criaturas, porque en esa palabra se está expresando lo que se deriva y depende de otro. "El Ente crea lo existente", en consecuencia, es la expresión en términos reflexivos (o "fórmula ideal") del contenido de verdad de la intuición originaria. Gioberti cree que el defecto de los filósofos es creer que partiendo de las criaturas se pueda llegar al creador. Esto explica por qué, siguiendo esta vía, se ha caído a menudo en el panteísmo y hasta en el ateísmo. Según él, de la fórmula ideal ("El Ente crea lo existente") sería posible deducir una articulación sistemática de todo el saber humano y relacionarla así con sus fundamentos. Sin embargo, no se puede perder de vista el proceso mediante el cual "el existente vuelve al Ente", y ese retorno al Ente correspondería de modo peculiar al ser humano que se desarrolla a través de la moralidad del querer, y que culmina con la bienaventuranza celestial. La primera parte de la fórmula presenta la iniciativa que viene de Dios, la segunda ofrece una iniciativa que proviene de Dios y del hombre en la medida en que éste colabora con el Creador.
Bibliografía
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DEROSSI, G.: La teorica giobertina del linguaggio come dono divino e in suo significato storico e speculativo. Milán, 1971.
