A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z
PeriodismoLiteraturaBiografía

García Calderón, Francisco (1883-1953).

Escritor, periodista y diplomático peruano, nacido en Valparaíso (Chile) en 1883 y fallecido en Lima en 1953. Fue hijo del presidente del gobierno peruano Francisco García Calderón y Landa, y hermano mayor del también escritor Ventura García Calderón (1886-1959). Autor de una extensa y lúcida producción ensayística en la que reflexiona sobre los más variados aspectos de la realidad peruana de comienzos del siglo XX (la política, la literatura, la educación, el arte, la geografía, el panamericanismo, etc.), sus ideas fueron muy criticadas por algunos intelectuales coetáneos como José Carlos Mariátegui (1894-1930) y Luis Alberto Sánchez (1900-1994), aunque posteriormente han sido reivindicadas por el propio Sánchez -que se retractó de sus juicios anteriores- y otras figuras relevantes de la cultura y el pensamiento peruanos, como el historiador Jorge Basadre (1903-1980).

Vida

Nacido en el seno de una de las familias más relevantes del Perú -vino al mundo en Chile cuando su padre, jurista y presidente de la nación, se hallaba en poder de los chilenos como prisionero de guerra, después de haberse negado a la cesión territorial que exigían los invasores andinos-, vivió en su temprana infancia los rigores del exilio, que le condujeron junto al resto de su familia a París, en donde vino al mundo su hermano Ventura. Allí tuvo ocasión de aprender a la perfección el idioma de Molière, que habría de servirle de gran utilidad para sus posteriores cargos diplomáticos, y acabó convirtiéndose en su segunda lengua (de hecho, una parte considerable de su obra está escrita en francés).

Establecido, finalmente, en Perú, recibió una esmerada formación en el prestigioso Colegio de los Sagrados Corazones de Lima, en donde tuvo por compañeros a su hermano menor y al futuro escritor José de la Riva Agüero (1885-1944). Pasó luego a la Universidad de San Marcos, donde cursó estudios superiores de Derecho y Ciencias Políticas; y en 1906, tras el fallecimiento de su progenitor, decidió, junto al resto de su familia, instalarse nuevamente en París, en donde sirvió al cuerpo diplomático peruano hasta 1921. Abandonó entonces sus misiones diplomáticas y, durante el resto de la década de los años veinte, ejerció el periodismo en diversos rotativos y revistas, hasta que, en 1930, se reincorporó al servicio diplomático, al que permaneció estrechamente ligado hasta finales de la Segunda Guerra Mundial. En plena conflagración bélica internacional, sus actividades políticas dieron pie a su detención, por parte de las tropas alemanas que habían ocupado el territorio francés, y a su posterior envío y reclusión en un campo de concentración nazi, en el que permaneció preso durante los últimos años de la guerra. A raíz de esta amarga experiencia, cayó gravemente enfermo y regresó a Lima en 1947, ciudad en la que perdió la vida al cabo de seis años.

Obra

El susodicho Jorge Basadre ha analizado la obra de Francisco García Calderón a partir de su división en tres períodos que corresponden a otras tantas etapas cronológicas de la vida del autor. Siguiendo este modelo, se aprecia en su densa y fecunda trayectoria ensayística un ciclo inicial (que comprende desde 1904 hasta 1913), un período intermedio (1916-1929) y una etapa final (1933-1949).

Primer ciclo (1904-1913)

El mencionado ciclo inicial se abre con De Litteris (Lima: Gil, 1904), un volumen recopilatorio de los artículos publicados por García Calderón, durante el año 1903, en la revista Actualidades. A pesar de su temprana fecha de redacción, se trata de una de las obras más interesantes del escritor peruano, plagada de atinadas observaciones sobre el panorama intelectual europeo, y enriquecida con una substanciosa aproximación a la poesía de uno de los mayores modernistas hispanoamericanos ("Notas críticas sobre Chocano"). Tras la publicación de Menéndez Pidal y la cultura española (Chile, 1905) y Hombres e ideas de nuestro tiempo (Valencia: F. Sempere, 1907), Francisco García Calderón dio a la imprenta otra de sus obras cimeras, Le Pérou contemporain. Etude social (El Perú contemporáneo. Estudio social [París: Dujarric, 1907]), ensayo que supuso su definitiva consagración como uno de los grandes analistas de la realidad social peruana. Se trata de brioso llamamiento juvenil al despertar de la conciencia de la burguesía ilustrada, a la que García Calderón concede el derecho a mantener una visión crítica sobre el pasado, al tiempo que la invita a confiar en el porvenir y a luchar por la reconstrucción de la identidad nacional tras la catástrofe moral que supuso la guerra con Chile. La obra comienza abordando algunas cuestiones básicas sobre la geografía y la historia del Perú, para adentrarse luego en el análisis de los problemas actuales de la nación, todo ello estructurado en una "Introducción" y siete amplios capítulos. En el primero de ellos, el autor estudia el renacimiento peruano; en el segundo, desmenuza la evolución de las ideas y los acontecimientos históricos en el Perú republicano; habla luego de la economía (capítulo 3º) y la política (cap. 4º) del momento, para pasar luego a estudiar el estado de la educación (cap. 5º) y de la situación internacional (cap. 6º); finalmente, García Calderón aborda en el último capítulo de esta lúcida obra la esperanza en el porvenir y en la reconstrucción política, social, moral y cultural de su país.

En su siguiente obra, publicada bajo el título de Profesores de idealismo (París: Ollendoff, 1909), el ensayista peruano reflexiona sobre las aportaciones de los intelectuales de su tiempo, ofrece una evaluación de las ponencias presentadas en el III Congreso Internacional de Filosofía (celebrado en la localidad alemana de Hiedelberg en 1908) y añade otros artículos centrados en cuestiones políticas y literarias de diversa índole. Tres años después, dio a la imprenta un nuevo ensayo escrito en francés, Les démocraties latines de l'Amérique (Las democracias latinas de América [París: Flammarion, 1912), en el que reflexiona sobre las razones históricas, políticas y culturales del atraso de las naciones hispanoamericanas respecto a los Estados Unidos de América. Al hilo de este análisis, García Calderón repara en que la formación de los estados hispanoamericanos, tras caóticas guerras independentistas, quedó en manos de unas sociedades carentes de cualquier tradición democrática y sin ninguna experiencia de gobierno, lo que dio paso al surgimiento de numerosos regímenes dictatoriales que, en opinión del autor, sólo pueden desaparecer con el florecimiento de una sólida sociedad industrial. Respecto a las diferencias culturales entre Latinoamérica y su poderoso vecino del Norte, García Calderón hace hincapié en que las tradiciones española y portuguesa propiciaron la absorción de las naciones hispanas por parte de Francia, lo que alejó aún más a los pueblos sudamericanos de la influencia inglesa y norteamericana. En cualquier caso, aunque el escritor peruano sigue vislumbrando muchos problemas en su entorno geo-cultural (las diferencias raciales, la falta de unidad, la endeblez política, las amenazas económicas de Estados Unidos, Alemania y Japón, etc.), el libro acaba vislumbrando un atisbo de esperanza en el incipiente desarrollo de algunas naciones hispanoamericanas que, por aquellos años, empiezan a sentirse cómodas con la libertad y la democracia.

Idéntica temática domina la siguiente obra de García Calderón, última de su primer ciclo, publicada bajo el elocuente epígrafe de La creación de un continente (París: Ollendorff, 1913). La semejanza y continuidad entre estas dos entregas postreras de su primera etapa propició, en fechas posteriores, su edición conjunta en un mismo volumen (Las democracias latinas de América. La creación de un continente [Caracas: Biblioteca Ayacucho, 1979]). En la segunda de ellas, el ensayista peruano reflexiona sobre las dos grandes corrientes culturales e ideológicas del subcontinente americano, el panamericanismo y el paniberismo, y, tras alertar sobre los riesgos de incurrir en un nacionalismo estéril, concluye que las naciones de Hispanoamérica no han alcanzado aún, a pesar de haber logrado su independencia política, su auténtica emancipación cultural, religiosa, social, literaria o educativa.

Segundo ciclo (1916-1929)

El segundo período en la trayectoria ensayística de Francisco García Calderón -ciertamente, de menor importancia que el primero- comprende una serie de obras en las que el escritor peruano continúa indagando sobre sus viejas obsesiones, como la búsqueda de las respectivas identidades nacionales de cada país hispanoamericano, el panamericanismo y el pensamiento y las ideologías dominantes en la América y la Europa de su tiempo; pero a estos temas procedentes de su anterior etapa se añaden ahora nuevas inquietudes que son fruto de los acontecimientos políticos y sociales vividos en el mundo Occidental a raíz del estallido de la Primera Guerra Mundial y el triunfo de la Revolución Rusa.

La obra más destacada de este segundo ciclo es la que García Calderón publicó en último lugar, después de haber dado a la imprenta los ensayos titulados Ideologías (1917), El Panamericanismo, su pasado y su porvenir (Nueva York/París: 1919) -publicado como separata de la prestigiosa y difundida Revue Hispanique-, Ideas e impresiones (Madrid: América, 1919), El dilema de la gran guerra (París: Ediciones Literarias, 1919), El Wilsonismo (París: Vertongen, 1920), El espíritu de la nueva Alemania (Barcelona: Maucci, s.d.) y Europa inquieta (Madrid: Mundo Latino, 1926). Se trata de La herencia de Lenin y otros artículos (París: Garnier, 1929), obra en la que valora positivamente los logros de la revolución bolchevique en Rusia, no sin dejar de presumir que su propagación por otros lugares de Occidente podría resultar muy peligrosa. Ante el cariz que, a la sazón, habían tomado los sucesos revolucionarios acontecidos en Rusia -y consciente del poder omnímodo asumido por Stalin (1879-1953), auténtica "herencia de Lenin"-, García Calderón advierte en estas páginas a la burguesía occidental sobre la división tajante del mundo entre revolucionarios y contrarrevolucionarios, sin que pueda existir por aquel entonces -siempre a juicio del analista peruano- una tercera vía posible.

Tercer ciclo (1933-1949)

Las obras escritas por Francisco García Calderón en su vejez apenas añaden grandes aportaciones a las ideas que había dejado estampadas en sus libros anteriores, por lo que puede decirse que esta última parte de su producción es, sin lugar a dudas, la menos relevante. En ella se engloban obras menores como L'Avenir de la Societé des Nations (El futuro de la Sociedad de Naciones [París: Pedone, 1938]), Testimonios y comentarios (París: Sebeli, 1938), In Memoriam (Ginebre: Editions de la Frégate, 1944) y José de la Riva Agüero (Lima: Santa María, 1949). Un año después de su muerte, sus editores dieron a la luz una selección de las reflexiones que, acerca de su propio país y del continente al que pertenece, había dejado diseminadas García Calderón en su producción impresa (En torno al Perú y América [Lima: Villanueva, 1954]).

Bibliografía

  • BASADRE, Jorge. "El Perú contemporáneo (de F. García Calderón)", en Fanal (Lima), nº 35 (1953), págs. 2-8.

  • BASADRE, Jorge. "Realce e infortunio de Francisco García Calderón", en GARCÍA CALDERÓN, Francisco: En torno al Perú y América (Lima: Villanueva, 1954), págs. IX-XLI.

  • BUSTAMANTE Y RIVERO, José Luis. La ideología de Francisco García Calderón (París: Descleé de Brouwer, 1949).

  • SÁNCHEZ, Luis Alberto. Balance y liquidación del Novecientos (1939).

  • SÁNCHEZ, Luis Alberto. "Prólogo" a GARCÍA CALDERÓN, Francisco: Las democracias latinas de América. La creación de un continente (Caracas: Biblioteca Ayacucho, 1979), págs. IX-XX.

  • SÁNCHEZ, Luis Alberto. "Prólogo" a GARCÍA CALDERÓN, Francisco: El Perú contemporáneo (Lima: Interbanc, 1981), págs. IX-XXXVII.

  • SOBREVILLA, David. "García Calderón, Francisco", en MEDINA, José Ramón [dir.]: Diccionario Enciclopédico de las Letras de América Latina (DELAL) (Caracas: Biblioteca Ayacucho/Monte Ávila Editores Latinoamericana, 1995), vol. II, págs. 1884-1886.

Autor

  • J. R. Fernández de Cano.