Gasparri, Pietro (1852-1934).
Teólogo, jurista y diplomático italiano, nacido en Capovallazza (Ussita), diócesis de Norcia (Italia), el 5 de mayo de 1852, y muerto en Roma el 18 de noviembre de 1934, que fue cardenal de la Iglesia Católica y principal autor de la codificación del Código de Derecho Canónico y de los Pactos Lateranenses.
Datos biográficos
Realizó sus estudios en el seminario de Nepi y luego en el Seminario Romano, donde consiguió tres doctorados: en filosofía, en teología y en derecho canónico. Recibió la ordenación sacerdotal el 31 de marzo de 1877. Se dedicó a la docencia en el Seminario Romano (cátedra de Sacramentos y de Derecho) y en el colegio de Propaganda Fide hasta 1888, año en que se trasladó a París, para enseñar derecho canónico en el Instituto Católico de aquella ciudad. Éste constituyó el periodo de su madurez intelectual y de mayor producción individual. En 1898 fue elegido obispo titular de Cesarea de Palestina y ejerció de Nuncio Apostólico en Bolivia, Perú y Ecuador. Llamado a Roma en 1902, se le encomendó la Secretaría de la Sagrada Congregación de asuntos extraordinarios de la Iglesia (23 de abril de 1901). Desde este puesto, desplegó gran actividad con ocasión de la ruptura de relaciones diplomáticas de la Santa Sede con Francia (1904). El 16 de diciembre de 1907 fue elevado a la dignidad cardenalicia y nombrado relator de la Comisión para la codificación del nuevo CIC (Código de Derecho Canónico), promulgado el 28 de junio de 1917. Terminado el trabajo de la codificación, el cardenal Gasparri fue nombrado primer presidente de la Comisión para la interpretación auténtica de los cánones del nuevo derecho canónico, instituida en 1917. Al ser elegido papa Benedicto XV, nombró Secretario de Estado a su antiguo compañero de trabajo, el cardenal Gasparri. En el cónclave de 1922, en el que se nombró sucesor a Benedicto XV, varios cardenales de tendencia progresista agruparon su voto en torno a Gasparri. Pero, ante la evidencia de que nunca lograría los votos suficientes, sus votos apoyaron al arzobispo de Milán, Mons. Ratti, que reinaría con el nombre de Pío XI. Éste ratificó a Gasparri en el puesto de Secretario de Estado, hasta que, en 1929, pidió ser liberado de sus funciones y fue sucedido en el puesto por el cardenal Pacelli, futuro papa Pío XII. A partir de entonces, se entregó al retiro y al estudio, ocupaciones que llenaron los últimos años de su vida. Galardonado con el Collar de la Anunciación, el 20 de abril de 1933 fue nombrado miembro de la Academia Italiana de Derecho. Sus restos reposan en su ciudad natal de Ussita.
Su obra
Destacó en el campo de los estudios de derecho y en el de la diplomacia. En cuanto al primero, sus estudios estuvieron siempre más orientados hacia las aplicaciones prácticas que hacia las investigaciones meramente especulativas. Su obra maestra fue la Codificación del nuevo Derecho Canónico, proyecto que él mismo propuso al papa Pío X en la primera audiencia que tuvo con él, y en el que, según palabras del papa Benedicto XV, "Gasparri había llevado desde el principio hasta el final, la mayor parte del trabajo". Después de la edición del CIC, dirigió la colección de las Fuentes del Derecho Canónico, obra de la que logró publicar los seis primeros volúmenes entre 1923 y 1932. Después de su muerte vieron la luz los volúmenes VII-IX, con lo que se completaba así una colección cuyo valor no reside tanto en la originalidad cuanto en la compilación de documentos. Escribió, además, las siguientes obras: Tractatus canonicus de matrimonio (1892), Tractatus canonicus de sacra ordinatione (1893-1894), Tractatus canonicus de sanctissima eucharistia (1897), De la Valeur des ordinations angalicanes (París 1895) y Cathechismus catholicus (Roma 1930). En el tema de las ordenaciones anglicanas, antes del pronunciamiento de la Iglesia al respecto, mantuvo una opinión muy discreta en la que parecía inclinarse hacia su validez. Escribió también su Diario, que aún no ha sido publicado.
El otro acontecimiento importante en que el cardenal Gasparri tomó parte protagonista fue el de la Conciliación entre el Vaticano y estado italiano, tema en el que venía trabajando desde sus años parisinos. En la última fase del proceso, que llevó a cabo como delegado directo del Papa, ejerció como plenipotenciario a la hora de firmar el Tratado de Letrán con Mussolini, por medio del cual se regulaban las relaciones de la Iglesia con el Estado Italiano, y se ponía fin a la larga contienda de la "cuestión romana".
El cardenal Gasparri fue admirado y querido como sacerdote, por sus virtudes y merecimiento; así como por su patriotismo, manifestado en sus desvelos en favor de los italianos, que le llevaron a fundar en París la "Obra de los italianos"; y, finalmente, como eminencia en el campo de las leyes, como estadista y como diplomático, por su contribución al logro del Pacto de Letrán.
CCG
